MIS CLÁSICOS DE CIENCIA FICCIÓN
MERCADERES DEL ESPACIO
Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth
Cuando se comenta que el neo conservadurismo, el movimiento neo-con, basado en la economía ultra liberal, es un “invento” relativamente reciente no se puede dejar de pensar que los autores, al menos algunos, de ciencia ficción, no sólo predijeron este movimiento económico sino que lo describieron con pelos y señales en la lejana década de los 50.
En 1953 se publica “Mercaderes del espacio”, una novela que basa su argumento en las disputas comerciales de dos mega corporaciones de publicidad. Estos publicistas son los que gobiernan el mundo por encima de las naciones y, por supuesto, de los gobiernos que son meros títeres de ellas. Cuando vemos los movimientos de globalización existentes, las multinacionales que están en todos los países y los movimientos conjuntados de la economía en el mundo, no se pude dejar de pensar en cuan “proféticos” fueron estos dos autores.
En la novela se cuenta la historia de Mitchell Courtenay, un alto ejecutivo publicitario de la Sociedad Schocken, que tiene como marca de sus productos la denominada Astromejor Verdadero. Courtenay es el encargado de realizar la campaña publicitaria para la colonización del planeta Venus, que recientemente ha sido terraformado. Este ambicioso proyecto le llevará al enfrentamiento con la sociedad Tauton, rival de Schocken. Lo que comienza en un enfrentamiento comercial, se verá convertido en una lucha por el poder absoluto. El que gane esta batalla, ganará la guerra.
“Mercaderes del espacio”, su título es absolutamente engañoso pues no se trata en modo alguno de una space-opera, traza una línea en la ciencia ficción de la época. Es una novela muy madura alejada de los estereotipos de la aventura con tintes épicos que se prodigaba, con excepciones contadas, hasta ese momento. Las ciencias no experimentales, en este caso la sociología de masas, entran de lleno en el género para quedarse. Las reflexiones sobre el poder, o mas bien sobre quién tiene el poder, arrojan una lucidez de pronóstico extrema cuando denuncian el poder omnímodo del capitalismo mas salvaje que, usando la democracia como mero teatro de operaciones, simplemente desprecia el factor humano, reduciéndose únicamente la ecuación hacia un término simple: el poder por encima de todo. El poder que proporciona el condicionamiento consumista del pueblo que solo es importante en función de su posibilidad de comprar los productos. Es el consumidor puro y duro sin ningún derecho salvo el de trabajar para consumir. Si esto no es una predicción mas que acertada del estado actual de la economía, no conozco ninguna otra que se haya, siquiera, acercado lo que se describe en esta novela.
Sin embargo, lo que parecería una crítica despiadada al capitalismo mas brutal, se ve modificada, dulcificada si se quiere, por el “savoir faire” de las individualidades a las que tanto son adictas los norteamericanos. Pese a todos los inconvenientes es Courtenay el que nos salvará a todos. Una única persona es capaz de revertir, en cierta manera, el impulso de una sociedad. Nuestro protagonista, siguiendo los mismos caminos marcados por los héroes de acción norteamericanos, afrontará el peligro en solitario y logrará, gracias a su genio superior, “salvar” a la humanidad, o mejor dicho a su empresa que de eso es de lo que se trataba.
En “Mercaderes del espacio” se produce una reproducción, aunque a nivel de trust empresarial, de la guerra fría en la que los USA y la URSS estaban envueltas en la década de los años 50. Schocken representa a los Estados Unidos mientras que Tauton es la metáfora de la URSS. La una, pese a sus defectos, es la “buena”. Sus trabajadores viven un poco mejor, mientras que la otra es mucho mas despótica e inhumana. Incluso en una descripción de malas practicas capitalistas, se produce gradaciones diferenciadoras.
La novela es uno de los mejores exponentes de la “buena” ciencia ficción que se escribió en la década de los años 50. De imprescindible lectura para todos.
Frederick Phol
Entre su éxitos se encuentran las novelas “Pórtico”, que originaría la endeble saga de los hechee, “Homo Plus”, “Los años de la ciudad” o “La llegada de los gatos cuánticos”
Bibliografía en castellano
Pórtico (1981, 1999, 2001, 2005, 2006)
Mercaderes del espacio (1982, 2002, 2006)
Los años de la ciudad (1986)
La guerra de los mercaderes (1987, 1991)
El encuentro (1988)
Terror (1988)
Trás el incierto horizonte (1988)
Los anales de los Heechees (1988)
El día que llegaron los marcianos (1991)
Trilogía del reverendo Hake (2003)
La plaga de Midas (2003)
Jem (2003)
(C) Alfonso Merelo 2006-2009
1 comentario:
Quizás tendría que haberse llamado Mercaderes _de_ Espacio, porque la publicidad hace eso precisamente, vender espacios (publicitarios).
A mi me pareció hace tiempo una excelente novela, y no paro de citarla. Quizás tendría que releerla. Muy buena también, de los mismos autores, Wolfsbane, por cierto.
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