domingo, octubre 25, 2009

EL LIBRO DEL DÍA DEL JUICIO FINAL. Mis Clasicos de Ciencia Ficción


EL LIBRO DEL DÍA DEL JUICIO FINAL

CONNIE WILLIS

Uno de los grandes iconos de la ciencia ficción es el viaje en el tiempo. Cientos de relatos y películas han tratado el tema desde múltiples perspectivas. Generalmente el viaje al pasado, o al futuro, genera una serie de problemas para los protagonistas del mismo, pero también para el entorno temporal en el que se desarrolla la historia. “El libro del día del juicio final”, título larguísimo en española para el mas sucinto inglés “Doomsday book”, basa su historia en este icono: el viaje en el tiempo.

A mediados del siglo XXI este tipo de viajes temporales son ya un suceso casi cotidiano. Por cuestiones de seguridad los viajes han sido restringidos a los investigadores. En la Universidad de Oxford, un equipo de historiadores planea un viaje a la Inglaterra medieval, la época asolada por la peste bubónica, conocida como peste negra. En la misión viajará una joven “becaria”, de nombre Kivrin, que ha sido entrenada para comportarse como un habitante de esos oscuros siglos.

La novela es una interesante mezcla entre la novela histórica de aventuras y la ciencia ficción. El escenario cambia del siglo XXI al siglo XIV donde ha sido enviada la protagonista. Es en esta ambientación medieval donde se muestra mas sólida la escritora norteamericana. Parece evidente que en este caso se hizo un notable esfuerzo documental e historiográfico para anclar sólidamente la historia en un marco perfectamente plausible y que introduce al lector en la época, siendo esta analizada desde el punto de vista de un contemporáneo.

La peste negra ha sido motor de muchas ucronías –relatos que modifican la historia real a partir de un hecho histórico que trascurre de diferente modo-. En el siglo XIV toda Europa se vio afectada por una epidemia de peste bubónica que, se calcula, aniquiló a un tercio de la población de entonces. Este tipo de enfermedad se transmitía mediante las pulgas de las ratas que, con su picadura, infectaban a los humanos.

Kivrin se ve inmersa en este periodo histórico como observadora cualificada. Sin embargo su intento de ser objetiva se verá condicionado por su empatía hacia los habitantes del pueblo en el que trascurre la acción. La viajera del futuro ha sido vacunada contar toda clase de enfermedades y asiste al desarrollo de la enfermedad simplemente como notaria, aunque participará en el intento de salvar algunas vidas.

La acción trascurre paralelamente en el futuro del que proviene Kivrin. En su presente se ha declarado también una pandemia generada por un funcionamiento defectuoso del sistema de viaje temporal. El historiador Dunwhorty, jefe del programa de investigación temporal de Oxford, trata de rescatar por todos lo medios a su alumna, intentando volver a activar el sistema temporal que ha sido desconectado debido a la trasmisión del virus.

Mientras que el escenario medieval se pude considerar dramático, el "actual" está narrado con mucho sentido del humor, cosa que es habitual en muchas de las novelas de Willies.

Connie Willis ha confirmado que la interpretación religiosa del libro es posible. Por una parte está Dunwhorty, el maestro, “el padre”, “dios” en definitiva, que envía a su hija, en este caso, a una muerte cierta y que no sabe cómo recuperarla. Y por supuesto está Kivrin, la hija, abandonada a su suerte y que reclama del “padre” Dunwhorthy: “por qué me has abandonado””.

En una entrevista efectuada por Pedro Jorge Romero, Connie Willis declaraba: “Para mí la moraleja del libro, si un libro puede reducirse a una moraleja, es, como alguien dijo, «quien ha amado a otro, ha visto el rostro de Dios». Y creo que eso es muy cierto. Ella pasa de una fe simple en la que rezas y tienes respuesta, a una fe en la que sabe que Dunworthy la ama, y que si él puede venir a salvarla vendrá a salvarla, que él nunca la abandonaría. Y una vez que sabes que jamás te abandonarán, que alguien te ama, ya estás salvado, ya te han rescatado, te rescaten finalmente o no”.

