jueves, abril 12, 2007

Gothika


Título: Gothika.

Autor: Clara Tahoces.

Editorial: Minotauro.

I. S. B. N.: 8445076286.

Nº Páginas: 395.



Estepa. Finales del siglo XVIII La joven Analisa llega desde Madrid en respuesta a la apremiante llamada de su tía moribunda. Una vez allí la muchacha se ve acosada por extrañas y terribles pesadillas y por un sutil mal que parece estar consumiéndola poco a poco. Un día Analisa despierta dentro de un ataúd. Junto a ella reposa su tía que parece muerta. Cuando la joven escapa y se siente a salvo descubre que algo le ha ocurrido. Y siente la aguda punzada del hambre...

Madrid. Principios del siglo xx. Alejo sabe que solamente su trabajo puede convertir su oficio vocacional, el de escritor, en el verdadero sustento de su vida. Así, mientras se gana el pan trabajando de teleoperador se documenta intensamente para la que será su gran novela. Para ello sale cada noche con Darío, el hermano de su novia, por el ambiente goth madrileño. Todo cambia el día que Alejo conoce a Ana, la mujer enigmática y fascinante que se convierte en su única obsesión.

Los premios literarios son lo que son y todo el mundo sabe que, en cierta medida, van dirigidos hacia las ventas de la editorial que los organiza. Minotauro –Planeta- tiene una amplia experiencia en la organización de estos premios: sus convocatorias gozan de una gran publicidad, un premio sustancioso, jurados conocidos, una entrega con un cierto “glamour”, y, posteriormente, el producto ganador suele ser cuidado para su venta mediante publicidad y distribución mas que efectiva.

Este año la novela ganadora del V Premio Minotauro-Cafés Marcilla de novela fantástica ha sido la titulada Gothika, escrita por Clara Tahoces, una autora “desconocida” en el mundillo de la literatura fantástica, pero que ya había publicado varios “ensayos” sobre cuestiones mas o menos esotéricas y paranormales.

La novela es una historia de vampiros, o de una vampira, que trascurre en dos secuencias temporales muy alejadas entre sí: el siglo XVIII y nuestros días. La autora ha querido reflejar dos épocas del personaje, sus orígenes vampíricos, usando flash backs continuos durante toda la narración. Esta técnica es muy común en este tipo de historias, pero pienso que ha de tratarse siempre con cuidado puesto que los lectores pueden llegar a perder el eje narrativo. Así pues, la historia que trascurre en nuestro presente es narrada con saltos hacia atrás en los que podemos ver diversos episodios de los primeros años de la vida de una vampira.

La autora intenta “modificar” algunos de los estereotipos del personaje vampírico: sus vampiros pueden vivir de día, no temen a los crucifijos, pueden tener hijos y pueden morir sin necesidad de matarlos con una estaca de madera en el corazón. Estos intentos, que no son originales desde luego, están tomados de todas las novelas y versiones que se han realizado a lo largo de los tiempos. Estas influencias se nutren de manera clara de la serie de novelas “Vampiros: La mascarada” y, mas aún, de las series de televisión “Buffy cazavampiros” (enlace con bibliópolis) y “Ángel”, ambas formando un universo relacionado entre sí, y las dos creadas por Joss Whedon. Las similitudes son tan obvias que resulta innecesario enumerarlas, pero para muestra bastan dos ejemplos: el lugar donde la vampira acude a por sus víctimas es exactamente igual que el famoso Bronze de la serie Buffy y el ambiente ¿gótico?[1] puede aparecer en muchas de las historias de la serie “Vampiros...la mascarada”. Indudablemente el tratamiento del embarazo de los vampiros está mucho mejor desarrollado en “Ángel” y en la trama de Darla y el hijo del vampiro. En otros aspectos los remordimientos de Analisa con respecto a su tipo de vida se asemejan por una parte a las novelas de Anne Rice y en las propias objeciones morales de los personajes Ángel y Spike, ambos procedentes de las anteriormente citadas series norteamericanas. El lector sin referencias verá como originales estas propuestas, sin embargo para cualquier “connosseur” resultarán tópicas y bastante mal desarrolladas.

Algunos de los diálogos y expresiones son excesivamente ligeros y vacuos, tal vez consecuencia de la premura de tiempo por tener que presentar la obra en un plazo determinado. Para muestra basta un botón y la frase hecha “se puso rojo como un tomate", se repite en mas de una ocasión dejando entrever una cierto descuido en la construcción de las frases. Todo este conjunto de expresiones dificultan la lectura de la novela ya que se muestran excesivamente infantiles en el desarrollo de una trama que se supone mas seria.

La novela es un producto muy comercial, fácil de leer, y de olvidar, y que deja un final tan abierto que una continuación es tan posible como probable. Como fantasía para adultos es difícil que triunfe, pero desde luego tiene muchas posibilidades de hacerlo en el sector juvenil al que parece destinado.

Habría que preguntarse si esta novela no hubiera encajado mejor en un premio juvenil de fantasía y no en el que dicen que es, o será, el premio de referencia del fantástico español, porque si esta novela es lo mejor del género fantástico escrito en 2006 apaga y vámonos.

© Alfonso Merelo 2007


[1] No conozco el ambiente que se describe en la novela, pero me resulta su descripción tan artificial que me hace dudar de su realidad. La autora comentó que había estado investigando en esos ambientes góticos madrileños, sin embargo no parece que haya reflejado lo visto, o en todo caso lo ha modificado por cuestiones de utilidad.