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martes, abril 05, 2011

Muñecas rusas en la Segunda Guerra Civil Norteamericana.


Un hombre en la oscuridad

Paul Aster

Anagrama 2009

Las cajas chinas, o las muñecas rusas, son aproximaciones metafóricas a lo que es la última novela publicada en España de Paul Auster.

Glosar a Paul Auster, autor sobradamente conocido, es un ejercicio de repetición pues los lectores ya tienen una idea muy sólida de lo que es, y representa, en la literatura norteamericana contemporánea. Ganador del premio Príncipe de Asturias de las letras en 2006, es un neoyorquino convencido y muchas de sus producciones se sitúan en esa ciudad, como ocurre con otro de los galardonados con el Premio, Woody Allen en 2002, cuyo amor y defensa de la “capital del mundo libre”, es notoria. La “Trilogía de New York” es una de sus obras mas conocidas que concita tantas adhesiones inquebrantables como odios profundos ya que, en general, este autor es presa de grandes contrastes en la crítica. El ser, además, un cineasta de culto, “Smoke”, “Blue in the Face“ o “Lulú on the Bridge”, guionizadas o dirigidas por él, le da una aureola de hombre del renacimiento capaz de acometer diferentes aspectos del arte con notable acierto en todos ellos. Es, tal vez, mas reconocido en Europa, como le ocurre al antes nombrado Allen, y sus premios concedidos aquí así parecen atestiguarlo:“Culture de Littérature Étrangère pour "The New York Trilogy"”, “Médicis Étranger” por "Leviathan", “Príncipe de Asturias de la Letras” y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lieja.

Auster es un autor que intenta experimentar con la literatura constantemente. Esta novela que comentamos, “Un hombre en la oscuridad” no es una excepción cuando, en lo formal, se muestra sin ningún tipo de diálogos convencionales –los hay, sin duda, pero tienen otra forma-, usando estructuras similares a las empleadas por Corman MCarthy en “La carretera” o Rafael Marín en sus últimas obras como “Detective sin licencia” o “Juglar”. En el texto encontramos la figura del narrador omnisciente, aunque en esta ocasión tiene una doble adscripción: el “dios” narrador y el “dios” creador; el demiurgo que lejos de ser un personaje pasivo se torna decisivamente activo. Porque la novela es claramente metaficcional ya que contemplamos simultáneamente las vivencias del narrador y la de sus personajes, creados para romper su soledad, en una segunda novela que trascurre en un mundo distópico y ucrónico.

La historia es muy sencilla en el fondo aunque muy complicada en su desarrollo. El escritor y crítico August Brill se encuentra en el ocaso de su vida. Su familia ha sufrido una serie de desgracias consecutivas y el mismo se encuentra recluido en una silla de ruedas, conviviendo en la casa de su hija y su nieta. Su única salida, y su expansión diaria, es inventar en su mente historias. Mientras que, mediante unos muy medidos flashbacks, repasamos la vida del autor, éste nos narra una historia que se desarrolla en un mundo paralelo en el que los Estados Unidos están envueltos en la Segunda Guerra Civil. En 2000, la victoria del Presidente Bush ha sido el detonante de la Guerra, ya que algunos Estados no han aceptado la decisión del Tribunal Supremo de validar las elecciones en el Estado de Florida. Nueva York, y otros estados de la costa este, se ha separado del País formando la Unión Independiente. La ciudad ha sido bombardeada contándose por cientos de miles los muertos. Después de ocho años de guerra, llega allí Owen Brick, un mago de fiestas infantiles, procedente de nuestra realidad. Tendrá que cumplir una misión para que esa guerra pueda terminar.

Estamos ante un típico escenario, en la segunda novela, de los más clásicos de la ciencia ficción: mundos paralelos, sociedades ucrónicas y escenarios apocalípticos. Todas estas características se encuentran perfectamente encajadas ya que el lector asiste a la lectura de una historia, alo-historia en este caso, verosímil dentro de su contexto. La ucronía está en el alma de la historia que quiere contar Brill. Ese universo diferente que es el resultado de su insomnio nocturno llenado por las “ensoñaciones” al crear esa sociedad en guerra. Esta segunda novela le sirve de vehículo a Auster para criticar la postura política del Presidente Bush. Es su actitud la que ha llevado a USA a la ruina de una guerra civil metáfora excesiva, tal vez, de las acciones bélicas protagonizadas por USA a raíz de los sucesos del 11 S. Queda claro que los “malos” de la historia es el gobierno unionista. Es él el que bombardea Nueva York y es este gobierno, se supone que ultraconservador, el que está ganando la guerra provocando una matanza de civiles en los estados separatistas. En ese mundo no existió la guerra de Irak, por tanto el marido de su nieta no pudo fallecer en la misma. Es una salida para el escritor de ficción y probablemente para el autor real, aunque el coste sea millones de vida, si bien en la segunda ficción.

Pero la novela no es sólo una cumplida venganza alegórica contra el gobierno republicano, es también, y esta es su premisa argumental más sólida, una reflexión sobre la soledad. Los tres personajes “reales” están decididamente solos y así se sienten y reconocen. Brill, su hija y su nieta, han pasado por trances vitales muy desagradables que a los tres les han dejado hundidos en la soledad. Ni siquiera se tiene a ellos mismo ya que están situados en compartimentos separados independientes unos de otros. La única ligera unión se produce entre el abuelo y la nieta cuando ambos disfrutan del cine que la segunda elige. Porque otra de las características de la novela, y de la obra de Auster en general, es su intertextualidad. Aquí, se nos ofrece la referencia cinéfila en varios episodios, que coinciden, o aprovechan el escenario, con las más tristes reflexiones sobre la soledad. Las películas “Ladrón de bicicletas” de Vitorio de Sica o “Los Cuentos de Tokio” de Ozu, son dos de las que se describen con todo lujo de detalles, haciendo que funcionen como refuerzo forzado hacia el lector del sentido, o sin sentido, de la soledad.

Probablemente “El hombre en la oscuridad” no sea la mejor novela de Auster, aún tiene que escribir alguna mas, pero si que en ella encontrará el lector momentos mas que agradables para leer. La recomendación para todos es pues obligada. Estoy convencido que no defraudará.

© Alfonso Merelo Solá 2008-2010

sábado, septiembre 25, 2010

LA TORRE DE CRISTAL

LA TORRE DE CRISTAL
ROBERT SILVERBERG
LA FACTORIA DE IDEAS

La editorial Factoría de Ideas sigue con la política de recuperar grades clásicos en su colección de ciencia ficción. En este caso se trata de volver a disfrutar con uno de los autores norteamericanos mas clásicos que desarrolló sus obras entre los años 50 a 90; Robert Silverberg. Para los lectores que no conozcan a este autor, habría que comentar que sus obras entran de lleno en un tipo de ciencia ficción de grandes hazañas, de grandes escenarios y temas que algunos clasificarían de “megalomanía”. Algunas de las novelas de Silverberg están entre las mas recordadas por los aficionados, trasformadas con el paso del tiempo en clásicos imprescindibles del género. Como muestra sólo reseñar unas pocas de su producción como son “Muero por dentro”, la telepatía y sus implicaciones, “El hombre en el laberinto”, primer contacto con otras civilizaciones”, “El hombre estocástico”, las implicaciones de la predestinación y uno de mis libros preferidos de este autor, o “Roma eterna”, una ucronía sobre el Imperio Romano”.

“La torre de cristal” fue publicada en 1970 y en España pudimos disfrutar de una edición en 1990. Ahora, 40 años después de su publicación, pueden de nuevo los aficionados disfrutar de una novela que no ha perdido ni un ápice de su frescura temática y de su interesante argumento y desarrollo.

