El valor
cinematográfico de la obra de Alan Moore.
Alfonso Merelo Solá
Universidad de Huelva
Resumen
Es
un hecho probado que Alan Moore es un autor que ha influenciado
varios campos de la cultura. Sus obras han sido referentes para otros
autores y creadores. En esta comunicación se intenta dar una visión
de las diferentes formas de trasladar las historias creadas para el
comic a la gran pantalla, adaptaciones que han obtenido un profundo
rechazo por parte del escritor. Se contemplan para este estudio 4
films rodados en base a las historias de Moore: From Hell, The Leauge
of Extraordinary Gentlemen, V for Vendetta y Watchmen. Los diferentes
directores y guionistas proporcionan una visión de éstas muy
diferenciada; desde intentos de ser lo más fiel al original hasta
las disparidades mas absolutas. ¿Los espectadores son capaces de
captar la obra de Moore sin haber leído las obras originales, o por
el contrario se desvirtúa el contenido? ¿El cine ofrece cualidades
distintas al original que aportan interpretaciones válidas de las
obras originales?
Abstract
It
is a fact that Alan Moore is an author who has influenced various
fields of culture. His works have been referring to other authors and
creators. In this paper we try to give an overview of the different
ways of moving stories created for the comic to the big screen
adaptations have gained a profound rejection of the writer. Being
considered for this study 4 films shot based on the stories of Moore:
From Hell, The League of Extraordinary Gentlemen, V for Vendetta and
Watchmen. The various directors and writers provide insight into
these two very different, from attempts to be as faithful to the
original even more absolute disparities. Viewers are able to capture
Moore's work without having read the original works, or otherwise
distort the content? The film offers different qualities to the
original contributors valid interpretations of the original works?
Palabras
clave/Keywords
Cinematografía,
comics, historieta, tebeo, novela gráfica, adaptaciones, Alan Moore
Films,
comics, graphic novel,
adaptations, Alan
Moore
Introducción
El cine es un gran devorador de ideas. Puesto que es un
arte que usa de otros artes a discreción resulta lógico que
fagocite cualquier idea que pueda resultar utilizable. No podemos
olvidar que tanto el cine como el cómic son industrias, pero no
industrias artesanas, familiares, cercanas -como pueda ser la pintura
o la escultura- sino industrias pesadas que comparten muchos
parecidos con las cadenas de montaje de automóviles, de bolsos o de
ordenadores. Toda industria necesita directivos, operarios, materia
prima, un producto que vender y unos consumidores que lo compren. La
industria del cine usa como materia prima las ideas, y éstas pueden
proceder de la originalidad de autores dedicados al medio o de la
adaptación de ideas que otros han producido para ser degustadas en
otros formatos. La literatura es sin duda la gran suministradora de
esta materia original que es transformada por el cine. Pero como una
forma mixta de literatura y expresión pictórica, el noveno arte es
otra de las fuentes importantes para la producción cinematográfica.
De las diferentes expresiones de arte que el cine puede usar, la
historieta1
es la que mejor se aproxima a lo que es el lenguaje propio de la
cinematografía. Ambas artes usan la imagen para trasmitir el
mensaje. Esta característica coincidente implica una ventaja inicial
que posibilitad traspasar las barreras entre unos y otros. Tanto uno
como la otra son capaces de generar un producto acabado sin la
intervención de la palabra. Las bases técnicas de ambas son la
imagen y ambas artes usan de otras “artes” que las auxilian y
completan (la palabra es una ayuda muy necesaria en ambas).
Sin embargo, y pese a sus teóricas bondades, las dificultades de
trascripción entre la historieta y el cine son mucho más profundas
de lo que podría parecer en una primera aproximación. Puede parecer
una indudable ventaja que se parta de una imagen preconcebida que se
plasma en la historieta original y sin embargo se puede convertir en
un handicap y lastre para el director y los actores. Ya no hablamos
de una adaptación del guión a otro medio, hablamos de una
adaptación estética que el espectador ya conoce, o al menos puede
llegar a conocer, previamente. La libertad del dibujante en cuanto a
diseño de personajes, se ve coartada por la limitación de los
escenarios reales y de los actores en cuanto al físico, puesto que
las características personales pueden ser imitadas o no, dependiendo
del grado de realismo que se le quiera dar al producto. Esta
limitación es también una oportunidad para el director que le
permite derivar la trama del tebeo hacia sus propias concepciones
estéticas de la historia.
Intentaremos en este trabajo acotar las aportaciones, divergencias y
parecidos, que los diferentes directores y guionistas han efectuado
en las obras de Alan Moore. Naturalmente Moore no actúa solo cuando
crea una obra, ya que cuenta con sus dibujantes para hacerla, por
tanto es necesario contemplar el todo y no centrar el trabajo
exclusivamente en los guiones.
A continuación analizaremos cuatro de las grandes historias de
Moore, naturalmente matizadas hasta su resultado final por sus
respectivos artistas dibujantes, y sus efectos en el mundo del
celuloide. Los tebeos que van a ser analizados son los siguientes:
From Hell, The Leauge of Extraordinary Gentlemen,
V for Vendetta y
Watchmen. La ordenación se ha hecho en
función de las fechas de producción de cada filme, ya que parece
más interesante observar la posible evolución de éstas
adaptaciones a lo largo del tiempo. Son cuatro diferentes formas de
ver la obra de un revolucionario en cuanto a las ideas y las formas
de entender el tebeo.
1.
From Hell: reflejo de la época victoriana.
“Algún
día el hombre mirará atrás y
dirá
que yo concebí el siglo veinte”
Jack
el Destripador en una escena de From Hell
1.1
Un tebeo difícil.
