viernes, abril 07, 2017

CUADERNOS DE CIENCIA FICCIÓN. PEDRO GATELL AVENTURA MAGNA DEL BACHILLER.





EL AUTOR
La historia vital de Pedro Pablo Gatell y Carnicer, el autor del que hablaré en esta entrada de la historia de la Ciencia Ficción Española, es muy rocambolesca y curiosa. Además de ser un escritor casi desconocido, se pude afirmar que es un “segunda fila” de las letras del siglo XVIII, su vida estuvo jalonada por una sucesión de calamidades que lo hacen ser un personaje cuando menos curioso en su devenir.

Nació en Reus en 1745 y falleció en El Puerto de Santa María en 1792. Gran parte de su vida estuvo vinculada a la ciudad de Cádiz donde se formó en el Real Colegio de Cirugía de la Armada -centro de formación en medicina, fundado en 1748, de reconocido prestigio internacional, y embrión de lo que sería en el futuro la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz-, donde obtiene el título de Cirujano e ingresa en 1765 en el Cuerpo de Sanidad de la Armada. En su carrera como médico militar estuvo destinado en buques de la Armada y en territorios de ultramar. En su último destino militar en La Habana solicitó, en 1786, su retiro por “hallarse en la incapacidad física y moral para ejercer su oficio”. Una enfermedad contraída en el hospital -al parecer se había contagiado de los enfermos en aquellas salas sin ventilación ni luz- le hace “aborrecer de las sangre” y en consecuencia de cualquier tipo de operación quirúrgica. Ese fue el motivo de se petición de renuncia. Le es concedido el mismo, pero al no cumplir 25 años de servicio en la Real Armada no se le concede pensión alguna, por lo que a su retorno a España, concretamente a Madrid, queda en una situación de precariedad económica. Es a partir de estas penalidades económicas cuando comienza su labor como escritor. En 1789 se publica su obra más conocida La Moral de don Quijote, llegando a convertirse en un reputado experto en la obra de Cervantes.

En 1790 abandona la corte desanimado por el poco éxito de sus empresas y se establece en Cádiz donde comienza a editar el periódico El Argonauta Español, con una periodicidad semanal, los jueves, y que pervivió durante veintiséis semanas, hasta que se publica el 24 de febrero de 1791 una Real Resolución, firmada por el Conde de Floridablanca, en la que se prohíben todos los periódicos no oficiales.

Cuando muere en 1792 deja inconclusa su obra Historia del mas famoso escudero Sancho Panza de la que sólo se publica la primera parte, de manera póstuma en 1793. Esta obra debió de alcanzar cierta fama pues en 1798 otro autor completa un segundo tomo.


LA AVENTURA DEL BACHILLER EN LA LUNA

El bachiller es un personaje recurrente en el periódico dirigido por Gatell, editado por la imprenta de Antonio Murguía. Este personaje viaja a diferentes lugares - los barrios bajos de Madrid o a las cavernas de Plutón, etc- como mera excusa para mostrar los abusos, las contradicciones o los vicios de la sociedad de su tiempo.

Esta historia fue publicada en los números 8 y 17 del periódico que Gatell creó para publicar sus pensamientos, tanto políticos como filosóficos. En El Argonauta Español tenían cabida tanto ensayos como ficciones literarias y es en esta última modalidad donde encuadramos esta viaje lunícola.

El bachiller, harto de viajes mundanos, prueba suerte con viajar en globo aerostático. Tanta suerte tiene que en escasas tres horas aterriza, o aluniza, “en medio de una plaza de una de las mas Populosas ciudades de La Luna”. En la época de escritura del manuscrito, los viajes imaginarios eran de uso común entre los literatos de la época. El profesor García Tortosa describe estos viajes imaginarios del siguiente modo: «considero viaje imaginario toda novela que describa un país no conocido o descubierto en la época en que el autor escribe; o bien que los medios de comunicación que en tales novelas se emplean, sean desconocidos, aunque el país sea real. La novela incluirá, además, la descripción de la gente que puebla esos países, dando apreciaciones de sus costumbres, leyes, religión etc. etc. deliberadamente comparando esas costumbres con la nación en la que el escritor reside» «La localización de sociedades que sirvan de patrón, ha de ser extraterrestre, independientemente de su localización real. Así el autor elimina cualquier traba motivada por limitaciones topográficas y de estilo. La exposición ideológica o de sátira, se mueve en completa libertad, para recurrir a todo tipo de efectos y trucos, que ayuden a conseguir el fin pretendido por el autor» (Viajes imaginarios en el siglo XVIII inglés y su fondo cultural. Universidad de Salamanca, 1973 Pág. 35).