Simeón Krug es “El Científico” humano del siglo 24. La humanidad es homogénea, han evolucionado hacia una única raza, mixtura de todas las habidas. Se ha recibido una señal inteligente precedente de una estrella lejana , NGC 7293, y, a fin de devolver la comunicación, se construye una torre en la tundra canadiense que pueda devolver al señal a las inteligencias extraterrestres. Para ello Krug ha diseñado, y construido, toda una nueva especie androide que pueda se convierte en la mano de obra de la humanidad. Estos androides se dividen en tres castas, los alfas, los betas y los gammas, dependiendo de sus características intelectuales. Uno de los androides fundamentales en la historia es “Thor Watchman”, mano derecha de Krug en el proyecto de la torre de comunciaciones. Thor es el protagonista absoluto de la novela, dejando al millonario inventor en un segundo plano. Es a través de las vivencias de los androides, de Thor, como los lectores toman contacto con la civilización futura y, sobre todo, con los problemas que los androides encuentran en su imbricacion con la sociedad futura.

Silverberg traslada al lector algunos de los temas que ya exploró en anteriores obras y que volvió a retomar en otras futuras. Aquí, vemos como el autor elabora una reflexión sobre lo que significa ser humano y, sobre todo, tener conciencia de serlo. Esta premisa no es nueva y ya anteriormente otros autores han usado este tema en sus obras: Asimov, y sus robots positrónicos, es uno de los ejemplos clásicos y aquí en España Domingo Santos escribió uno de los clásicos españoles titulado “Gabriel”. En “La torre de cristal” también se profundiza en lo que es y significa el culto religioso. Desde el punto de vista del autor, éste queda bastante mal parado al asociar ese culto a un fanatismo exacerbado y mal dirigido. Es aquí donde puede ponerse algún reparo a la novela y es que resulta demasiado forzado la respuesta de los “creyentes” respecto de su religión. Dada las características de estos creyentes, parecería irracional un sometimiento tan extenso a una religión demasiado artificial. Pero, si reflexionamos, no parece diferir en exceso de algunos comportamientos que vemos a diario en nuestra sociedad.

Otra de las, buenas, características de este libro es su escasa extensión. La sencillez y el ir directo a la acción y a la explicación, confiere a las páginas una solidez de lectura y una concreción que difícilmente se observa en autores actuales, más dados a rellenar con innumerable parrafadas lo que puede ser resumido en una página. Pero que el elector no se engañe, la concreción no significa carencia de ideas, de motivaciones y de explicaciones. Todo está perfectamente encajado y unido. El dibujo de los personajes queda perfectamente matizado y sus motivaciones también.

“La torre de cristal” es ciencia ficción que no deja indiferente. La especulación científica y social siempre ha sido objeto de disección por los autores del género, y en este caso encontrarán una interesante reflexión sociológica y social que hará pensar al lector sobre los grandes temas filosóficos: ¿qué es el hombre y por qué, o para qué, estamos donde estamos? No se lo pierdan.

domingo, agosto 15, 2010

CRONOPAISAJE


CRONOPAISAJE

Gregory Benford

La reedición de este clásico moderno de la ciencia ficción es una buena noticia para los aficionados al género. Con una traducción de Domingo Santos, se debe haber usado la misma que se utilizara en la edición de Ultramar de 1985 y en las posteriores de ediciones B, La Factoría de Ideas ha presentado hace un par de meses está nueva edición que escribiera Gregory Benford en 1980. Con 30 años a cuestas, la novela mantiene una buena tónica sin que el paso del tiempo haya echo exceso de mella en la misma.

La acción trascurre en 1998 en el que La Tierra está sometida a una degradación de la ecología sin precedentes. La carestía de los elementos más habituales es una norma y los diferentes gobiernos imponen duras restricciones intentando mejorar las condiciones del entorno. John Renfrew, físico de laboratorio, intenta advertir a sus colegas del pasado mediante mensajes enviados mediante “taquiones”. Surge así el segundo escenario que plantea Benford: en 1962 otro físico, Gordon Bernstein, detecta estas emisiones y trata de convencer a toda la comunidad científica de que proceden del futuro y les están advirtiendo de un desastre.

Benford es profesor universitario, físico para más señas, y posee una gran capacidad de comunicación, al menos en esta novela. Para los mas legos en la física de partículas, como es mi caso, las explicaciones sobre lo que son los “taquiones”, partículas hipotéticas que sería capaces de viajar mas rápido que la luz, o la interpretación del tiempo como un continuo que existe siempre –con las implicaciones sobre la “predestinación” que eso conlleva-, se hacen sumamente comprensibles y asequibles. Por otra parte, el autor se recrea en presentarnos la vida universitaria, y más concretamente los problemas y rencillas que se producen de continuo en los grupos de investigación y entre los investigadores de cierto nivel. En este aspecto se muestra bastante próximo a la realidad y confirma que en todos los lugares del mundo, hablamos de Cambrigde por un lado y de la Universidad de “La Jolla” en San Diego por la otra, se producen situaciones muy parecidas y enfrentamientos entre administradores e investigadores y entre éstos últimos por “la gloria” o el “poder”.

Pero si la parte puramente de ciencia ficción hard constituye una parte importante del corpus de la obra, no lo es menos la interesante caracterización de los personajes. Nos encontramos con dos científicos sumidos en problemas similares. En el futuro, Renfrew tiene que enfrentarse a los administradores de los proyectos científicos para conseguir fondos que le den garantías de continuar un experimento que es, al menos, muy discutible en sus efectos. En el pasado, Bernstein tiene que convencer a sus colegas, y a los gobiernos, de que los avisos son ciertos y que si no se toman medidas inmediatas las consecuencias serán terribles. De los dos personajes principales, Bernstein es el más interesante sobre todo en sus relaciones familiares, con su madre y con su pareja en concreto.

No es una novela de aventuras, ni space ópera, ni de grandes héroes carismáticos. Son pequeños, relativamente, hombres y mujeres las que forjan, la mayoría de las veces, el destino. Benford así nos lo muestra.

Cronopaisaje es uno de esos clásicos modernos que los aficionados han de conocer. La reedición actual es una buena manera de hacerlo.

jueves, enero 07, 2010

DIASPORA


DIASPORA
GREG EGAN
GRUPO AJEC

Después de que el lector termine Diáspora podrá darse cuenta que la literatura de ideas aún tiene argumentos y desarrollos para poder estar en la vanguardia de la literatura especulativa.

Esta declaración viene dada por la lectura del último libro publicado en España, por la editorial AJEC, de Greg Egan aunque data su escritura de 1997. Egan siempre ha sido un autor cuya obra ha estado determinada por lo que denominamos ciencia ficción Hard, que es aquella que se fundamenta en las especulaciones con una base científica sólida extrapolada de nuestros conocimientos actuales en las áreas de las que trata el texto. Novelas como Cuarentena, Ciudad Permutación o El Instante Aleph son buenas representantes de esta tendencia de Egan por las ciencias físicas.

Diáspora narra un futuro de la humanidad, unos mil años después de nuestra época, en el que ésta se ha divido en tres razas dominantes: las inteligencias informáticas, provenientes de esquemas mentales humanos, artificiales, los gleisners –entidades informáticas pero que viven en un cuerpo, y los carnosos. Estos últimos, aunque con modificaciones para acondicionarse a los diversos ecosistemas planetarios, son los que conservan lo que ellos denominan “esencia de la humanidad”. Las tres razas viven en una armonía relativa. Cuando un problema estelar acecha a un grupo de humanos carnosos es cuando se va a desencadenar el desencuentro en un principio y la unión posterior para solventar el grave devenir del universo.

