miércoles, marzo 18, 2020

ANDRÓMEDA, LA AMENAZA QUE VINO DEL ESPACIO




INTRODUCCIÓN.

Michael Crichton (1942-2008) fue un escritor norteamericano muy popular por sus numerosos betsellers. Como autor triunfó en el mundo de la literatura popular con gran cantidad de éxitos populares y ventas; la crítica, sin embargo, no compartió ese entusiasmo. A destacar entre sus obras  La amenaza de Andrómeda, El hombre terminal, Parque Jurásico, Esfera o el Guerrero número 13. Este pequeño resumen es sólo de obras traspasadas al cine.

Su formación médica se percibe en muchas de sus creaciones. La biología, la medicina o la genética están presentes en sus novelas, culminando en una producción para televisión como es ER, titulada en España Urgencias. En ella suelta todos sus conocimientos médicos, resultando una serie bastante creíble, dentro de lo que cabe en la ficción.

No solo se centró en su faceta de escritor, sino que también fue guionista y director de diversas producciones cinematográficas. De entre sus incursiones en la filmografía conviene destacar dos de ellas Coma y West World. Coma es un tecno trhiller médico en el que se pone en cuestión a las corporaciones médicas norteamericanas y su manipulaciones con tal de conseguir beneficios. West World nos sitúa en un mundo de ciencia ficción donde los robots son los protagonistas. Esta película dio lugar a un segundo filme y a una serie actual de gran éxito de la mano de HBO. Jurassic Park, por otra parte, fue su gran éxito a nivel mundial aunque no fuera su director, honor que le correspondió a Steven Spielberg.

LA AMENAZA.

En 1969, y cuando Crichton era aún un alumno de medicina, se publica la novela The Andrómeda Strain, literalmente La Cepa Andrómeda, conocida en España como La Amenaza de Andrómeda. En la década de los 60 la guerra fría está en plena vigencia. La carrera espacial por hacerse con el prestigio de la colonización del espacio se desarrolla entre la URSS y USA. Ésta última consigue hacer llegar al primer hombre a la Luna; el comandante Neil Armstrong alunizaría el 21 de julio de 1969, junto con el astronauta Buzz Aldrin.

Esta guerra fría impuso una carrera de armamentos entre occidente y el bloque capitaneado por la URSS. Los dos bloques invirtieron en investigación de armamentos de todas clases, sobre todo en armamento convencional y capacidad nuclear. Pero también se desarrollaron las armas químicas y bacteriológicas, o al menos eso se decía pues ese tipo de armas nunca fue admitida por las super potencias. Es en este entorno en el que se desarrolla la historia de la Amenaza de Andrómeda que combina la exploración del espacio y la búsqueda de armamento biológico.

Tanto la novela como su adaptación al cine comparte prácticamente las mismas premisas e incluso idéntico desarrollo lineal y de guión. Nos encontramos ante una investigación contra reloj para intentar descifra el enigma de la muerte de toda la población de un pequeño pueblo de Nuevo México. Esas muertes, salvo la de dos habitantes, un bebé y un hombre de unos 50 años, están relacionadas con la caída de un satélite en el pueblo. Se sospecha que el satélite ha traído en su reentrada en la Tierra algún tipo de espécimen, bacteria o virus, nocivo para las personas.

La película que dirige Robert Wise estrenada en 1971 sigue , como ya he dicho, fielmente a la novela. Wise fue un excelente artesano que realizó películas como Wset Side Story, Sonrisas y Lágrimas, Ultimatum a la Tierra o Star Trek, la película. Abarcó casi todos los géneros y se puede decir que conocía muy bien el oficio. En La Amenaza de Andrómeda elige unos actores que por su físico son personas totalmente normales. Un cirujano, una bioquímica, y dos científicos mas son los protagonistas de la aventura para detener el mal denominado virus Andrómeda.

Los dos supervivientes son traslados a unas instalaciones secretas de alta seguridad, el complejo Wildfire, diseñado para analizar y encontrar un remedio para todo tipo de agentes infecciosos o químicos. Ese grupo de selectos científicos tienen que luchar contra el tiempo para lograr identificar y detener el extraño patógeno que provoca una trombósis masiva en los seres humanos que mueren en pocos segundos.

El diseño de producción es magnífico contando que se realizó en 1970. Las instalaciones de Wildfire fueron, para la época, un prodigio de futurismo muy creíble. La cinta, y la novela de la que proviene, se recrea en muchos detalles técnicos y científicos de manera que podemos considerarlo un tecnothriller hard, probablemente uno de los primeros y a los que Crichton era tan aficionado. Se percibe que se hizo un gran trabajo de investigación para que la historia pareciera, al menos, creíble. La concepción del centro de investigación Wildfire es minuciosamente detallada, consistiendo en un recinto subterráneo circular de cinco pisos. Para acceder al nivel 5, el mas profundo, se requiere una desinfección total del cuerpo para impedir la entrada de patógenos en un ambiente totalmente limpio. Para protección, y para evitar una posible contaminación exterior, el complejo dispone de un artefacto nuclear que al detonar produciría una cauterización total.

Por otra parte la investigación de la cepa Andrómeda descubre que no se trata de un virus sino de una forma de vida cristalina que se alimenta de energía. Una forma de vida sin residuos y que utiliza toda la energía que recibe para multiplicarse y vivir. Una vida especialmente adaptada a las condiciones del espacio exterior que aprovecha al máximo la energía del entorno hostil.

Hay alguna diferencia entre la novela y la película pero son mas que nada para añadir espectacularidad. El sistema de defensa del núcleo central en la novela dispone de lanzadores de dardos de curare, para evitar la fuga de cobayas, y en la película es una defensa de rayo láser, lo que en 1969 suponía un avance el utilizar esos láser como armas dirigidas por computadora. Es curioso contemplar como todo esta computerizado. De hecho uno de los científicos pregunta por la biblioteca y le contestan que toda la información se encuentra en el ordenador.

La solución al problema del crecimiento de Andrómeda se desvela al final, como es lógico, al observar que tanto el hombre superviviente como el bebé tienen algo en común en la sangre y es que sus niveles de acidosis están en límites muy altos, el bebe una alcalosis extrema debido al llanto y el hombre una acidosis debido a su ulcera tratada con aspirina y un alcohol de fabricación casera. Andrómeda sólo puede actuar en un intervalo determinado de PH sanguíneo.

Pero la historia tiene un subtexto muy interesante y es la posibilidad de que un experimento con sustancias extrañas se vea descontrolado en un momento dado y esto produzca un peligro real para la humanidad. De hecho el satélite buscaba precisamente encontrar virus en el espacio exterior que pudieran ser usados como armas biológicas. En ese sentido, esa búsqueda de ciertos patógenos para ser utilizados como armas ha sido usado en diferentes películas y novelas. La saga Resident Evil o Estallido contemplan la posibilidad de esta inseguridad en la investigación con virus de ese tipo.

Alfonso Merelo, cuarto día del estado de Alarma.

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