Como el propio Pedro Jorge comenta, la autora “ tiene una gran capacidad para la trama, que garantiza el éxito de sus libros. No es sólo que sea capaz de inventar buenos argumento, sino que los desarrolla con una precisión arrolladora y hermosa. Nada es casual, todos los pequeños detalles tienen su razón de ser, y todo lo que sucede en la página cien tiene su importancia al llegar a la 400”. Efectivamente los mencionados son rasgos muy destacables de las novelas de esta autora. Una lectura detenida del texto hace ver, como si de un puzzle se tratara, al final todos los elementos encajan en un mosaico perfectamente acabado,

El particular universo de los “historiadores viajeros” tendría una continuación en la novela titulada “Por no mencionar al perro”. En este caso es viaje se produciría a la época Victoriana para rescatar “el tocón del pájaro del obispo, pieza imprescindible para reconstruir fielmente la catedral de Coventry y que fue destruida por los bombardeos nazis. Con esta premisa Willis construye otra mas que notable novela, que destaca por su inteligente humor. El viaje temporal estará presente también en la novela “Los sueños de Lincoln” aunque no estará fijado dentro del universo antes mencionado.


BIOGRAFÍA

Constance Elaine Trimmer Willis, Connie Willis, nació en el año 1945. Ha sido profesora y desde los años ochenta ha pasado a ser escritora de “profesión”. Está reconocida como uno de los grandes valores de la ciencia ficción moderna. Se inició como casi todos los escritores actuales en el mundo del relato corto . A partir de 1971 comienza a publicar sus cuentos en las revistas norteamericanas del fantástico. Su primera novela “Water Witch” data de 1982 y está escrita en colaboración con Cynthia Felice, con quien también colaboró en la escritura de “Raid de Luz” de 1989.

Su primer gran éxito fue los “Sueños de Lincoln”, 1987, que obtuvo el premio John W. Campbell Memorial. En 1992 “El libro del día del juicio final” obtiene los premios Nebula, Hugo y Locus, pasando a ser considerada la mejor novela mundial de ese año.

Entre los premios concedidos están los siguientes:

Premios Hugo

Fire Watch, cuento, 1983 ,

El último de los Winnebago, novela corta, 1989.

El libro del día del juicio final, novela, 1993.

Even the Queen, cuento, 1993.

Death on the Nile, cuento, 1994.

The Soul Selects Her Own Society: Invasion and Repulsion: A Chronological Reinterpretation of Two of Emily Dickinson's Poems: A Wellsian Perspective, cuento, 1997.

Por no mencionar al perro, novela, 1999.

The Winds of Marble Arch, novela corta, 2000.

Infiltrados, novela corta, 2006.

Premios Nebula

Fire Watch, cuento, 1983.

A Letter from the Clearys, cuento, 1983.

El último de los Winnebago, novela corta, 1989.

At the Rialto, novela corta, 1990

El libro del día del juicio final, novela, 1993.

Even the Queen, cuento, 1993.

BIBLIOGRAFÍA EN CASTELLANO

El Libro del día del juicio final (1994)

Oveja mansa (1997, 2006)

Por no mencionar al perro (1999)

Milagro y otras historias de navidad (2000)

Tránsito (2003)

El último de los winnebago; Enemigo mío (2004)

El espíritu de la Navidad y otras historias navideñas (2006)

Infiltrado (2006)

miércoles, octubre 21, 2009

Switch in the red

Switch in the red

Susana Vallejo

En mi opinión, y la de algunos otros críticos y especialistas, la ciencia ficción escrita en castellano sufre una profunda crisis. Tal vez nunca ha sido un género relevante y excesivamente cultivado por nuestros escritores. Aún así, se había producido una generación de excelentes narradores que se adentraban en la narrativa fantástica con componentes tecnológicos, lo que ahora algunos denominan “literatura prospectiva”. Como ejemplos podemos nombrar a Juan Miguel Aguilera, Javier Negrete, Rafael Marín, Rodolfo Martínez o Eduardo Vaquerizo entre otros muchos. Muchos han abandonado el género para dedicarse a otras literaturas y algunos perseveran en él. La consecuencia es que la producción de relatos del género disminuye año a año. La fantasía se muestra como un relevo atractivo dada sus mayor difusión y ventas. Pero esporádicamente, una media docena de novelas, si acaso, al año son escritas y publicadas por españoles, o castellano-hablantes. Y de estas tenemos la fortuna de poder leer algunas muy interesantes.

Susana Vallejo, la autora que traemos hoy a esta reseña, es una relativa novata en estas lides. Relativa porque hace unos años fue una activa colaboradora de asociaciones y revistas de ciencia ficción. El abandono de esta actividad por una década no parece haber afectado a sus cualidades como fantaseadora y narradora. En 2008 comenzó una colaboración con la editorial Edebe publicando la primera parte de una tetralogía titulada Porta Coeli, una fantasía medieval en sus dos primeras partes hasta ahora publicadas. Es Edebe también la que edita esta nueva novela titulada Switch on the red que fue finalista en el premio de novela fantástica y de ciencia ficción Minotauro 2008.