Tal vez lo mas interesante de la novela esté en la descripción detalla y sistemática, de las formas de vida de las mentes digitalizadas. En Ciudad Permutación se adelantaba la posibilidad de digitalización de la mente humana. Aquí se profundiza mucho más en este sentido, y nos presenta una sociedad que es radicalmente diferente de la humana. ¿En qué se podrían ocupar unas mentes con base informática? ¿Dormirían? ¿Tendrían sentimientos, sensaciones, dolor? Todas estas cuestiones son varias de las que se dirimen en este denso texto.

No es una novela para principiantes ni para los que gustan mas de la aventura que de la discusión sobre teorías físicas de vanguardia, y también de teorías filosóficas sobre el universo y su significado. La ventaja que tiene Egan sobre otros autores es que sus teorías inventadas – por ejemplo la teoría de Kozuch sobre agujeros de gusano-, que desarrolla profusa y profundamente, son “plausibles” en el contexto en el que se desarrolla la novela. La búsqueda del conocimiento por parte de las tres civilizaciones humanas para evitar la catástrofe es el leit motiv fundamental que eleva a la ciencia a la categoría de imprescindible para la supervivencia. En ese sentido, el autor es un optimista antropológico que ve la tecnología y la ciencia como motores principales de la pervivencia de la especie. Si somos los más débiles del reino animal, solo la capacidad de inventiva y de nuestro desarrollo de máquinas que suplan nuestras carencias serán las que nos puedan salvar de la aniquilación. Y el escenario que presenta Egan es muy apocalíptico.
(c) Alfonso Merelo 2009

sábado, enero 02, 2010

A VUESTROS CUERPOS DISPERSOS

MIS CLÁSICOS DE CIENCIA FICCIÓN

A vuestros cuerpos dispersos.

Philip José Farmer


El concepto de fix-up es relativamente desconocido para los castellanohablantes. En el mundo anglosajón de la ciencia ficción es una manera bastante corriente de presentar novelas. En esencia se trata de escribir historias cortas, sobre una misma materia o temática, que posteriormente se ensamblan en una unicidad en forma de novela. El ejemplo mas conocido es “Crónicas marcianas” de Ray Bradbury, una unión de relatos escritos en diferentes periodos de tiempo, pero que guardan una unidad absoluta.

A vuestros cuerpos dispersos” y también su continuación “El fabuloso barco fluvial”, se comenzó a escribir para la revista “Worlds of Tomorrow” y se publicó en enero de 1965 con el título de “The Day of the Great Shout” (“El día del gran grito”). Este relato aparecería como la primera parte de la novela que se editaría en USA en 1971. La segunda parte, “The Suicide Express” (“El expreso de los suicidios”) aparecería en julio de 1967. Junto con The Felled Star I & II (“La estrella caída I y II”), que se publicarían con el título de “The Faboulus Riverboat“, componen los orígenes de la historia que después se ampliaría y sería conocida como “The Riverworld” (El mundo del Río).

La historia comienza cuando Richard Francis Burton, el aventurero y explorador del siglo XIX y descubridor de las fuentes del Nilo, despierta en un entorno similar al de Neo en las cápsulas de la película Matrix. Sin saber qué es lo que está pasando, es aturdido por un humano que viaja en una nave flotante y su siguiente despertar es una playa donde se encuentran multitud de humanos, desnudos y sin pelo, con un cilindro metálico al lado y unas extrañas piedras a su alrededor.

La humanidad, desde los neandertales hasta el tiempo actual, ha sido resucitada en un mundo que no es la Tierra y en esencia es un río, con elevadas montañas a cada lado del cauce, que trascurre desde el polo norte hasta el sur. La presencia de un extraterrestre, el taucetano Monarch, hace comprender al protagonista que esa resurrección no es la prometida por el dios cristiano, sólo es un extraño mundo en el que deberá sobrevivir.

La novela, o las novelas, son un interesante ejercicio de reconstrucción histórica, no referida a la Historia en sí, pero si a personajes que dan mucho juego. En muchos aspectos casi podríamos hablar de ucronía pues estos personajes son analizados y enviados a una época –planeta- diferente y sometidos a una experimentación social para observar su comportamiento. En este aspecto, Farmer se muestra como un interesante descriptor de caracteres. En realidad sólo contextualiza personas en otro entorno. Estas personas, lejos de comportarse de manera diferenciada, evidencian, al menos para el autor, que, independientemente de la situación, los seres humanos siguen siempre esquemas que parecen prefijados de antemano. La violencia es un carácter impregnado en lo mas profundo de nuestro ser y así se nos muestra a lo largo de las aventuras. La última intención de los resucitadores, que descubriremos avanzada la novela, es hacer que la humanidad avance. sin emabrago, ésta se muestra remisa a avanzar hacia formas mas evolucionadas de raciocinio.

Farmer es capaz de aproximar al público actual figuras históricas reales que, para él y para los todos, son estereotipos del carácter humano y, desde luego, interesantes en sí mismas. Además de Burton veremos a Samuel Clemens (Mark Twin), Alice Hargreaves (la inspiradora de “Alice in Wonderland”), Joseph Goebbels (ministro de propaganda del régimen nazi), Cirano de Bergerac (el fabuloso espadachín autor de “Viaje a la luna”) o el Rey Juan (pretendiente al trono de Ricardo Corazón de León). Todos estos personajes reales interactuarán con todos los inventados, empezando por Monarch, el extraerrestre taucetano, o Peter Frigate, un trasunto del propio Farmer.

La novela, y sus continuaciones, son pura aventura. Siguiendo a Burton, éste, intentará buscar el nacimiento del río planetario acercándose al polo norte y embarcando en su empresa a diversos protagonistas.

Si “A vuestros cuerpos dispersos” y “El fabuloso barco fluvial” son grandes novela de aventuras de ciencia ficción, pocas veces superadas en su magnitud y potencia, las continuaciones, que pretenden explicar lo que ni el mismo autor pretendía contar cuando comenzó a narrar, dejan un amargo poso en el lector. Sin ser “abominables, si que dejan mucho que desear. “El oscuro designio”, “El laberinto mágico” y sobre todo “Dioses del mundo del río” son intentos de continuar sin tener mucha idea de adonde se puede llegar. “A vuestros cuerpos dispersos”, sin embargo, es una muestra de las posibilidades de la ciencia ficción en muchos de los campos de la imaginación. Como muestra sociológica es somera, pero describe de alguna manera las ambiciones y miserias de los seres humanos. Farmer nos hace asequibles y agradables los personajes, desde el bruto decimonónico Burton hasta la puritana, que no lo es tanto trasladada a otro entorno, Alice. En todos las caracterizaciones el autor nos va mostrando su propia idea en torno al sexo, el machismo, la democracia o el totalitarismo. La desinhibición de todos sus personajes en torno al sexo está en plena concordancia con otras obras “Los amantes” o “Relaciones extrañas”.

De la misma se ha realizado una miniserie para televisión en la que el personaje principal pasa a ser una astronauta norteamericano. Es una refundición de las dos primeras novelas en la que el Rey Juan también ha sido sustituido por Nerón.

El mundo del río” es una saga espectacular con dos primeros libros inolvidables.