Moore muestra un interés especial por la época
victoriana y los acontecimientos ocurridos en ese periodo inter-siglo
que se produce a finales del XIX y comienzos del XX. Una época de
cambios sociales radicales y que tanto juego ha dado en la literatura
y en otras formas de arte. En From Hell
el guionista efectúa un intenso trabajo de investigación2,
que se ve reflejado en las notas que acompañan al texto, para
proponer una teoría sobre los asesinatos cometidos por Jack
el Destripador. Se tomó como punto de
partida para el tebeo el libro de Stephen Knight
titulado Jack the Ripper: The Final Solution,
en el que se aportaba la teoría de una conspiración en la que
estaba implicada la monarquía del Reino Unido. La obra original
cuenta con Eddie Campbell en el dibujo, que aporta una ambientación
excelente para que el acabado sea más que interesante. Sin embargo
parece que el tiempo trascurrido entre el comienzo de la publicación
y su finalización, 10 años, supuso un problema en la continuidad de
la historia. Es probable que las experiencias vitales de Moore en
esos años modificaran las premisas originales de la historia,
dándole un giro mucho más fantástico y
mágico. Antonio Pineda proporciona algunas claves sobre esta
evolución::
«Sostenemos que la obra comenzó siendo un proyecto de análisis
racional tan preciso como Watchmen; sostenemos igualmente que las
experiencias y decisiones tomadas por Moore en el transcurso de la
realización y la publicación de la historieta transformaron
completamente su orientación. De ahí el paso de una concepción
mecánica y cognoscible de la Historia a una concepción
absolutamente impenetrable, ficcional y, en cierto modo, mítica y
mágica de la misma» (Pineda 2003)
En efecto, lo que parece ser en un comienzo una mera
indagación detectivesca, con una gran inmersión en la sociedad de
la época y en sus miserias, acaba conformándose como una alegoría
de la magia y de los grandes misterios que Moore cree que necesitan
explicación. La magia, la supuesta magia real no la magia
de salón, está presente en las páginas de la novela gráfica y la
mística en la que está imbuido el Dr. Gull es el motor de las
acciones de éste, más que su fidelidad a la corona.
El escritor y experto en cómics Rafael Marín escribe
lo siguiente:
«Moore da un paso adelante y crea la que sea obra maestra del
comic de las dos últimas décadas: From Hell, o cómo hacer el Jack
el Destripador definitivo, la historieta definitiva, la investigación
histórica definitiva, la definitiva mezcla de imágenes y textos, de
magias y ciencias, de erudición y elucubración.»
(Marín 2000)
Este extremo me parece excesivamente exagerado, pero es
indudable que esta obra de Moore es referente para el tebeo de los 90
y posterior, entre otras cosas por saber analizar muy
concienzudamente, no sólo los actos del Jack el Destripador, sino
como éstos repercutían tanto en la sociedad poderosa de la época
como en la capa baja de la misma. El personaje de Abberline es el
puente de unión entre los dos mundos. Sin él no es posible entender
la novela gráfica en toda su extensión.
1.2
La visión del cine
From Hell, dirigida por los
hermanos Albert y Allen Hugues, es la primera de las
adaptaciones cinematográficas que se efectúa de una obra de Alan
Moore3.
El título del film, como también lo es el del tebeo, es el
encabezamiento de la carta que escribió, supuestamente, el asesino
en serie Jack the Ripper y que hizo llegar a la policía de la
época. Este hecho es recogido en la película y justifica ante los
espectadores el título de la misma. Para reflejar la atmósfera
victoriana y el Londres finisecular el director recurrió al
diseñador de producción Martin Childs4
y a rodar exteriores en los alrededores de la ciudad de Praga. El
barrio de Whitechapel fue recreado en los estudios
Barrandov, también en las afueras de Praga. Por otra parte, la
diseñadora de vestuario Kym Barrett fue la responsable de crear más
de 400 trajes para el film, que van desde los lujosos trajes de la
corte británica a los casi harapos de las prostitutas y gentes del
barrio.
Visualmente la película refleja de manera muy coherente
el dibujo de Eddie Campbell, aunque no es capaz de recoger toda la
minuciosidad arquitectónica que el dibujante supo imprimir a la obra
original. Tal vez supera a su inspiración en la caracterización de
la pobreza y la sordidez extrema de los habitantes del barrio bajo
londinense. Las miserables vidas de las prostitutas en un entorno
hostil, en el que exclusivamente se sobrevive, y las no menos
miserables vidas de los habitantes del barrio. El diseño de
vestuario contribuye a la inmersión de los espectadores en el famoso
barrio londinense.
La opinión de Moore sobre la adaptación de esta obra
no deja dudas sobre su disgusto al contemplar la película. Lo que
más le enfadó fue la caracterización de Johnny Deep como el
inspector Frederick Abberline ya que, según sus palabras, los
directores trataron a su personaje como:
«[…] an absinthe-swilling,
opium-den-frequenting dandy with a haircut that, in the Metropolitan
Police force in 1888, would have gotten him beaten up by the other
officers. The graphic novel's Abberline is a modest -- and married --
middle-aged man who would never be caught hanging out with Roller
Girl.»5
Esta crítica parece centrarse en
la mala elección de casting que dio a Deep el papel de Abberline,
aunque también critica a Heather Graham por su repugnante
(sic) acento cockney. Se puede
coincidir con el autor en estas apreciaciones, ya que es muy posible
que él estuviera pensando en un actor como Michael Caine que en 1988
interpretara al inspector en la miniserie británica titulada Jack
the ripper6
y que dirigió David Wickes. Deep es demasiado
joven y moderno para un papel que lo
retrotrae al siglo XIX. Resulta, asimismo, curioso comprobar cómo en
la película se olvida el componente mágico que tiene el personaje
del Dr. Gull en la novela gráfica y se incluye éste en el personaje
de Abberline, que, a través de las ensoñaciones de la absenta y el
opio, anticipa sucesos del futuro, convirtiéndose en una especie de
médium. Esta adaptación aporta, además varios personajes muy
sólidos como son el sargento Peter Godley y el
personaje del Dr. Gull, interpretados respectivamente por Robbie
Coltrane e Ian Holm. Pero también la interpretación de las
prostitutas de Whitechapel merece un lugar destacado en cuanto
reflejan, con toda crudeza, las vicisitudes de su trabajo en aquella
época, que probablemente fue mucho más duro y desagradable de lo
mostrado.