Barcelona, finales del siglo XXI. La sociedad mundial es prácticamente igual a la actual con unas diferencias sociales mucho mas acusadas. La clase media prácticamente ha desaparecido para convertirse en una clase cuasi-pobre que ha de subsistir con varios trabajos a lo largo del día. Volvemos a estar en la época de la revolución industrial que Dickens describiera con anta verosimilitud. Un asesinato, el de un sobrino de un candidato a la alcaldía, es el desencadenante de la trama principal. Dos personajes protagonistas se ven envueltos en una madeja de sucesos cada vez mas extraordinarios. Por una parte nos encontramos con el policía de la brigada científica, Ballesta, un experto en la recreación de escenarios de crímenes en 3D, y como contrapuesto al inestable Present, Presentación, una mujer al cuidado de un adolescente problemático que ha de sobrevivir con una multitud de trabajos casi de esclava.

Con un esquema de trhiller, lo mas destacable de esta novela es una mas que aceptable ambientación de una Barcelona futura, pero muy reconocible ya que no en vano la autora vive en la ciudad Condal desde hace varios años. No solo reconocemos la ciudad sino que también nos vemos trasladados a un escenario que difiere muy poco de nuestra sociedad actual. Difiere en que todo va a peor, y en este sentido vemos que la sociedad futura es una distopía de nuestra propia sociedad en la que todo ha empeorado. La tecnología, una de las grandes bazas de la literatura de ciencia ficción, no ha mejorado el mundo. Las comunicaciones, Internet o la televisión, se han seguido desarrollando pero no han aportado nada, o casi nada, para mejorar la vida de los ciudadanos. Nos encontramos un escenario de supervivientes. Un escenario que demuestra como puede degenerar el mundo en unos 80 años escasos. La humanidad no ha conquistado el espacio y está mas que nunca anclada a las miserias de siempre. Esa es una de las fortalezas de la novela que nos “previene” del devenir social futuro. En este sentido se comporta como un relato de ciencia ficción admonitoria. “Si crees que no puede empeorar, te equivocas”.

Como curiosidad, el lector puede entrar en la red y escuchar la música que el marido de la autora ha compuesto para el libro. En algunos de los capítulos se proporciona un enlace web para poder acceder al sonido de esta novela.

Susana Vallejo es una de las pujantes escritoras que empiezan a destacar en el panorama literario español. Estamos a la espera de la finalización de su Porta Coeli que, según cuentan, virará hacia la mas clásica ciencia ficción.

(c) Alfonso Merelo 2009

Publicado originalmente en ScifiWorld nº 16

miércoles, octubre 07, 2009

NUNCA ME ABANDONES


Nunca me abandones
Kazuo Ishiguro
Editorial Anagrama
Nº de páginas 360
PVP: 18 €
ISBN 978-84-339-7079-4

Entre los temas que se despliegan con profusión en la ciencia ficción, hay uno que ha estado muy de actualidad hace unos años, y aún continúa. La clonación terapéutica de tejidos, la investigación con células madre y las terapias génicas son noticias que están presentes en medios de comunicación habitualmente. La clonación, que ya parece un hecho consumado, ha generado muchas páginas en la literatura especulativa. Las diversas posibilidades de la misma, las consecuencias éticas, los problemas legales y las consecuencias sociales de han sido consideradas desde múltiples ópticas por los diferentes autores.
Una definición de la palabra clon muy ajustada es la siguiente:

”Un clon es una réplica artificial de otro organismo vivo cuyo patrimonio genético es idéntico en ambos, a diferencia de lo que ocurre habitualmente en la naturaleza, donde nos encontramos con individuos con ciertas variaciones genéticas que los convierten en únicos”.1

Estas copias iguales genéticamente han sido “usadas” de diversas maneras en el imaginario fantástico: como soldados, como trabajadores, como esclavos y, en numerosas ocasiones, como repuestos vivos para sus progenitores partenogenéticos. Podemos así recordar los miles de soldados clones en Star Wars o los “dagas” de la serie Seaquest sque on unos pocos ejemplos de la clonación destinada a la guerra. “Donde solían cantar los dulces pájaros” de Kate Wilhelm, “Y mañana serán clones” de John Varley, “Cambio de esquemas” de Robert J. Sawyer o “Peña Laja” de Manuel Pimentel son algunas de las novelas que basan su argumento en la clonación y en la tan temida y abominable manipulación genética.

Nunca me abandones puede ser adscrita a la corriente de la ciencia ficción que denominamos antiutópico o distópica, en la que la el entorno descrito dista mucho de ser “amable”.