Philip Jose Farmer. (1918-2009)

Nació en 1918 en North (Indiana, EE.UU.) y fue un escritor adscrito al género fantástico desde que publicara “Los amantes” en 1952 que narraba los amores de un terrestre con un ser de otro planeta. Como característica general de su obra se puede decir que fue el primero de los autores norteamericanos de ciencia-ficción que trató el sexo de una forma mas o menos explícita. Se le acusó de escribir pornografía, siendo esta observación totalmente injusta e injustificada.


En su obra solía usar personajes reales o preexistentes. En “The Other Log of Phileas Fogg” se encarga de rellenar la lagunas existentes en la obra de Jules Verne “La vuelta la mundo en ochenta días” y en “A Barnstormer in Oz” usa al hijo de Dorothy que llega a Oz debido a un accidente de avión. Tarzán compartirá protagonismo con Sherlock Holmes en la novela “The Adventure of the Peerless Peer”. Escribió tambien dos biografías de Tarzán y de Doc Savage tituladas. “Tarzan Alive” y “Doc Savage: His Apocalyptic Life”.

En su haber contó con cuatro premios Hugo, al mejor nuevo valor de la CF y por “Los amantes”, “A vuestros cuerpos dispersos” y “Jinetes del salario púrpura”, además de un premio Nébula como “Gran Maestre de la ciencia ficción” y el premio World Fantasy.

Philip Jose Farmer falleció el 25 de febrero de 2009 en Peoria (Illinois). Contaba con 91 años cumplidos.


Bibliografía en castellano

A vuestros cuerpos dispersos (1986)

El fabuloso barco fluvial (1986)

El oscuro designio (1987)

El laberinto mágico (1988)

El mundo del río y otras historias (1989)

Dioses del mundo del río (1989)

Los amantes (1976)

Las ballenas volantes de Ismael (1989)

Cuidado con la bestia (1987)

Relaciones extrañas (1986)

Dare (1978)

El día que se detendrá el tiempo (1992)

El hacedor de universos (1989)

La imagen de la bestia (1987)

Noche de luz (1979)

La torre negra (1990)



miércoles, diciembre 30, 2009

FARENHEIT 451

MIS CLÁSICOS DE CIENCIA FICCIÓN

FAHRENHEIT 451

Ray Bradbury


Ray Bradbury es uno de los clásicos indiscutibles de la ciencia ficción que, según muchos críticos, ha trascendido el género. Pienso que no es cuestión de trascendencia, y sí de buen hacer. Si un escritor es bueno, el género al que se adscriba o no es indiferente.


La novela, corta –son apenas 200 páginas- se empezó a fraguar, tal y como indica el propio Bradbury en el posfacio a una edición de 1993, en la biblioteca de la universidad de UCLA cuando, con una máquina de escribir alquilada, dio forma a la novela en apenas nueve días. El armazón partía de unos cuentos ya escritos y algunos publicados, como Usher II, incluido en su otra magna obra Crónicas Marcianas. El editor pidió una ampliación de la misma y ésta pasó de 25.000 palabras al doble, justo cuando Bradbury iniciaba su colaboración con John Huston para el guión de la película Moby Dick.


La historia está protagonizada por Guy Montag que es un bombero muy especial, especial porque, aunque reúne toda la parafernalia de un bombero al uso, uniformes, automóviles etc., su tarea, y la de sus compañeros, consiste en destruir toda clase de libros que, en ese futuro distópico, están prohibidos y perseguidos. Montag es eficaz en su trabajo, pero una serie de sucesos le harán dudar de su misión y pasará de ser un eficiente empleado a un rebelde perseguido.


Escrita en 1953 refleja el idealismo que poseía el autor en aquella época, idealismo que ha ido atenuando y perdiendo con el paso de los años. Bradbury incide en dos puntos básicos que desarrolla muy extensamente. De un lado tenemos el pesimismo que supone la descripción de una sociedad masificada y sin alicientes. Una sociedad “lúdica” en la que prima el pensamiento único y dirigido por el Estado. En un hipotético futuro, que parece que nos ha alcanzado, los medios de comunicación, fundamentalmente la televisión, proporcionan programas “dirigidos” y “digeridos” para un público que se limita a mirar sin cuestionar o pensar en lo que está viendo. Esa sociedad se mueve por inercia sin tener un objetivo ni una meta. Es una sociedad alienada en la que nada importa mucho. Tan alienada que los intentos de suicidio por ingestión de “drogas” están tan a la orden del día que son tratados por simples operarios y no por médicos. La crítica feroz va dirigida contra la sociedad norteamericana de la época, en la que el autor comienza a ver signos de desgana y desgaste. Y se anticipa proféticamente a los contenidos medíaticos actuales a base de reality shows y programas de variedad “rosa” o deportivos que poco o nada aportan al espectador.

El otro punto fundamental es la rebelión contra el sistema establecido. En 1953 los USA están incursos en al guerra de Corea, una guerra contra el comunismo que implicita que, aparte de las motivaciones económicas, el gobierno norteamericano se decanta por una forma de pensar diametralmente opuesta a la de la URSS, pero que implica también que nadie se puede alejar de la norma y del pensamiento oficial –recordemos el McCarthysmo-. Bradbury recrea esa época negra en la que se acusaba y se condenaba al ostracismo a los “desviados” de pensamiento. Montag, gracias a los personajes que va encontrando - su vecina Clarisse, el profesor de filosofía Faber e incluso el capitán Beatty, comienza a pensar de manera independiente y “peligrosa”. El mismo capitán le advierte del peligro en el que se va a ver en vuelto si sigue esa conducta extraña. Aún así nuestro protagonista intenta buscar la verdad por otros caminos porque como él dice “Debería ser feliz, lo tengo todo y sin embargo noto que algo me falta”. Esa falta, esa carencia, es la libertad de decisión, o lo que es pero la libertad de elección, ausente en esa sociedad puesto que sólo hay un camino. El capitán Beatty explica muy bien cómo se llegó a ese estado de cosas:

Se abreviaron los años de estudio, se relajó la disciplina, se dejó de lado la historia, la filosofía y el lenguaje... La vida es lo inmediato, sólo el trabajo importa. Divertirse, sí, pero después del trabajo. ¿Por qué aprender algo salvo apretar botones, insertar llaves, ajustar tornillos y tuercas?”

Como novela de ciencia ficción nuestro autor usa muchos de los iconos del género, como puedan ser los robots –el Sabueso Mecánico, terrible robot que persigue a los infractores-, o la extrapolación de los programas de televisión (totalmente interactiva) llevada a un nivel que, aún, no conocemos, pero que anticipa, como ya hemos indicado, fenómenos como Big Brother.

Bradbury nos obsequia con un final esperanzador. El conocimiento, el pensamiento de los clásicos, perdurarán mediante la mas común de las habilidades humanas: la memoria. En definitiva un canto a las habilidades puramente humanas, una esperanza en la reacción y habilidad del hombre.

Raymond Douglas Bradbury

USA (1920- )

Es uno de los autores clásicos de la ciencia ficción norteamericana. Desde pequeño se vio atraído por la literatura, primero como lector, y después como colaborador en emisoras de radio, donde prestaba su voz narrando cuentos para niños. Publica sus primeros relatos en 1938 (en un fanzine propio) y su primer trabajo literario remunerado se publica en 1941 en la revista Super Sciencie Histories. Esta primera historia tiene como tituló Péndulo. A partir de 1943 vive de lo que escribe (quién pudiera), recibiendo el premio a la mejor novela norteamericana en 1945 por The Big Black and White Game.