2.
The Leauge of
Extraordinary Gentlemen.
Steampunk
metaliterario.
Personally,
I think Victorian fantasies are going
to
be the next big thing, as long as we can come
up
with a fitting collective term for Powers,
Blaylock
and myself. Something based on
the
appropriate technology of the era;
like
"steampunks", perhaps...
K.W.
Jeter en Locus 19797
2.1
El “pastiche” grupal.
En el periodo que va de marzo de 2009 a septiembre de
2010 se publican en USA, por parte de ABC, American Best Comics, los
5 cuadernos que componen la primera parte de La
liga de los caballeros extraordinarios de la
pluma de Moore y los lápices de Kevin O´Neill. Moore está ya
maduro para abordar una obra que tiene tantas referencias literarias
que el lector puede llegar a plantearse hasta donde llega la
pedantería del autor. Esta vez elabora un guión que consigue reunir
a varios personajes procedentes de la literatura en un solo grupo que
se forma para combatir una amenaza contra el Imperio Británico.
Todos estos personajes han tenido que ver con la literatura de
aventuras o fantástica de finales del siglo XIX; Mina Harker, esposa
de Jonathan Harker en el Drácula
de Stoker, Allan Quatermain, el descubridor de las Minas del Rey
Salomón de la pluma de Rider Haggard, el Capitan Nemo, dueño del
Nautilus imaginado por Verne, El Dr. Jekyll/Mr Hyde, químico con
doble personalidad fruto de Stevenson, y Griffin, El
hombre invisible creado por Wells. Todos
estos personajes son reclutados por un incipiente MI5, y por un
supuesto antepasado del agente 007 llamado Campion Bond, para
desarrollar una misión consistente en recuperar la cavorita,
invención del profesor Cavor protagonista
de Los primeros hombres en la Luna escrita
también por Wells, que ha sido robada.
La afición por el pastiche de Moore no se produce en
esta obra por primera vez. En su reinterpretación de Miracleman
ya usa un personaje popular en los tebeos para retomarlo y cambiarlo
de arriba a abajo de manera que todo lo anterior escrito en cientos
de tebeos no ha sido nada más que un mal sueño, literalmente. Y la
leyenda del Rey Arturo es retorcida en clave de ciencia ficción en
la muy acertada historieta Camelot 3000.
Aún más, en el primer borrador de su obra magna Watchmen
los protagonistas del mismo eran héroes consolidados, como el mismo
Supermán. Naturalmente la editorial DC, pese a ser un guión
espectacular, tuvo que decir que no a este planteamiento debido a que
los héroes protagonistas eran liquidados la mayoría de ellos.
La incorporación de personajes literarios no se limita
a estos componentes de La Liga, sino que los oponentes son también
de una categoría similar. Fu Manchú, de Sax Rommer, está presente
aunque nunca nombrado, se supone que por un problema de derechos, y
se impone asimismo la aparición del profesor Moriarty, personaje de
la iconografía holmesiana
creada por Conan Doyle o el detective Auguste C. Dupin, personaje
ideado por Poe y antecedente claro el método deductivo de Holmes.
Con todos estos elementos, el lector puede disfrutar de
una obra muy bien desarrollada y que se aleja de los
convencionalismos habituales. El coctel obtenido con estos personajes
tan conocidos supone un atractivo que funciona en una doble
dirección. Para el común de los lectores de tebeos los personajes
resultan conocidos, aunque sea de oídas, por lo que no han de
hacerse populares. Y para el connoisseur,
realmente al que va dirigida la obra, disfruta doblemente al poder
encontrar las referencias metalitararias ocultas a lo largo de la
historia.
Esta primera aventura de la Liga
finaliza con una serie de meteoritos surcando el cielo de Inglaterra
en un claro anuncio de que la próxima aventura tendrá mucho que ver
con la Guerra de los Mundos de H.G. Wells. En su segunda aparición
en los quioscos, la Liga
mantiene su formación original pero se van a añadir a los
personajes principales algunos otros secundarios de lujo como el
profesor Moreau, Gulliver de Marte8
o John Carter9,
el personaje de Burroughs. Efectivamente, esta segunda entrega narra
la llegada de los marcianos a Inglaterra y la resistencia que el
grupo ha de enfrentar a la invasión extraterrestre. Moore nos sitúa
primeramente en el Marte creado por Burrougs, habitado por las razas
de sus novelas que repelen la invasión de unos extraños seres
llegados a Marte. Éstos, al ser derrotados por los verdaderos
marcianos, se dirigen a La Tierra para conquistarla. Es en ese
momento donde se desarrollarán las aventuras de los héroes de La
Liga.
2.2.
La destrucción
de la deconstrucción.
En 2003 se estrena
la película basada en la obra de Moore y O’Neill. Se puede decir
claramente que de la obra original sólo permanecen cuatro
personajes, el quinto ni siquiera es el original hombre invisible, y
que todo lo demás es pura reinterpretación en la mayoría de los
casos bastante deficiente.
Stephen Norrington
es el director de este film que cuenta con un guión de James Dale
Robinson. El guión obvía todo lo que la obra original proponía de
juego metaliterario. La reunión de las individualidades, que tan
bien encajan en el tebeo, se muestra aquí forzada y sin carisma. En
este film no se tiene en cuanta prácticamente nada de lo narrado por
Moore, salvo la utilización del nombre de algunos de los personajes
principales. Ni siquiera las características de éstos son
respetadas en un mínimo. Son sencillamente personajes nuevos con
nombres ilustres del género de aventuras. Tal vez lo más aproximado
sea la mutación de Hyde que se parece más a la que se dibuja para
la historieta que a la novela original de Stevenson, y que en este
caso es muy similar al Hulk de Marvel. Se incorporan dos personajes
nuevos, Dorian Grey y Tom Sawyer, que no aportan nada especial a la
película. El primero de ellos mantiene un cierto tipo de tensión
sexual con Mina Harker mientras que Tom Sawyer es un refuerzo para
complacer al espectador norteamericano que ve a uno de sus iconos de
la literatura convertido en un agente federal norteamericano.
