martes, junio 18, 2013

Noches de sal


Noches de sal
David Mateo
 

Traemos a nuestras reseñas mensuales dos novelas que transcurren en dos ciudades singulares una en el Mediterráneo y otra en el Atlántico. La primera es Valencia y la segunda Cádiz. Dos ciudades totalmente diferentes entre si tanto en sus habitantes como en sus calles, pero ambas hermanadas por el mar y por el fantástico. De Cádiz hablaremos en la siguiente reseña y nos centraremos en David Mateo y Valencia en esta primera.

David Mateo es un escritor que lleva ya unos años desgranando sus textos y mostrando que escribir es sinónimo de mejorar. Hay un abismo entres sus primeras obras y las actuales. El oficio se nota y resulta muy agradable para le lector sumergirse en las obras de este autor valenciano que en estas Noches de sal rinde un homenaje a su ciudad natal. La evolución del lenguaje narrativo del autor, en referencia a sus más antiguas novelas, es más que notable aquí ya que se trata de un lenguaje mucho más directo, más moderno si me apuran, y que se deja leer con gran agrado.


Nos encontramos ante un escenario urbano y terrorífico. Un escenario cercano que, como es natural, disfrutarán mucho mas los lectores que conozcan esa Valencia oscura que Mateo es capaz de trasmitir en su novela. Y es que nos encontramos con un trhiller de acción y terror al que le va como anillo al dedo los lugares recónditos de la ciudad para soltar todo su potencial. Un decorado conocido resulta mucho mas efectivo para situar a unos personajes, que como tiene que ser las van a pasar canutas.

La historia recrea dos ámbitos temporales que se unirán en un desenlace. La actualidad y el pasado se desarrollarán secuencialmente en cada uno de los capítulos. Esta estructura es muy clásica, permite ir avanzando simultáneamente en las dos historias, y le da al autor la posibilidad de mantener la atención del lector de manera que en las dos realidades lo que ocurre en una repercute casi de inmediato en la otra. De este modo se consigue una agilidad narrativa muy notable y una variedad de la acción que se expresa en las relaciones de los personajes que tienen la imperiosa necesidad de recordar su pasado, e investigarlo, para poder saber qué es lo que está ocurriendo.

Como si de un folletín decimonónico se tratara, lo es en parte, toda la trama se sostiene debido a la comisión de un pecado en el pasado que repercute en el presente de manera terrorífica. La moraleja, si es que hubo intención de ella, es que el que la hace la paga, aunque no se trate estrictamente de una historia de venganza. Pero si que es cierto que estos recursos son a la postre una interminable fuente de buenas historias y esta lo es.

Y ¿de qué trata la historia? Pues debería resumirles el argumento diciendo que se trata de una investigación de una serie de asesinatos, un asesino múltiple apodado Pilatos, por parte de un heterogéneo grupo que en el pasado han mantenido una relación mientras eran estudiantes universitarios. Este grupo es a la vez investigador y víctima del asesino. Como ya he dicho antes, el folletín se desata cuando vamos averiguando que el pasado vuelve a los personajes, pero desde luego de una manera muy distorsionada y desagradable. ¿Y el fantástico, porque hasta aquí no ha habido nada que lo delate. Mas bien parece tratarse de una novela negra? Y tienen toda la razón. Es una novela negra en un 80%, pero el componente fantástico es imprescindible para toda la historia. Estamos ante una novela negra, por su formato, fondo y recursos, que usa los iconos del terror más clásico para aderezar la narración. Días de sal es una de las novelas altamente recomendable para los lectores aficionados a uno u ambos géneros.
Publicado originalmente en la revista ScifiWorld  
© Alfonso Merelo 2011-2013

martes, junio 04, 2013

La literatura de H.P. Lovecraft en España.


La literatura de H.P. Lovecraft en España.

En este número que tienen entre manos, otros compañeros de pluma habrán hablado seguramente ya por activa y pasiva de la vida de Howard Philips Lovecraft y de su obra. Poco podría añadir yo a lo que ya se ha contado aquí, pero si que puedo, y eso es lo que me dispongo hacer, comentar la literatura del autor de Providence desde el punto de vista de un lector común, que es lo que soy ni mas ni menos.

Yo conocí a Lovecraft, su literatura quiero decir, en mi etapa de la Universidad, la primera, la de estudiante no la de ahora que también es universitaria por motivos laborales, y por medio de la editorial Alianza que en su colección libro de bolsillo, colección imprescindible en el mundo editorial español, ofreció a sus lectores en un grueso volumen titulado Los mitos de Cthulhu. La portada era de color verdoso y en su portada ya se decía que los relatos eran de Lovecraft y otros. ¡Y qué otros! Robert Bloch, Henry Kuttner, Robert E. Howard, Arthur Machen, Ambrose Bierce, Ramsey Campbell, Lord Dunsany, Hazel Heald, Robert W. Chambers, Algernon Blackwood, Clark Ashton Smith, August Derleth, Juan Perucho o Frank Belknap Long Jr. La excelente recopilación fue obra del fallecido Rafael Llopis, un estudioso de la obra de Lovecraft, que realizó un gran trabajo agrupando en tres partes diferenciadas los relatos del volumen.  En la primera se hacía un repaso sobre los autores que influyeron en Lovecraft, desde Lord Dunsany hasta Algernon Blackwood. En estos los relatos hay elementos que serían clave para el desarrollo de los Mitos; las ciudades perdidas, los seres extraños de otras dimensiones o el extraordinario Wéndigo de las leyendas canadienses. En la segunda parte disfrutamos del más interesante corpus de los mitos de la mano de su creador y de sus seguidores y amigos del Círculo de Lovecraft. Frank Belknap Long, Robert E. Howard, Clark Ashton Smith, Hazel Heald, Henry Kuttner y Robert Bloch son los autores, además de Lovecraft, de los relatos más inquietantes y que van dando forma y completando el universo terrorífico ideado por el escritor. Aunque está ausente de la selección el relato que da origen al nombre de los mitos, La llamada de Cthulhu, hay otros que permiten tener una visión de conjunto de esos dioses primigenios y sus seguidores. La última parte consta de relatos escritos tras la muerte de Lovecraft y son los que menos interés tienen, aunque no son desdeñables.