Bradbury marca para muchos estudiosos la mayoría de edad y la consolidación como género de la ciencia ficción norteamericana, mayoría de edad que coincide con la expansión del género en el resto del mundo. Es una de las personalidades indiscutibles que trasciende los encorsetamientos del género y que no es desdeñado por la crítica ajena al mundillo de la ciencia ficción. Es un autor reconocido en los ámbitos mas generales de la literatura y como bien escribe Pablo Cappanna1 «... es una auténtica personalidad poética que canaliza todos los temas de autores anteriores en función de una sensibilidad muy personal y una actitud de rebeldía ante el american way of life ».

Uno de los motivos para que fuera, y sea, considerado y reconocido fuera del círculo “sectario” de la ciencia ficción fue su habilidad u oportunidad para publicar al margen de las revistas de género. Desde el principio, casi siempre, sus obras fueron editadas en revistas de gran tirada, las denominadas slick-paper magazines (la prestigioso Play Boy, entre otras). Esto hizo que pudiera acceder a público no especializado que extendió su obra y que produjo un reconocimiento fuera del “ghetto” del género.

Su amplia producción literaria se basa sobre todo en los relatos o cuentos cortos, aunque también escribe novela. Entre los múltiples premios recibidos el mas reciente es la National Medal of Art (Medalla Nacional del Arte) que recibió en el despacho oval de Casa Blanca y de manos del presidente George W. Bush, honor mas que dudoso, ya que estoy prácticamente seguro que el citado presidente no sabía ni quien era Bradbury.

Su bibliografía en castellano es mas que amplia, entre otras podemos destacar El árbol de las brujas (1993 y 2002), Armstrong (2006) , Ayermañana: respuestas evidentes a futuros imposibles (1997) , Cementerio para lunáticos (1993 y 2002) , Conduciendo a ciegas (1999), Crónicas marcianas (1992, 1997, 1998, 2001, 2002, 2004 y 2005), Cuentos de dinosaurios (1988) , Cuentos del futuro (1987), Cuentos espaciales (1994), De las cenizas volverás (2002) , Las doradas manzanas al sol (1993, 1996 y 2002), Fahrenheit 451 (1987, 1991, 1992, 1994, 1995, 1996, 1997, 2000, 2004, 2005 y 2006), Fantasmas de lo nuevo (1986, 2000 y 2002), La feria de las tinieblas (1986, 1992 y 2002), Hielo y fuego (1986), El hombre ilustrado (1998, 1991 y 2002), Las maquinarias de la alegría (1993 y 2002), El maravilloso traje de color vainilla y otras obras para hoy, mañana y después de mañana (2003), El país de octubre (1994 y 2002), Remedio para melancólicos (1992 y 2003) o El vino del estío (1996)

(c) Alfonso Merelo 2006-2009

1 CAPPANA, PABLO. El sentido de la ciencia ficción. Columba. Buenas Aires 1966

miércoles, diciembre 23, 2009

MERCADERES DEL ESPACIO



MIS CLÁSICOS DE CIENCIA FICCIÓN

MERCADERES DEL ESPACIO

Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth

Cuando se comenta que el neo conservadurismo, el movimiento neo-con, basado en la economía ultra liberal, es un “invento” relativamente reciente no se puede dejar de pensar que los autores, al menos algunos, de ciencia ficción, no sólo predijeron este movimiento económico sino que lo describieron con pelos y señales en la lejana década de los 50.

En 1953 se publica “Mercaderes del espacio”, una novela que basa su argumento en las disputas comerciales de dos mega corporaciones de publicidad. Estos publicistas son los que gobiernan el mundo por encima de las naciones y, por supuesto, de los gobiernos que son meros títeres de ellas. Cuando vemos los movimientos de globalización existentes, las multinacionales que están en todos los países y los movimientos conjuntados de la economía en el mundo, no se pude dejar de pensar en cuan “proféticos” fueron estos dos autores.

En la novela se cuenta la historia de Mitchell Courtenay, un alto ejecutivo publicitario de la Sociedad Schocken, que tiene como marca de sus productos la denominada Astromejor Verdadero. Courtenay es el encargado de realizar la campaña publicitaria para la colonización del planeta Venus, que recientemente ha sido terraformado. Este ambicioso proyecto le llevará al enfrentamiento con la sociedad Tauton, rival de Schocken. Lo que comienza en un enfrentamiento comercial, se verá convertido en una lucha por el poder absoluto. El que gane esta batalla, ganará la guerra.

“Mercaderes del espacio”, su título es absolutamente engañoso pues no se trata en modo alguno de una space-opera, traza una línea en la ciencia ficción de la época. Es una novela muy madura alejada de los estereotipos de la aventura con tintes épicos que se prodigaba, con excepciones contadas, hasta ese momento. Las ciencias no experimentales, en este caso la sociología de masas, entran de lleno en el género para quedarse. Las reflexiones sobre el poder, o mas bien sobre quién tiene el poder, arrojan una lucidez de pronóstico extrema cuando denuncian el poder omnímodo del capitalismo mas salvaje que, usando la democracia como mero teatro de operaciones, simplemente desprecia el factor humano, reduciéndose únicamente la ecuación hacia un término simple: el poder por encima de todo. El poder que proporciona el condicionamiento consumista del pueblo que solo es importante en función de su posibilidad de comprar los productos. Es el consumidor puro y duro sin ningún derecho salvo el de trabajar para consumir. Si esto no es una predicción mas que acertada del estado actual de la economía, no conozco ninguna otra que se haya, siquiera, acercado lo que se describe en esta novela.

Sin embargo, lo que parecería una crítica despiadada al capitalismo mas brutal, se ve modificada, dulcificada si se quiere, por el “savoir faire” de las individualidades a las que tanto son adictas los norteamericanos. Pese a todos los inconvenientes es Courtenay el que nos salvará a todos. Una única persona es capaz de revertir, en cierta manera, el impulso de una sociedad. Nuestro protagonista, siguiendo los mismos caminos marcados por los héroes de acción norteamericanos, afrontará el peligro en solitario y logrará, gracias a su genio superior, “salvar” a la humanidad, o mejor dicho a su empresa que de eso es de lo que se trataba.

En “Mercaderes del espacio” se produce una reproducción, aunque a nivel de trust empresarial, de la guerra fría en la que los USA y la URSS estaban envueltas en la década de los años 50. Schocken representa a los Estados Unidos mientras que Tauton es la metáfora de la URSS. La una, pese a sus defectos, es la “buena”. Sus trabajadores viven un poco mejor, mientras que la otra es mucho mas despótica e inhumana. Incluso en una descripción de malas practicas capitalistas, se produce gradaciones diferenciadoras.

La novela es uno de los mejores exponentes de la “buena” ciencia ficción que se escribió en la década de los años 50. De imprescindible lectura para todos.


Frederick Phol

Nació en Nueva York en 1919 y nunca tuvo una formación académica especializada. Esa falta de formación fue suplida por sus incesantes lecturas que le proporcionaron una cultura autodidacta. Fue fundador del grupo de fans de la ciencia ficción denominado Futurians junto a C. M. Kornbluth, Damon Knight e Isaac Asimov. A la corta de edad de 19 años sería nombrado editor de Astonishing Stories y Super Science Stories. Posteriormente sería editor de IF y de Galaxy.