El protagonismo y
liderazgo del grupo, que en el tebeo es ejercido por Mina Harker, con
su terrible y oscuro pasado próximo a Drácula, pasa directamente a
Sean Connery en su interpretación de Alan Quatermain. Es indudable
que el nombre del actor pesa a la hora de erigirse en el líder del
grupo y que éste debió imponer ciertas condiciones para realizar la
película. Alan Moore declaró a este respecto:
«[…] Allan
Quatermain en The
Leauge of Extraordinary Gentlemen
probó muchas drogas en multitud de ocasiones (así era el papel
original), y aquí ocurrió lo contrario. Sean Connery no quiso
interpretar a un adicto a las drogas, así que la parte principal del
personaje de Quatermain fue arrojada por la ventana por el capricho
de un actor. No tengo ese tipo de problemas en los cómics. […] En
La Roca
voló una isla, y en The
League pidió volar
Venecia, o algo así. En
la próxima será La Luna». (Vineyard 2006)
Este cambio de roles condiciona todo lo demás. Mina
Harker queda convertida en una peculiar vampiresa, con poderes
acrobáticos y vampíricos que no tiene nada que ver con el
interesante rol de mujer segura y anticipo del feminismo que destaca
en el tebeo. El guión no sigue nada de lo perfilado por Moore y se
adentra en una aventura steampunk
en la que intervienen algunos inventos revolucionarios
en la mejor tradición de Jules Verne. El
Nautilus es una de las armas que usarán
estos aventureros para enfrentarse a un enemigo llamado El
fantasma, que reúne en sí la mejor
tradición de los megalómanos villanos que quieren conquistar el
mundo. El Dr. No, en
el film que abría la serie de James Bond, sería el prototipo para
este tipo de personajes.
Esta particular liga fílmica desluce lo creado por
Moore y O´Neill de manera que es improbable que el lector reconozca
algún ápice de acercamiento a su supuesta obra madre. Es más, la
película es un exponente claro de lo que se puede hacer sin ninguna
clase de ideas o de cariño hacia una obra. Una obra que los lectores
y los críticos consideran como muy inteligente y novedosa por lo que
de deconstructiva tiene
y que se ve arrojada por la ventana de la estulticia al ser
traspasada a la pantalla.
3.
V of Vendetta. Distopía anarquista
Desde
el alba de la humanidad, un
puñado
de opresores ha decidido sobre
nuestras
vidas sin dejarnos opinar.
Así
consiguieron nuestro poder.
Al
no hacer nada, se lo regalamos.
[…]
Esta noche debéis elegir: vuestras
vidas
o volver a las cadenas.
“V”
en V de Vendetta capítulo X
3.1
La reacción anti-tatcherista.
Cuando
Alan Moore, y David Lloyd que es coparticipe de la idea y desarrollo
del tebeo, comienza a escribir V
of Vendetta,
1982, el Reino Unido se encuentra en plena etapa conservadora
dirigida por la primer ministro Margaret Tatcher. Son tres años en
el poder y los cambios en el país han ido haciéndose profundos y,
según la opinión de los autores, han retrocedido los derechos
ciudadanos y laborales. Las privatizaciones y el enorme paro hacen
que el país esté sumergido en una época poco brillante que se ve
acrecentada por la guerra de las Malvinas, en la que el Reino Unido
envía su flota y ejército a luchar contra Argentina.
Es
en este ambiente en el que empieza a editarse la historia de V
of Vendetta
originalmente en cuadernos editados en blanco y negro por la revista
Warrior hasta 1984 cuando la editorial cierra la publicación.
Quedaría inconclusa hasta su edición final en DC en 1988, que
reeditaría los primeros números publicados y terminaría la misma
en formato comic-book y en color.
Moore
hablaba de la génesis de la obra de esta manera:
«Cuando
escribí "V", la política iba para peor en este país.
Tuvimos una política conservadora como Margaret Thatcher, disturbios
en su contra, y al Frente Nacional y a la derecha en conjunto
haciendo serios avances hacia sus ideas. V
de Vendetta
trata sobre todo de cosas como el fascismo y la anarquía».
(Vineyard 2006)
La
historieta narra un futuro distópico en el que el Reindo Unido ha
sobrevivido a una guerra nuclear que ha arrasado Europa y
Norteamérica. La isla ha sobrevivido con el advenimiento de un
gobierno totalitario de corte fascista, que ha sido consecuencia del
miedo al desorden y a las plagas desencadenadas por la guerra. Ante
las tropelías de este gobierno se alza un personaje, llamado
sencillamente V, que se opondrá a ese gobierno de una manera muy
drástica: practicará el terrorismo contra los dirigentes y mandos
del partido. El personaje es para Rafael Marín:
«un
trasunto de Robin Hood, la Pimpinela Escarlata, el Zorro y el
superhéroe (o el supervillano) al uso, que se enfundaba una máscara
de papier maché de Guy Fawkes, que intentó volar el Parlamento
inglés siglos atrás». (Marín 2011)
Las
historias distópicas son una constante en la ciencia ficción
mundial, y particularmente en la británica. El universo de V se
relaciona y se ve influido por distopías tan interesantes y
conocidas como 1984
o Farenheit
451
y en menor medida por la obra de Husley Un
mundo feliz.
Es, probablemente, la primera de ellas la que aporta mas elementos a
V
de vendetta
sobre todo si tenemos en cuenta el gobierno fascista que aporta la
historia. No es un gobierno tan ominoso como el de la novela aún,
pero se está sentando las bases para convertirse en un facsímil del
mismo en un breve espacio de tiempo. Es la intervención de V, con
todo su discurso anarquista y antisistema, la que puede evitar que se
convierta en algo mucho peor. Ese cambio ha de venir de la voluntad
de los ciudadanos a través de la revolución contra el poder
constituido. V es simplemente el catalizador de la conciencia
revolucionaria de los ciudadanos.
