lunes, junio 01, 2015

MAÑANA TODAVÍA





Mañana todavía
VV.AA 
Las distopías siempre han tenido cabida en la literatura, y en la literatura fantástica y de ciencia ficción mucho más. El último éxito del cine mundial han sido las películas referidas a Los Juegos del Hambre que son distopías duras y puras, aunque en este caso con sus connotaciones juveniles. Anteriormente pudimos ver algunos ejemplos de violencia distópica en novelas y películas como La naranja mecánica, Battle Royal, la serie Mad Max, Soylent Green, V de Vendetta o, más recientemente, La Isla. El género diatópico está de moda y es que a los humanos nos gusta anticipar como podría llegar a ser el futuro y, lo que es peor, nos gusta sufrir mucho si ese futuro es negro y despiadado. Supongo que será porque no creemos posible que nos alcance. Lo malo es que a veces, ahora mucho más, parece que nos está alcanzado. Y si las libertades se están recortando a marchas forzadas, los derechos lo mismo que los sueldos y te expulsan de los hospitales por no pagar parecería que estamos inmersos en un terrible universo distópico  que nunca hubiéramos soñado que podría ocurrir.

Hay tres distopías que destacan sobre todas las demás, y son 1984, Un Mundo Feliz y Farenheit 451. Sin menospreciar a ninguna otra, estas tres son fundamentales en el género, cada una en su estilo de ver las cosas, porque sus modelos se han repetido después en muchas otros relatos. Son la base de cualquier otra distopía escrita a posteriori. Es el pesimismo llevado a su extremo ante al falta de fe en que la humanidad pueda mejorar. Como se está viendo esa impresión pesimista parece tener una base lógica muy sólida.

Ricardo Ruiz Garzón es el antólogo de este libro y se podría decir que ha hecho una buena labor de recopilación en estos doce relatos de doce autores españoles. No están, naturalmente, todos los que son, pero es evidente que todos los que están son.  En esta recopilación inédita hay relatos para todos los gustos y paladares: unos abiertamente pesimistas y otros terribles sin más. El lector no encontrará piedad en ninguno de los cuentos, ni encontrará esperanza. Son futuros escalofriantes que proponen reflexiones sobre como podríamos evolucionar. No se dan alternativas, pero como todos los relatos de este tipo nos advierten de lo que podría pasar si seguimos así. Tal vez los lectores no podamos modificar esos futuros, pero al menos no nos cogerán por sorpresa.

Los 12 relatos que componen la antología comienzan por el relato de Laura Gallego titulado Weekids. Gallego es una autora que se ha prodigado muy poco en el relato de ciencia ficción, pero que aquí ejecuta un excelente cuento para abrir la antología.  Se describe un terrorífico mundo dominado por la popularidad en las redes sociales y sus consecuencias en el comportamiento de los jóvenes.
Al garete de Emilio Bueso es más que una distopía un relato post apocalíptico. ¿Cómo sobrevivirá la humanidad en un mundo sin tierra? Esa es la propuesta en este relato que da mucho que pensar, pese a que el final no me parezca coherente con el entorno.
2084 después de la revolución, Elia Barceló, describe un entorno en el que los hijos son elegidos a la carta a través de madres de alquiler “forzado”. La vida de estas madres es la que se nos muestra en una sociedad estratificada en castas adineradas y pobres. Aproximadamente como en la actualidad salvo que con mucha más tecnología.

Felix J. Palma nos presenta Instrucciones para cambiar el mundo, un relato que puede recordar a 1984 reconvertido al surrealista. Palma es un escritor que es capaz de escribir sobre los calendario, por ejemplo, y podemos tener la seguridad de que le saldrá un relato interesante. En este caso las profundas situaciones absurdas, e imposibles, construyen un texto que es, de lejos el mas original de todos los presentes.

Rosa Montero  retoma en El error el  universo creado en su novela Lágrimas de Lluvia. La identidad, la propia consciencia ¿pueden ser imitados de manera tal que resulten indistinguible de la realidad? Relato corto e intenso que refleja la angustia que puede producir en una sociedad tecnificada la ausencia de identidad “electrónica”.
Limpieza de sangre es la propuesta de Juan Miguel Aguilera que nos depara una sociedad en el  sur de Europ en la que el fundamentalismo islámico domina todas las facetas de la vida. Un relato de acción y espionaje con un marco muy interesante y desagradable, por cierto.
Con Camp Centur,Marc Pastor escribe el relato mas de ciencia ficción de todos. Es casi una revisitación de la novela La invasión de los ladrones de cuerpos. Es muy interesante y ha de gustar a los amantes del género aunque se antoje previsible.
Rodolfo Martínez es el autor de En el ático un relato mas semejante al cyberpunk que a una distopía de corte clásico. No obstante está muy en la línea de los relatos de Martínez en los que la acción siempre es un plus.
La historia de José María Merino, La inteligencia definitiva, me ha recordado a un gran clásico de Arthur  Clarke como es Dial “F” for Frankenstein. Es, tal vez, uno de los más flojos de la antología porque nos retrotrae a un CF antigua que puede estar ya superada.
En una Barcelona muy cambiada trascurre el relato de Susana Vallejo titulado Gracia, Una sociedad en sus límites que intenta sobrevivir a costa de modificar algunas normas sociales. Escalofriante futuro el que nos depara este relato.

Colapso de Juan Jacinto Muñoz Rengel, es un relato en el que la tecnología domina el futuro. Se podría decir que no es una distopía ya que todo está supertecnificado. Pero ¿que ocurre si esta tecnología se vuelve en contra de nosotros? Ese es el quid de la cuestión de este buen texto que nos proporciona una idea de lo que los personajes sienten en este entrono.
Por último, Javier Negrete escribe una estupenda historia anclada en un entrono de trabajo que conoce estupendamente: la enseñanza. En Los centinelas del tiempo se trata de lo políticamente correcto llevado al extremo del ridículo. Divertido e irreverente este relato ha de de hacer reflexionar sobre muchos de los aspectos educativos y sociales que a menudo nos imponemos erróneamente. Uno de los mejores relatos del libro.
 Mañana todavía en general es una muy buena muestra de la actualidad literaria española. Nuestros autores son buenos. Son tan buenos como cualquiera, y en el género que nos apasiona el relato corto es un pilar fundamental del mismo. Tener reunidos una serie de buenos relatos en esta antología es un lujo. Es uno de los libros imprescindibles del verano