Entre su éxitos se encuentran las novelas “Pórtico”, que originaría la endeble saga de los hechee, “Homo Plus”, “Los años de la ciudad” o “La llegada de los gatos cuánticos”

Bibliografía en castellano

Pórtico (1981, 1999, 2001, 2005, 2006)

Mercaderes del espacio (1982, 2002, 2006)

Los años de la ciudad (1986)

La guerra de los mercaderes (1987, 1991)

El encuentro (1988)

Terror (1988)

Trás el incierto horizonte (1988)

Los anales de los Heechees (1988)

El día que llegaron los marcianos (1991)

Trilogía del reverendo Hake (2003)

La plaga de Midas (2003)

Jem (2003)

(C) Alfonso Merelo 2006-2009

lunes, diciembre 21, 2009

EL REBAÑO CIEGO


MIS CLÁSICOS DE CIENCIA FICCIÓN

EL REBAÑO CIEGO

JOHN BRUNNER

La reciente edición de esta novela, escrita en el lejano 1972, es una buena ocasión para poder comentarla en esta sección de clásicos, no sólo por que es un clásico indiscutible sino por su escalofriante vigencia en muchos aspectos.

¿Les ha cogido por sorpresa el cambio climático? Les puedo asegurar que a los lectores de “El Rebaño ciego” desde luego que no.

En la ciencia ficción se da un fenómeno, tal vez podamos llamarlo subgénero, que trata de reflejar que el mundo del mañana es -será- catastrófico en muchos sentidos. En este sentido se diría que existe “una escuela catastrofista” que ha producido obras mas que interesantes en el ámbito del fantástico. Entre otras podemos citara a “El día de los trífidos” –John Wyndham-, “La muerte de la hierba” -John Christopher-, “El cuento de la Doncella” -Margaret Atwood-, “Hola América” -J.G. Ballard-, “Hagan sitio, hagan sitio” de Harry Harrison e incluso “Ensayo sobre la ceguera” del premio Nobel José Saramago.

El rebaño ciego” se inscribe plenamente en este tipo de género catastrofista. Pero no es una novela exclusivamente de catástrofes; es una novela de personajes perdedores que ven como el mundo que conocen se desmorona sin que puedan hacer nada por impedirlo.

En un futuro próximo, nuestro presente de comienzos del siglo XXI, la contaminación obliga a ponerse una máscara antigás para salir a la calle, mientras que la mortandad infantil crece de manera exponencial. La humanidad se muere y todos parecen aquejados de alguna enfermedad entre las que destaca una diarrea crónica. La economía mundial se basa en la venta de medicamentos y de “soluciones” para respirar. No se hace nada contra la contaminación medioambiental, pero se venden trajes y filtros que protejan de la misma. ¿Les suena conocido?

Este es el ambiente en el que viven los protagonistas. Los Estado Unidos de Norteamérica afrontan su mayor cataclismo sin que el gobierno pueda hacer mucho para remediarlo. La tensión social es uno de los condicionantes de toda la trama. El universo social se ha polarizado mucho mas que en nuestra sociedad de manera que el tercer mundo existe ya en esa sociedad avanzada. No es una cuestión de países sino de clases sociales contrapuestas. La clase “alta” sobrevive gastando y usando tecnologías paliativas que amortiguan el impacto del entorno. La clase “baja” prácticamente está abocada a una lenta agonía plagada de enfermedades sin posibilidad de cura. Son enfermedades procedentes de la miseria en la que vive el mundo: disentería, malaria, tifus, enfermedades cutáneas, resfriados sin cura, afecciones bronquiales, todas derivadas de la degradación del medio ambiente. Son los niños, lógicos destinatarios de estos males, los que más sufren las embestidas del medio ambiente.

En este panorama sombrío, hay un grupo ecologista, tildado por el gobierno como terrorista – lo son en realidad pero ejercen una mas que justificada autodefensa- que intenta demostrar, y concienciar, al público de la improrrogable necesidad de modificar las pautas de comportamiento para evitar las consecuencias funestas que cada vez se manifiestan con mayor intensidad.

Brunner utiliza una estructura en fragmentos, como ya usara en su impresionante “Todos sobre Zanzíbar”, intercalando episodios de diferentes personajes muy alejados entre si que convergen lentamente en un nudo principal. Entre estas situaciones se entremezclan noticias de prensa, de televisión o anuncios publicitarios que, incluso con mucho humor, perfilan una sociedad conformista y profundamente “ciego”. Indudablemente el título de la novela, en el original “The Sheep Look Up” es muy significativo y resume en pocas palabras lo que nos cuenta el autor en el texto. Este “rebaño” se ve sin ningún tipo de esperanza en el futuro, pues los teóricos sucesores –los niños- no serán capaces de relevarlos en la tarea de preservar siquiera la especie.

El rebaño ciego” se puede clasificar como uno de los clásicos imprescindibles de la ciencia ficción. No encontraremos naves espaciales, ni bellos escenarios galácticos. Todo lo contrario. El ambiente creado es opresivo, desagradable y “sucio”, muy alejado de otros escenarios amables de la ciencia ficción. En este mundo la tecnología no ha solucionado los problemas; los ha agravado hasta extremos insoportables. La novela es de las que se consideran intemporales. Da igual que se escribiera hace mas de 30 años, es intemporal, no por el tema que trata –que puede ser actual o no- , sino por la facilidad con la que nos introducimos en la historia y la empatía que inmediatamente lleva a los lectores a identificarse con algunos de los personajes. Leída ahora, - parafraseando el título de la película de Richard Fleischer-, cuando el destino nos ha alcanzado, puede parecer casi profética, en cierta medida, pues las consecuencias del cambio climático está ahora mismo poniéndose de manifiesto en nuestro entorno. La novela no aporta soluciones, no existe un “deus ex machina” que en el último momento salve a la humanidad de su destino. El final es tan abrupto como ¿divertido? La moraleja, tan previsible en este tipo de relatos, nos es hurtada por una vuelta de tuerca que no deja lugar a la imaginación; el “rebaño” llega a su redil y este es tan desesperante como se nos ha venido informando a lo largo del desarrollo narrativo.

Un clásico inolvidable.

John Brunner (1934-1995)

Nacido en el Reino Unido es uno de los principales escritores que se adhieren al movimiento de la New Wave. Como escritor de esta corriente se interesa por la psicología de los personajes, mas que por sus aventuras o desventuras. Éstos son, generalmente, gente común enfrentadas a un problema complicado.

Los temas preferidos en su obras tratan de sociedades enfrentadas a problemas ecológicos, de superpoblación o que afectan al futuro cercano de la humanidad. Escribió la llamada “Trilogía del desastre” compuesta por la novelas "Todos sobre Zanzíbar" (Stand on Zanzibar, 1968), "Órbita inestable" (The jagged orbit, 1969) y "El Rebaño Ciego"


Es indudable que Brunner fue muy visionario respecto del desarrollo social en general. "El Jinete de la Onda de Shock", de 1975, contiene una descripción muy detallada de lo que es el futuro informático, muy parecido al que disfrutamos actualmente. Sus extrapolaciones producen asombro a los lectores actuales ya que se muestran mas que acertadas en sus premisas.

Bibliografía publicada en España

El rebaño ciego (1982, 1987)

Orbita inestable (1985)

El jinete en la onda del Shock (1985, 1988)

Jugadores del juego de la gente (1987)

Todos sobre Zanzibar (1987, 2002, 2006)

Las casillas de la ciudad (1992)

El hombre completo (2002)

(C) Alfonso Merelo 2006-2009


jueves, diciembre 17, 2009

EL JUEGO DE ENDER


MIS CLÁSICOS DE CIENCIA FICCIÓN

EL JUEGO DE ENDER

Orson Scott Card


El juego de Ender es una de las más conocidas novelas del autor norteamericano Orson Scott Card y la que le dio reconocimiento y fama mundial.

La historia es sencilla de resumir pero, como intentaré reflejar posteriormente, pese a su sencillez originaria el desarrollo narrativo complicará la trama que se alejará de los estereotipos convencionales.