Estructuralmente la novela está dividida en tres partes claramente diferenciadas, que, aparte de su numeración, primera, segunda y tercera, coinciden con las supuestas etapas de la vida de los protagonistas, y por extensión de todos nosotros; una primera de aprendizaje, una segunda de desarrollo y madurez y una tercera que presagia el final y el olvido. Estas tres etapas se desarrollan a través de los ojos de Kathy, la narradora en primera persona, y se ven arropadas por la estancia de los personajes principales en diferentes colegios y orfanatos. Porque la característica fundamental de los protagonistas de la historia es que todos son huérfanos, lógicamente debido a su condición de clones. La ausencia de familia, la ausencia de compañía fuera del reducido ámbito de sus pares y profesores, convierte a estas personas en seres asociales, raros y diferentes que tienen unas metas y perspectivas muy alejadas de las que se le supone a esta sociedad concreta.

Nos encontramos en algún momento de la Inglaterra de finales del siglo XX. Un Reino Unido que se diferencia del nuestro en algo que ha modificado la sociedad finisecular: las técnicas de clonación se han desarrollado a partir del final de la Segunda Guerra Mundial y, éstas, son plenamente funcionales; de hecho, todos los protagonistas son clones que tienen un solo propósito final en la vida; son piezas de repuesto para sus “padres” originales.

Los tres personajes en torno a los que pivota la acción, Kathy, Ruth y Tommy, forman un triángulo amoroso y de amistad que perdura, al menos en dos de los tres “stages” en los que se divide la historia.

En la primera fase, nos encontramos ante un grupo de pre-adolescentes que viven en un internado llamado Hailsham. En este lugar se les está sencillamente adoctrinado, enseñando que tienen una misión que cumplir y que deben estar preparados para ella. Podríamos estar perfectamente ante una narración en la que los protagonistas son jóvenes estudiantes que nos muestran sus vivencias y sus primeros escarceos amorosos. Sin embargo en el texto se trasluce algo mas. Algo oculto, misterioso y nada común. Asistimos al desarrollo de los estudiantes y a la explicación de por qué están allí por medio de las reacciones de sus cuidadores, que son simultáneamente maestros y carceleros.

La segunda fase es la de graduación y estancia, mas libre, en los Cottages. En estos lugares, casi casas de reposo, los estudiantes, ya adolescentes mas maduros, van a encontrar el “significado” de sus vidas. El descubrimiento fehaciente de lo que se espera de ellos es contemplado de diferente manera por cada uno de los protagonistas. Aunque el temor está presente en cierta medida, las reacciones no son las que se podrían esperar.

La tercera etapa es la de asunción de la responsabilidad y de la culminación de sus vidas que es ni más ni menos que la muerte para que otros vivan.

En este sentido, Ishiguro crea una sociedad totalmente nueva, en la que el perfecto adiestramiento de los sujetos los configuran de un modo que se nos hace extraño.

¿Por qué aceptan su destino con estoicidad? ¿Por qué se ofrecen como victimas propiciatorias para el sacrificio? ¿Por qué su vida se desarrolla en torno sus creadores, que a su vez van a ser su verdugos?

La metáfora social es clara: no existe un referente moral o ético al que podamos tomar como modelo. La religión, aquí expresada en forma de adoración suprema hacia la figura del dios que va a conservar su vida a costa de su hijo, se pone en entredicho al ver que en este caso concreto se configura en torno a un supuesto moral muy discutible. La adoración sin cuestionar conduce a la negación del ser humano como tal. Lo terrible de la novela es comprobar cómo, en un determinado modelo cultural, nuestras premisas sociales no sirven y son sencillamente irrelevantes. Pese a que el lector se encuentra en un mundo alternativo nada agradable, si lo comparamos con nuestros referentes morales, éste no causa repulsa ni aversión.

El relato posiciona al lector en un mundo que es perfectamente normal en su contexto. El autor ha conseguido crear un texto en el que nada sorprende, pese a sus notables diferencias. Y no sorprende porque se hace creíble. La descripción del ambiente y de los personajes está tan conseguida que sólo al contemplar el relato desde la distancia, se puede observar la aridez y fealdad de este mundo alternativo, se diría que ucrónico.

“Nunca me abandones” ha creado polémica entre los aficionados, pues, pese a tratarse de un texto perfectamente encuadrable dentro de la ciencia ficción mas clásica, la renuncia del autor a considerarlo así ha sido contestada en números foros. Es lo que tienen las etiquetas que dependen del etiquetador y de la forma y tamaño de las mismas.
(c) Alfonso Merelo 2008-2009
Publicado originalemente en ScifiWorld nº 4