Como ya es notorio y conocido, no soy un fan acérrimo del género de terror y mi inclinación genérica se decanta mucho más hacia la ciencia ficción que a la fantasía en general. Pero Lovecraft consiguió acercarme a estos mitos que son fundamentalmente relatos de terror. Lo que ocurre es que para mi supuso encontrarme con un terror diferente. Me fascinó la ambientación; lugares remotos, parajes colosales y pueblos perdidos en los que pasaban cosas horrorosas. Esos ambientes estaban en otros relatos, pero en estos se les daba un viso de verosimilitud. Por ejemplo, se daba el caso que esos seres infernales y extraños eran conocidos por las autoridades, y éstas tomaban medidas contra ellos –en un relato se habla del ataque de un submarino a ciertos lugares de la costa donde ocurrían cosas extrañas-. Me gustaba que los supuestos dioses primigenios fueran en realidad entidades extraterrestres –aunque esto fue mas desarrollado por Derleth cuando creó a los Dioses Arquetípicos enemigos de los Primigenios-  y que se les podía enfrentar de una manera científica, aunque el desenlace era generalmente desalentador. Es un terror en el que la ciencia tiene algo que decir, supongo que de ahí viene mi querencia hacia este autor. En su única novela larga En las montañas de la locura, la temática entra de lleno en la ciencia ficción. La expedición de la Universidad Miskatonic, que efectúa una expedición geológica en la Antártida, descubre unas impresionantes montañas en las que encuentra una ciudad perdida y milenaria. Allí encuentran un fósil, en forma de barril con un anillo en forma de estrella en la parte superior. Este fósil es el cuerpo de una raza extraterrestre que colonizó la Tierra mucho antes de que la raza humana existiera. Eran los Elders Ones, Los Primeros, los Primigenios o los Primordiales como se ha traducido posteriormente al castellano. La raza de los primeros dejó un testamento en forma de grabados en la ciudad megalítica que descubre la expedición. Los científicos descubren la realidad de la Tierra en épocas pasadas y cómo se creó la humanidad. Es evidentemente un argumento clarísimamente inmerso en la mas canóniga ciencia ficción, que además retoma toda la serie de mitos de las sociedades teosóficas de la época en las que se creía en estas civilizaciones desaparecidas y precursoras de la humanidad actual.

La cosmogonía particular de los Mitos de Cthulhu desarrolló muchos dioses y seres con menos empaque a lo largo de toda su historia literaria. A ese dios que reina en  el fondo del mar le acompañaron Nyarlathotep mensajero de los dioses, Azathoth, el dios loco, Shub-Niggurath entre otros. Pero también este universo se sustenta en otras creaciones como es el conocidísimo Necronomicón, creado en la ficción por el árabe loco Abdul Alhazred. Allí están las claves para invocar a los primigenios y a sus servidores y los conocimientos más arcanos del mundo. Ese libro, y otros mas inventados, van siendo utilizados recurrentemente por los diversos autores para apuntalar una coherencia en el universo lovecraftiano.

Continuando con la edición española de Lovecraft, Alianza Editorial se lanzó a editar mas títulos de Lovecraft, y pudimos así gozar de El caso de  Charles Dexter Ward, En la noche de los tiempos, Dagón, El horror de Dunwich y otros muchos relatos recopilados en antologías de la editorial, que combinaban al autor con otros seguidores y continuadores de los mitos. La extinta Bruguera  también editó varios volúmenes de los relatos de los mitos.

Lovecraft ha sido muy bien tratado en general por las editoriales, y a lo largo de estos años han sido muchas las ediciones que se han prodigado en España. El autor es indudable que tiene tirón y que eso se conoce y respeta en el mundo editorial. Las últimas ediciones de Valdemar sobre los mitos son las mas completas e interesantes del mercado.

No puedo despedir este breve repaso como lector a los mitos, sin reiterar una vez más mi asombro por los mundos tan coherentes, a pesar de su rareza intrínseca, que creara Lovecraft. Sus relatos son absorbentes, tremendos, sorprendentes, y ¡créanme! dan mucho miedo. Me despido hasta el mes que viene dejándoles con el comienzo de una invocación a Cthulhu:
Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn, que quiere decir mas o menos En la ciudad de R´lyeh, el difunto Cthulhu espera soñando.

No lo invoquen en vano, no vaya ser que le de por aparecer.

Publicado originalmente en la revista ScifiWorld  
© Alfonso Merelo 2011-2013