La Tierra está en guerra contra un raza extraterrestre, a la que se denomina los “insectores”, y que tienen mucho parecido con una colmena, pues tienen una mente colectiva. Para vencer la amenaza se está entrenando soldados en una base secreta. Los soldados son adiestrados desde niño y el mas sobresaliente de ellos es Ender.


La novela es una muestra de la habilidad del autor en expresar los sentimientos de los personajes, aunque pueda en algunos casos resultar demasiado almibarado. Resulta muy entretenida y de ágil lectura siendo en algunos casos equiparable con las técnicas de escritura del Bet-seller: capítulos cortos, cambio de escenario rápido etc.


La historia es una mas de las muchas en las que se produce un aprendizaje. Ender parecido a otros niños sometidos a la disciplina escolar, aunque en este caso es instrucción militar. Ender representa la inocencia primitiva que va siendo modelada y modificada por el contexto que le condiciona. También funciona como metáfora de la sociedad en general puesto que al poder sólo le interesa el resultado final su resultado, independientemente de las consecuencias. El fin justifica los medios. Este camino iniciático tiene su paralelismo con la religión mormona que profesa el autor. El aprendizaje de Ender puede resultar una modificación de lo que se supone que le ocurrió al fundador de la religión mormona Joseph Smith. Como él, el protagonista, pese a su juventud –casi un niño- se convierte en líder que es seguido con fe –no tiene otra explicación aunque sea fe en la “ciencia”- por multitud de personas que le obedecen ciegamente. Sus compañeros pasan a ser una suerte de apóstoles que van a seguir sus enseñanzas, aunque en rigor habría que decir que es una enseñanza puramente militar.


El personaje principal, y sus hermanos, son personajes predestinados. Han sido modificados genéticamente para disponer de todos sus potenciales, que les permitan, sobre todo a Ender, cumplir la misión. En el tratamiento de los personajes, y sobre todo en sus reflexiones interiores es donde la novela se muestra mas acertada. Como ya comentamos, Card se expresa muy bien narrando los sentimientos que mueven a los personajes. Los miedos, los rencores, las obsesiones y sobre todo la indefensión de un niño condenado a convertirse en adulto por necesidades que le son ajenas. La infancia perdida es uno de los temas que subyace en la obra. De hecho el posterior desarrollo del personaje en las novelas posteriores “La voz de los muertos” o “Ender el Xenocida” responde en mucha medida a los traumas que generan en él el entrenamiento y, sobre todo, la resolución de la aventura en la que su participación, involuntaria, provoca un terrible desenlace.


El argumento se desenvuelve también alrededor de la mentira. La mentira que se le expone a cada paso al protagonista y que este va descubriendo poco a poco para ser engañado una vez mas. Es, sublimada, la mentira con las que educamos a nuestros hijos. Les mentimos o al menos les ocultamos la verdad. Exactamente igual que hacen los militares, a un nivel semejante, con toda la tropa de niños en entrenamiento. En el proceso los niños se comportan como se supone que son: crueles y sanguinarios sin tener clara una moral que pueda contener sus ímpetus. Esta relativa amoralidad es aprovechada por los instructores para fabricar un soldado que sólo obedezca órdenes. Lo que ocurre con Ender, y con sus compañeros, es que finalmente, y dadas sus características de genios, son capaces de vislumbrar el engaño y la manipulación y, sólo al final, cuando todo ha terminado, librarse del condicionamiento al que han sido sometidos.


Pese a su no culpabilidad, en el sentido estricto pues desconoce el fin último de sus actos, nuestro protagonista es condenado al ostracismo. Es similar a un verdugo: la sociedad lo crea, le da poderes y sin embargo lo ve como un ser apestado indigno de vivir en la misma. Esta es la paradoja de una sociedad civilizada que crea seres “necesarios” y después abomina de ellos.


Card tambien anticipa algo muy interesante como es una suerte de Internet. A través del denominado “ansible”, un medio de comunicación instantáneo incluso a través de las estrellas, existe una red mundial de comunicaciones. Los hermanos de Ender, mediante sistemas similares a los blogs, se dedican a mantener conversaciones con los usuarios sobre los temas políticos y sociales mas candentes.


El juego de Ender se publico por primera vez como novela corta en 1977. Su posterior reelaboración la convirtió en la novela que ahora conocemos. Obtuvo los premios Nébula y Hugo en 1985 y 1986 respectivamente.


ORSON SCOTT CARD

Nació en Richland USA en 1951 y vivió en varios estados, fijando su residencia en Utah. De religión mormona ejerció durante dos años como misionero para su iglesia en Brasil. Se licenció por la Brigham Young University en 1975 y la Univesidad de Utah en 1981. Está casado y es padre de cinco hijos.

Es un autor muy prolífico y en sus obras se encuentran tanto novelas individuales como sagas a las que tan dados son la autores anglosajones. Es ganador de los premios Hugo y Nébula amén de otros premiso literarios mas. En 2005 guionizó la serie de historietas de “Ultimate Iron Man” para la Marvel norteamericana. Entre sus obras mas destacadas, Ender aparte, encontramos la fascinante ”Maestro cantor” que es, para este cronista, lo mejor de su producción.

Card emplea la maduración y aprendizaje de los jóvenes en muchas de sus obras. Se puede decir que es una constante en su obra y como ejemplos podemos nombrar la ya nombrada serie de Ender, “Maestro Cantor”, “Esperanza del venado” o la serie “Alvin Maker”.

Su saga mas espectacular, y larga, es la denominada “Saga del retorno” que también tiene influencias de los principios de la iglesia mormona.

Bibliografía en castellano:

Abyss (1990), Ender, el xenocida (1993, 2000), Gente del margen, la (1992),Hijos de la mente ( 1997, 2000), Juego de Ender, el ( 1989 ), Niños perdidos ( 1994 ), Observaciones del pasado : la redención de Cristóbal Colón ( 1998 ), Un planeta llamado traición ( 1989 ), Alvin el aprendiz ( 2006 ), Alvin el oficial ( 2006 ), El juego de Ender ( 200, 2001, 2004, 2006 ), El profeta rojo ( 2006 ), Ender, el xenocida ( 2004 ), Esperanza del venado ( 2002, 2006 ), Hijos de la mente ( 2005 ), La ciudad de cristal ( 2004 ), La llamada de la tierra ( 2002 ), La memoria de la tierra ( 2000 ), La sombra de Ender ( 2000, 2005 ), La sombra de Hegemón ( 2001, 2006 ), La sombra del gigante ( 2006 ), La voz de los muertos ( 1988, 2000, 2004 ), Las naves de la tierra ( 2002 ),Marionetas de la sombra ( 2003,2006 ), Nacidos en la tierra ( 2003 ), Retorno a la tierra ( 2003 ), Saga de los Worthing, la ( 1992 ), Traición ( 2006 ), Wyrms: un viaje iniciático ( 2005 )


viernes, diciembre 04, 2009

EN LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA


MIS CLÁSICOS DE CIENCIA FICCIÓN

EN LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA

Howard Phillips Lovecraft

Cuando se habla de Lovecraft en la mayoría de los casos se le clasifica como a un autor de literatura de terror. Sus creaciones de dioses monstruosos y extraños ha sido tomada como referencia para una serie de seguidores que han ampliado el particular universo creado por el escritor de Providence. Estas creaciones literarias se engloban en lo que se conoce como los Mitos de Cthulhu. August Derleth, escritor y seguidor de la obra de Lovecraft, sistematizó y concretó este universo mítico a la muerte del escritor, consideradao “profeta” por sus continuadores y coetáneos, los escritores del llamado “Círculo de Lovecraft”. Entre otros formaban parte del “Círculo” el propio Lovecraft, el ya nombrado August Derleth, Clark Ashton Smith, Robert E. Howard, Robert Bloch, Frank Belknap Long, Henry Kuttner, E. Hoffman Price y algunos otros.