La
trama de V
de vendetta
queda fijada principalmente en mostrar las monstruosidades que un
estado fascista y totalitario, aunque nunca se nombre el término
fascista, puede hacer con los ciudadanos. La seguridad jurídica
carece de valor en esta sociedad, gobernada por fanáticos políticos.
Moore construye unos personajes muy alejados de ser planos y
dicotómicos en el bien o el mal. Esos personajes poseen matices que
se manifiestan ante el lector de una forma muy clara. Sentimos
simpatía por V, pese a ser un terrorista, y también por el jefe de
“la nariz”, la fuerza policíaca de este estado, pese a ser un
funcionario del tiránico gobierno. En el personaje de Evey se
muestra una evolución “forzada” que pasa de ser una joven
prostituta a la pupila del anarquista y finalmente ser una mujer con
pleno conocimiento de su situación y de su implicación en la
sociedad. Esa evolución, a través del sufrimiento bien es cierto,
hace madurar forzadamente a la chica, que queda convertida en una
ciudadana capaz de pensar y de distinguir lo que es moralmente válido
de lo que no. La
comparación con Iris, la prostituta que protagonizó Jodie Foster en
la mítica Taxi driver,
resulta inmediata. Por otra parte, V, al igual que Travis Bickle, es
a la par el “salvador” y mentor de la joven.
3.2.
La parábola de la era Bush en el cine
James McTeigue, un
director debutante en la época, es encargado de dirigir la
adaptación de V de vendetta por los hermanos Wachowski
productores del film. El guión corre a cargo también de los
hermanos que reinterpretan los parámetros establecidos en el tebeo.
El cambio más drástico que se introduce en esta adaptación no es
otro que la reconversión de Evey que pasa de ser una prostituta
juvenil a ser una joven que trabaja en la televisión pública Como
ya he comentado, los parecidos del tebeo con Taxi Driver son
notables, y en su versión cinematográfica quedan asimismo
reflejados.
En la gran pantalla
V es un justiciero enmascarado mucho más físico que pelea cuerpo a
cuerpo con gran habilidad y efectismo. Hollywood debe hacer
concesiones a la galería y ofrecer un mediano espectáculo de artes
marciales que atraiga a espectadores amantes de las películas de
superhéroes. La sutileza del personaje principal queda desvirtuada a
favor del mayor impacto visual.
Estéticamente la
película recrea una sociedad muy cercana a la nuestra. Como ocurre
en el tebeo, los cambios son inapreciables en la apariencia.
Vestimenta, escenarios, decorados reflejan un calco de lo disponible
actualmente. Ese futuro distópico no es percibido en el entorno y
sólo podemos vislumbrarlo a través de las actitudes del gobierno y
de sus servidores. En un homenaje decidido a 1984 el líder
del partido en el poder, Sutler, aparece siempre a través de una
pantalla de televisión como hace el Gran Hermano orweliano,
el señor Rajoy, cuando fue presidente del gobierno de España.
En esta obra
cinematográfica, los espectadores pueden vislumbrar parte de la obra
de Moore en el desarrollo de la historia. Si bien el discurso
anarquista está soslayado en parte, los componentes básicos del
tebeo están presentes: rebelión, estado opresor, redención por
medio del dolor y triunfo final del grupo sobre el opresor.
Como no podía ser
de otra forma, Alan Moore también mantiene su propia opinión al
respecto del guión de esta adaptación. Dice:
«He
leído el guión, y sé exactamente lo que harán con él, y no iré
a verla. Cuando escribí V,
la política iba para peor en este país. Tuvimos una política
conservadora como Margaret Thatcher, disturbios en su contra, y al
Frente Nacional y a la derecha en conjunto haciendo serios avances
hacia sus ideas. V
de Vendetta
trata sobre todo de cosas como el fascismo y la anarquía. Esas
palabras, fascismo
y anarquía,
no se ven reflejadas en la película. Se ha transformado en una
parábola de la era de Bush, en la que la gente es demasiado tímida
para hacer sátira política en su propio país. En mi historia
original hubo una guerra nuclear limitada en el Reino Unido, que
asoló al país, causó mucho caos y colapsó al gobierno… y una
dictadura totalitaria tomó las riendas. Ahora, en la película,
tienes a un grupo de siniestros personajes de la derecha — no
fascistas, pero sabes que son malos tipos — que han fabricado un
arma biológica en secreto, con la que pueden causar mucho terror con
el fin de persuadir a la gente para que se una a ellos en sus
proyectos políticos. Es un intento frustrado, y quizá impotente a
la larga, una fantasía liberal estadounidense de alguien con esos
valores que se opone a un estado liderado por neo-conservadores, que
no es de lo que va de verdad V
de Vendetta.
Va sobre el fascismo, sobre la anarquía, sobre el Reino Unido. La
intención de la película no es la del cómic que escribí. Y si los
hermanos Wachowski se sintieron movidos a protestar por cómo van las
cosas en los EE.UU., ¿no hubiera sido más directo hacer algo
centrado en el futuro cercano contando las cosas tal y como son hoy
en día?» (Vineyard 2006)
Desde
el punto de vista del autor, la película carece de la valentía
suficiente en defensa del anarquismo como cambio social. Se hizo esta
película pensando en un público menos formado que pudiera entender
un discurso de venganza, mucho más primario y básico, que un
discurso en el que las teorías del caos social fueran las
protagonistas.
4.
Watchmen. La epifanía del superhéroe.
Quis
custodiet ipsos custodes
Juvenal
Una
obra maestra de la historieta de finales del siglo veinte,
uno
de los principales momentos artísticos
del
medio en su siglo de existencia.
Rafael
Marín. W de Watchmen
4.1
La ucronía de superhéroes
Lo
primero que tendríamos que tener en cuenta al analizar esta obra de
Moore es que se escribió en 1980. DC Comics acababa de reorganizar
su universo particular con la publicación de la macrosaga titulada
Crisis
en tierras infinitas10.