Este relato es una muestra clara de un viaje imaginario. Es de suponer que Gatell tuvo acceso a este tipo de relatos dada su gran cultura bibliográfica. En todos los viajes del Bachiller tiliza este recurso, o género, para dar rienda suelta a sus convicciones políticas y filosóficas situándolas en un lugares inexistente para que nadie pudiera sentirse ofendido. La ciencia ficción ha utilizado con asiduidad desde el principio este tipo de recursos. El situar en La Luna su relato tampoco es novedoso y ya desde Luciano de Samosata en Viajes Verdaderos o Cyrano de Bergerac con Le voyage dans la Lune. L´autre monde ou les Etats et Empires de La Lune, los viajes imaginarios a nuestro satélite son moneda común en la literatura. De hecho es lógico pensar que el escritor conocía la obra de de Bergerac pues hace una alusión significativa y muy parecida a la del francés “había una Luna como un claro de día, según piensa el Br era la tierra”. La coincidencia no puede ser una casualidad.

El bachiller, trasunto de Gatell, es recibido con cordialidad y una vez aprendidos los rudimentos del idioma, será acompañado por un sabio del lugar El Filósofo Moralista. La sociedad lunar descrita es típicamente utópica en la que existe una unidad política común entre todos los selenícolas y que gracias a estos avances viven en la mas plácida de las felicidades. El sabio describe las bondades de su sociedad, pero esta es puesta en entredicho por el propio bachiller que discute que esos logros lo sean efectivamente. La discusión se centra sobre todo en la vestimenta de las mujeres -y de los hombres aunque se explicita apenas- ya que las selenitas visten todos según su “estado y haberes”. Es la vestimenta la que refleja la “clase social” a la que pertenece cada individuo. Es más, no se mezclan unas castas con otras pues eso no está permitido en la República Lunar. Esto no satisface al bachiller que comenta: “En este punto, señor Filósofo, estamos mejor allá en mis Países. Todas parecen una, igualmente nobles y ricas. Y apostilla aún mas en la vestimenta de las señoras, que es muy recatada en contraste con las señoras de la Tierra, que “se presentan en los paseos públicos de noche en cotilla, arremangados los brazos hasta los sobacos, los pechos al aire y las sallas a media pierna”. El Filósofo queda impactado no da crédito y le ruega que no comente nada de eso pues podría tener graves consecuencias para la moral. A partir de ahí empieza un diálogo en el que se van desgranando las virtudes y los defectos de las mujeres selenitas y terrestres.

Los análisis del texto por parte de diferentes autores parece no ponerse de acuerdo y mientras que unos consideran que la idea es criticar el liberalismo afrancesado, otros opina que en realidad es todo lo contrario pues lo que pretende es apostillar que, pese a ser monárquico, le parecen bien algunas ideas de la revolución y que su postura sólo es un medio para evitar la censura de la época.

«[...]podemos decir que esta narración, a pesar de ser poco conocida, presenta en la literatura española una de las divulgaciones más importantes sobre la posibilidad de otros mundos y seres vivos fuera de la Tierra, o sea, extraterrestres. Además de esto demuestra que, así como una sociedad extraterrestre puede servir como ejemplo moral objetivo, así puede servir para presentar opiniones subjetivas». Matúš Marton

«Hoy en día, sin embargo, nadie lee los escritos de Pedro Pablo Gatell y Carnicer, tan olvidados como su autor, lo cual es un error. No porque representan obras maestras injustamente apartadas de la Historia de la literatura, sino porque en los libros o artículos de este cirujano de la Real Armada […] se hallará un perfecto compendio de lo que fue La Ilustración».
Elisabel Larriba, El Argonauta español, periódico gaditano por el bachiller D.P Gatell, pp 47,48

De curiosidad muy interesante puede tratarse este cuento en dos partes que se publicó hace mas de dos siglos. Proto ciencia ficción moralista en el Cádiz de la ilustración. Nada mas y nada menos.

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