“En las montañas de la locura” es uno de los pocos relatos largos que escribió. Es principalmente una novela de aventuras que trascurre en las heladas tierras de la Antártida.

Una expedición de la universidad de Miskatonic se adentra en la Antártida investigar sobre la geología del continente. El descubrimiento de unas elevadas montañas, y de una antiquísima ciudad, va a revelar a los expedicionarios mucho sobre el pasado de la Tierra y de la Humanidad.

Los expedicionarios encuentran un fósil, en forma de barril con un anillo en forma de estrella en la parte superior. Este fósil es el cuerpo de una raza extraterrestre que colonizó la Tierra mucho antes de que la raza humana existiera. Eran los “Elders Ones”, Los Primeros, los Primigenios o los Primordiales como se ha traducido posteriormente al castellano. La raza de los primeros dejó un testamento en forma de grabados en la ciudad megalítica que descubre la expedición. Allí los científicos descubren la realidad de la Tierra en épocas pasadas y cómo se creó la humanidad.

En “la montañas de la locura”, Lovecraft expone una serie de arquetipos que serán básicos en la ciencia ficción posterior. El principal de ellos es el considerar la creación de la humanidad por entes extraterrestres, no por Dios o dioses, en un pasado remoto. Ese arquetipo se verá posteriormente usados hasta la saciedad en el género e incluso será materia para libros seudo científicos. Otro de los iconos presentes es la rebelión contra el creador por parte de los “esclavos” trabajadores; es, una vez mas, el mito de la rebelión contra Dios de los ángeles rebeldes. Aquí son los “shogots”, criaturas similares al protoplasma primitivo, las que adquieren inteligencia que les permite ir contra los Primigenios cuando éstos están en plena decadencia. Aún otro de los estereotipos más clásicos podremos ver en este clásico: la raza de los Primigenios recibe un ataque de otra civilización extraterrestre, con forma similar al pulpo –las huestes de Cthulhu-, que los combatirá haciéndolos retroceder hasta el fondo del mar.

La novela está escrita en primera persona, narrando desde el punto de vista de uno de los científicos de la expedición, las vicisitudes de los científicos y sus terroríficos descubrimientos. En 1931, fecha de escritura del relato, aún quedaban algunos lugares del mundo por descubrir. La novela de aventuras, protagonizada por expedicionarios occidentales adentrándose en regiones inexploradas, estaba muy vigente. Y, dentro de ellas, la búsqueda de antiguas civilizaciones o mundos perdidos era una constante en lo pulps norteamericanos. La Sombra, Doc Savage, la mítica ciudad de Shangri-La perdida en el Tíbet o la “Isla del Cráneo de King Kong son algunos ejemplos de las aventuras en entornos fantásticos y lugares perdidos. “En la montañas de la locura” es una típica aventura de búsqueda, aunque con un componente de informe científico que la hace diferente. El profesor de la Universidad de Miskatonic que narra los hechos, describe de manera detallada los descubrimientos que van teniendo lugar, exactamente igual que lo haría para un artículo para publicar en una revista científica. Al descubrir los primeros fósiles de los Primordiales, éstos son descritos del siguiente modo:

“Monstruo en forma de barril de naturaleza completamente desconocida; probablemente vegetal, a no ser qué se trate de un ejemplar hiperdesarrollado de radiado marino desconocido. [...] Mide seis pies de longitud y tres pies y cinco décimas de diámetro central que disminuye hasta un pie de diámetro en cada punta. Semejante a un barril con cinco protuberancias abultadas en lugar de duelas. [...] En los surcos entre los abultamientos hay curiosas excrecencias - grandes crestas o alas que se pliegan y despliegan como abanicos. [...] Su construcción recuerda a ciertos monstruos de los mitos primigenios, especialmente a los Primordiales del Necronomicón.”

Como puede apreciarse, se hace una descripción muy técnica del ejemplar encontrado. Este tipo de descripciones se harán extensivas a los demás descubrimientos, de manera muy especial en la descripción de a ciudad megalítica que está detallada de manera muy minuciosa.

Este relato puede ser considerado una homenaje, incluso una posible continuación, a “La narración de Arthur Gordon Pym” que escribiera Edgar Allan Poe. En la novela de Poe, en el final se oye en el cielo de la Atlántida un inquietante ulular producido por, se supone que por pingüinos gigantes, que suena Tekeli-li, tekeli-li. El mismo sonido es atribuido por Lovecraft a los monstruosos shogots supervivientes. Las dos novelas terminan de la misma manera: con el siniestro sonido inventado por Poe.

“En las montañas de la locura” tuvo una difícil trayectoria hasta su publicación. En 1931 se la ofreció a la revista Weird Tales, dirigida en esa época por Wright, que la rechazó, se supone que, por su extensión. Ésta le hubiera obligado a publicar el relato en forma de serial, y esa era una política no compartida en la dirección. Por fin, cuatro años después de finalizada, en 1935 pudo venderse la obra a Astounding Stories por la cantidad de 350 dólares. A partir de ese momento adquirió la fama que se conserva hasta ahora.

Biografía

Howard Phillips Lovecraft nació el 20 de Agosto de 1890 en Providence, Rhode Island. Su madre fue Sarah Susan Phillips Lovecraft y su padre Windfield Scott Lovecraft, que ejercía cómo viajante de joyería. Al morir su padre, fue educado por su madre y por su abuelo. A los dos años ya recitaba poesía y era capaz de escribirla a los siete. “Las mil y una noches" le marcó tanto que en sus primeros escritos usó el seudónimo de "Abdul Alhazred", personaje de la obra y que reconvertiría en al ficción en el “árabe loco” autor del famoso "Necronomicon". En 1907 escribe una columna astronómica semanal para el periódico Pawtuxet Valley Gleaner. Tambien colabora en el Providence Evening News, The Asseville y el Gazette News ya en 1915.

1917 es el año en que comienza su producción de ficción con los relatos "La Tumba" y "Dagon". A raíz de estos escritos, Lovecraft escribirá de manera regular durante los años siguientes, centrándose fundamentalmente en la poesía y el ensayo. Después de su boda, y de vivir una temporada en New York, vuelve a Providence, aunque esto le supone, al cabo de tres años, el divorcio. En este periodo es donde escribe la mayoría de sus relatos fantásticos. Entre sus relatos mas conocidos están "La llamada de Cthulhu" de 1926 y "En la noche de los tiempos" –1934- o las "Las Montañas de la Locura" –1931-. En Nueva Inglaterra fue admirado y encontró un lugar entre escritores más jóvenes como August Derleth, Donald Wandrei, Robert Bloch o Fritz Lieber.

Lovecraft falleció en 1937 a consecuencia de un cáncer de intestinal.

Bibliografía en castellano

El caso de Charles Dexter Ward (1997)

El color que cayó del cielo (1973, 1988, 1996)

En la cripta (1999)

En las montañas de la locura y otros relatos (1990, 1997)

La extraña casa de la niebla (1991, 1997)

Hongos de Yuggoth (1988, 1994)

El horror de Dunwich (1992, 1997)

Horror en el museo y otras colecciones (1996)

El intruso y otros cuentos fantásticos (1996)

La llama de Cthulhu y otros cuentos de terror (1997)

Muerte con alas (1985)