A
Moore se le propone hacer una revisión de los superhéroes de la
Charlton, una compañía adquirida por DC que tenía algunos
personajes potencialmente interesantes. La respuesta de Moore y
Gibbons es Watchmen
que olvida totalmente el concepto de superhéroe hasta el momento
pues ninguno de sus protagonistas, salvo el omnipotente Dr.
Manhattan, posee poder especial alguno. Son vigilantes enmascarados,
dotados de algunos artilugios tecnológicos y un entrenamiento en
artes marciales algo mayor que el común de los mortales. Por
consecuencia no estamos ante un tebeo de superhéroes sino ante un
excepcional y experimental tebeo de personajes.
Como ya se ha encargado de sacar a la luz la crítica, estos 12 tebeos contienen algo que nunca antes se había reflejado tan intensamente en las historietas: una introspección en los personajes y una caracterización de éstos mas propias del género novelístico. La profundidad de sus características, su definición y sus motivaciones están plenamente desarrolladas en estos tebeos. Y son tebeos, y no novela gráfica, porque fueron concebidos para ser editados mes a mes durante un año completo. Formalmente, la colección rompió muchos moldes estéticos y conceptuales.
La inclusión de algunas páginas de un supuesto ensayo del primer Buho Nocturno, Hollis Mason, supuso el ofrecer a los lectores una visión de las impresiones de uno de los personajes acerca del nacimiento de los vigilantes y el posterior del dios Dr. Manhattan. Por contraposición a todos los demás tebeos de superhéroes anteriores, en este universo ucrónico, cuyo punto de inflexión y cambio no es otro que la aparición del superhéroe real, las cosas sí que han cambiado al aparecer ese personaje. Han cambiado y mucho ya que Nixon va por su tercer mandato, los USA han vencido en Vietnam, la energía de los automóviles es eléctrica y todo ello ha sido consecuencia directa de la presencia de Manhattan en la Tierra. Mientras que en los demás tebeos de superhéroes, éstos se limitan –en mayor o menor grado- a pelarse con sus homólogos villanos, en esta historia su influencia es decisiva, y modificativa, de la condición social y humana del planeta. Un único ser superpoderoso, y ajeno a lo humano, es capaz de trastocar el statu quo de una manera brutal.
En su anterior obra Miracleman ya se esbozaba la posibilidad de que un ser superpoderoso gobernara el mundo, pero en este caso Manhattan está más allá de toda intención de intervenir o interactuar con los humanos. Para él, «[…] el hombre más inteligente del mundo es como la hormiga más inteligente para tí» en referencia a su diálogo con otro de los héroes de la serie, Ozymandias.
Como ya se ha encargado de sacar a la luz la crítica, estos 12 tebeos contienen algo que nunca antes se había reflejado tan intensamente en las historietas: una introspección en los personajes y una caracterización de éstos mas propias del género novelístico. La profundidad de sus características, su definición y sus motivaciones están plenamente desarrolladas en estos tebeos. Y son tebeos, y no novela gráfica, porque fueron concebidos para ser editados mes a mes durante un año completo. Formalmente, la colección rompió muchos moldes estéticos y conceptuales.
La inclusión de algunas páginas de un supuesto ensayo del primer Buho Nocturno, Hollis Mason, supuso el ofrecer a los lectores una visión de las impresiones de uno de los personajes acerca del nacimiento de los vigilantes y el posterior del dios Dr. Manhattan. Por contraposición a todos los demás tebeos de superhéroes anteriores, en este universo ucrónico, cuyo punto de inflexión y cambio no es otro que la aparición del superhéroe real, las cosas sí que han cambiado al aparecer ese personaje. Han cambiado y mucho ya que Nixon va por su tercer mandato, los USA han vencido en Vietnam, la energía de los automóviles es eléctrica y todo ello ha sido consecuencia directa de la presencia de Manhattan en la Tierra. Mientras que en los demás tebeos de superhéroes, éstos se limitan –en mayor o menor grado- a pelarse con sus homólogos villanos, en esta historia su influencia es decisiva, y modificativa, de la condición social y humana del planeta. Un único ser superpoderoso, y ajeno a lo humano, es capaz de trastocar el statu quo de una manera brutal.
En su anterior obra Miracleman ya se esbozaba la posibilidad de que un ser superpoderoso gobernara el mundo, pero en este caso Manhattan está más allá de toda intención de intervenir o interactuar con los humanos. Para él, «[…] el hombre más inteligente del mundo es como la hormiga más inteligente para tí» en referencia a su diálogo con otro de los héroes de la serie, Ozymandias.
4.2
¿La adaptación definitiva?
La
traslación Watchmen
a la pantalla siempre tuvo polémica. El director Terry Gilliam,
amigo de Moore, ya le había comentado en los años 80 su posible
intención de llevar al cine la obra. Moore respondió que era
imposible hacerlo. Incluso se comentó que podría ser protagonizada
por Arnold Schwarzenegger en el rol del Dr. Manhattan. Todas estas
ideas, y otros intentos, fueron desechados hasta que llego el cambio
de siglo y con él Zack Synder. El director ya era conocido por los
lectores como el realizador que había fusilado
el tebeo de Frank Miller 300,
en
el que se narraba la proeza de los espartanos que defendieron el paso
de las Termópilas. Y digo fusilado, porque 300
era una película que seguía plano a plano y secuencia a secuencia
lo narrado por Miller. Se tomaron algunas libertades, como el añadir
una impresionante musculatura de diseño a todos los soldados o que
aparecieran elementos fantásticos –el orko
gigante o los pseudo-vampiros de la horda persa.
En
2009 se estrena una versión de Watchmen
cuya realización fue encargada a Synder. Naturalmente esta película
no se libró de la polémica que ya había arrastrado cualquier
intento de traslación fílmica de la obra. La dificultad intrínseca
de esta adaptación, su tempo, su riqueza de matices era un hándicap
casi insuperable. Pero la versión de Synder, en mi opinión,
consiguió plasmar de manera muy plausible algunos de los elementos
fundamentales del tebeo.
A
pesar de la extremadamente larga duración del filme en pantalla, 157
minutos, el director condensa y elimina muchos de los elementos que
convirtieron el tebeo en una obra excelente. El comienzo es
espectacular y resume en pocas escenas, con un tema de Bob Dylan
sonando de fondo, todo lo que hicieron los Minutemen –vigilantes
disfrazados de los años 40 a 50- además de narrar la historia de
ese mundo alternativo en el que existe el superhombre.
El
film sigue, en cierta medida, la estructura narrativa de los tebeos
originales. Así, se narran detenidamente algunos de los pasajes más
significativos de la historia, explicando al espectador los sucesos
más importantes de la vida de estos personajes. La trasformación
del Dr. Manhattan, la extremada amoralidad de El Comediante, o la no
menos traumática trasformación de Kovacs en Roschard, están
plasmadas en este film. Se podría concluir que lo principal, el
esqueleto, del tebeo está incluido en la versión para el cine.
Naturalmente se echan en falta algunas de las meta historias que
Moore incluyó en su obra. Esas pequeñas matizaciones que detallaban
un universo propio y muy coherente se pierden en aras de una
espectacularidad que había de incluirse para solaz del común
espectador. Aún así la película fracasa pues no llega a ser
comprendida por muchos de los que se acercaron a ver un espectáculo
de acción. Precisamente esa espectacularidad de las escenas de
acción, en las que el director usa recurrentemente las técnicas que
ya utilizara en 300
–congelación
y aceleración rápida de la escena-, serán las mas criticadas por
los fans del tebeo. Efectivamente, en el original no existen los
superpoderes, salvo los de Manhattan. Los vigilantes están
entrenados en artes marciales y pueden vencer a algunos
contrincantes, pero carecen de habilidades extras. En el film estas
habilidades se ven magnificadas de modo y manera espectacular.
Saltos, golpes espectaculares, acrobacias y artes marciales de todo
tipo son usadas en las escenas de acción con gran alegría y
profusión. Se diría que en esta versión los luchadores si tiene
poderes extrahumanos. Sin embargo hay que tener en cuenta que este
tipo de excentricidades han sucedido en la filmografía mundial, y
particularmente en la de artes marciales, en cientos de filmes. En
ninguna de estas manifestaciones, incluyendo las más reputadas por
la crítica –Tigre
y Dragón
por ejemplo-, he oído que se tildara a las mismas de género de
superhéroes y sin embargo en Watchmen,
versión Synder, parece ser que supuso un pecado
terrible.
CONCLUSIONES
Los
trabajos cinematográficos basados en la obra de Alan Moore han
sustentado innumerables disensiones que han partido fundamentalmente
de los amantes del tebeo. Los espectadores que habían leído
anteriormente las historietas tenían, teníamos, una visión muy
preconcebida sobre lo que íbamos a ver. No sólo eso, sino que
esperábamos que el film reflejara fielmente lo acontecido en el
tebeo. Pero eso es imposible. Las películas son otra cosa
completamente diferente y se deberían de juzgar como lo que son y no
del medio del que procede la idea.
Pero
¿y los espectadores vírgenes,
los que no habían tenido contacto con los tebeos y por tanto no
gozaban de prejuicios? ¿Estos filmes son válidos en si mismos para
acercarse a la obra de la que proceden? Desde mi punto de vista esto
es parcialmente válido en tres de las cuatro películas que hemos
revisado. Hay que excluir de esta lista a la aberrante versión de
La liga de los hombres extraordinarios.
Esta película estropea de manera contundente la obra original y hace
que el posible espectador interesado abomine de los guionistas que
plasmaron tamaña tontería. Si se compara una obra y otra, dentro de
lo que es posible, la película sale muy mal parada, incluso sin
haber tenido la oportunidad de haber accedido al tebeo original.
Los otros tres
filmes si se acercan a la obra original, si bien lo hacen de manera
dispar. Es V de vendetta la que desde mi punto de vista
refleja de manera más fiel, con sus libertades cinematográficas sin
duda, lo que quiso contar Moore. Ahí están muchos de los
pensamientos reflejados en el tebeo y que se trasmiten al espectador
de una manera bastante eficaz. En los otros dos filmes que nos quedan
por definir la esencia de Moore está allí, aunque queda desvirtuada
o diluida en aras de la espectacularidad de una y del supuesto
intimismo de la otra.
El balance es
positivo en general y es de suponer que los espectadores que no
conozcan previamente las obras originales, pueden hacerse una idea
bastante real y lúcida de lo que supone la obra de Alna Moore y sus
dibujantes respectivos. Naturalmente es deseable la contemplación de
los originales antes que la copia cinematográfica, pero en estos
tiempos de inmediatez el formato audiovisual puede ser un bien
comienzo.
Alfonso Merelo,
julio 2010
CREDITOS DE LAS
PELÍCULAS:
DESDE EL INFIERNO
USA
2001
Título
original: From hell
Director:
Albert Hugues y Allen Hugues.
Guión:
Terry Hayes y Rafael Yglesias
Producción:
Jane Hamsher y Don Murphy.
Música:
Trevor Jones.
Diseño
de producción: Martin Childs.
Dirección
artística: Mark Raggett.
Vestuario:
Kym Barrett.
Interpretes:
Johnny Depp (Inspector Frederick Abberline), Heather Graham (Mary
Kelly), Ian Holm (Sir William Gull / Jack el Destripador), Jason
Flemyng (John Netley), Robbie Coltrane (Sargento Peter Godley),
Lesley Sharp (Kate Eddowes), Susan Lynch (Liz Stride), Terence Harvey
(Ben Kidney), Katrin Cartlidge (Annie Chapman), Estelle Skornik
(Ada), Paul Rhys (Dr. Ferral), Nicholas McGaughey (oficial Bolt).
LA
LIGA DE LOS HOMBRES EXTRAORDINARIOS
USA
2003
Título
original: The League of Extraordinary Gentlemen
Director:
Stephen Norrington
Guión:
James Robinson
Intérpretes:
Sean Connery (Allan Quatermain), Naseeruddin Shah (Capitan Nemo),
Peta Wilson (Mina Harker), Tony Curran (Rodney Skinner/El hombre
invisible), Stuart Townsend (Dorian Gray), Shane West (Tom Sawyer),
Jason Flemyng (Dr. Henry Jekyll / Edward Hyde, Richard Roxburgh (M)
V DE
VENDETTA
USA
2006
Título
original: V for Vendetta
Director:
James McTeigue
Guión:
Andy Wachowski y Lana Wachowski
Música:
Dario Marianelli
Diseño
de producción: Owen Paterson
Dirección
artística: Marco Bittner Rosser, Stephen Bream, Sarah Horton,
Sebastian T. Krawinkel, Kevin Phipps.
Intérpretes:
Natalie Portman (Evey), Hugo Weaving (V), Stephen Rea (Finch),
Stephen Fry (Deitrich), John Hurt (Sutler), Tim Pigott-Smith
(Creedy), Rupert Graves (Dominic), Roger Allam (Lewis Prothero)
WATCHMEN
USA 2009
Título
original: Watchmen
Director:
Zack Snyder
Guión:
David Hayter, Alex Tse, basado en la obra de Dave Gibons y Alan Moore
(sin acreditar)
Productor:
Wesley Coller, Herb Gains, Lawrence Gordon, Lloyd Levin
Music
original: Tyler Bates
Fotografía:
Larry Fong
Montaje:
William Hoy
Casting:
Kristy Carlson
Diseño de
producción: Alex McDowell
Intérpretes:
Malin Akerman (Laurie Jupiter/Espectro de Seda II), Billy Crudup (Jon
Osterman/Dr. Manhattan), Matthew Goode (Adrian Veidt / Ozymandias),
Jackie Earle Haley (Walter Kovacks/Rorschach), Jeffrey Dean Morgan
(Edward Blake/ El Comediante), Patrick Wilson (Dan Dreiberg/Buho
Nocturno), Carla Gugino (Sally Jupiter/Espectro de Seda), Matt Frewer
(Edgar Jacobi/Moloch), Stephen McHattie (Hollis Mason), Laura Mennell
(Janey Slater), Rob LaBelle ( Wally Weaver), Gary Houston (John
McLaughlin), James M. Connor (Pat Buchanan), Mary Ann Burger
(Eleanor Clift), John Shaw (Doug Roth), Robert Wisden (Richard
Nixon), Jerry Wasserman (Detective Fine), Don Thompson (Detective
Gallagher), Frank Novak (Henry Kissinger)
BIBLIOGRAFÍA
BARRERO, M.
(1996) V, en Alan
Moore. El Señor del Tiempo.
HINOJOSA,
J. M. (2003) Voces
Individuo y sociedad en V de vendetta.
MARÍN,
R. (2000) From
Hell: El infierno somos todos.
MARÍN,
R. (2001) Los Cómics Marvel.
La Factoría de Ideas. Madrid
MARIN,
R. (2009) W, de
Watchmen. Dolmen.
Madrid.
MARIN,
R. (2011) ANONYMOUS DESENMASCARADO!!
MOORE,
A. Declaraciones a L.A. Times. 2009
PINEDA,
A. (2003) El
traje nuevo del emperador. Algunas consideraciones sobre From Hell.
http://www.tebeosfera.com/1/Obra/Tebeo/Planeta/FromHell.htm
VINEYARD
J. (2006) Entrevista a Alan Moore en la MTV. (Traducción de
Alejandro Serrano)
1
En este ensayo usaré los términos tebeo e historieta en lugar de
cómic. Así pues, utilizaré historieta para denominar la sucesión
secuencial de dibujos guionizados y tebeo al formato que contiene a
estos dibujos.
2
Esta documentación sin duda
sirvió para ambientar su otra obra victoriana como es The League of
Extraordinary Gentlemen de la que hablaremos más adelante.
3
A este respecto se podría decir
que la primera película adaptada del autor podría ser La
cosa del pantano,
dirigida en 1982 por Wes Craven. Pero, aunque resulta cierto que
Moore dio una nueva vida
a este tebeo –incluyendo la creación del personaje de John
Contantine-, realmente no es creador del personaje y tampoco la
película de Craven se inspira en lo que el británico realizó para
la editorial DC.
4
Childs obtuvo un Oscar por su trabajo de producción en la película
“Shakespeare in Love”.
5
«[…] un bebedor de absenta,
un dandi fumador de opio con un corte de pelo que, en la Policía
Metropolitana en 1888, habría ocasionado que otros oficiales lo
golpearan. Abberline, en la novela gráfica, es un hombre normal de
mediana edad, y casado, que nunca sería seducido por una buscona.»
Declaraciones
de Alan Moore recogidas por Nick Nadel en
http://www.filmcritic.com/features/2009/03/alan-moore-movies/
6
En el film Asesinato
por decreto, Bob
Clark 1978, ya se utilizó la premisa de que el caso del
“destripador” fuera una conspiración desde el poder. En esta
película, en lugar de Abberline, el protagonista es Sherlock
Holmes, interpretado en esta ocasión por Christopher Plummer con la
muy estimable colaboración de James Mason en el rol del Dr. Watson.
7
Personalmente, creo que las
fantasías Victorianas son el siguiente gran descubrimiento,
mientras podamos crear un término para el colectivo en que nos
hemos convertido Powers, Blaylock y yo mismo. Algo basado en la
tecnología adecuada de esa época: creo que "steampunks”,
probablemente...
8
Gulliver de Marte es un personaje aparecido en 1898 de la pluma de
Lester Linden Edwin Arnold.
9 Carter
fue el protagonista de la serie Barsoom que Edgar Rice Burroughs
creara en 1917 con la novela Una
Princesa de Marte. Es
posible que el autor se inspirara en Gulliver de Marte para su
personaje trasladado al planeta rojo.
10
Crisis On Infinite Hearts
1985. Marv Wolfman y George Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario