sábado, enero 07, 2017

CUADERNOS DE CIENCIA FICCIÓN. PIO BAROJA: UNA DISTOPÍA REPUBLICANA.






EL AUTOR

Pío Baroja y Nessi nació en San Sebastián en 1872- y falleció en Madrid en 1956. Perteneció a la Generación del 98 junto con otros ilustres escritores y artistas de los que en estas páginas hemos mencionado algunos. Su familia, de rancio abolengo en el País Vasco, siempre estuvo relacionada con el periodismo, fundando varios periódicos en San Sebastián.
Fue el tercero de tres hermanos y su formación universitaria pasó por una licenciatura en medicina y ejerció como médico en Guipuzcoa. Pero esta profesión nunca le gustó y mas pronto que tarde se decantó por la literatura. Se desplaza a Madrid para intentar vivir de sus escritos y, allí, regenta una panadería que pertenecía a su tía materna. –Los compañeros de letras se metían con él diciendo que Baroja tenía mucha miga-. En Madrid colabora con periódicos y revistas y políticamente renuncia al nacionalismo vasco posicionándose a la derecha más clásica y reaccionaria.

Publica su primer libro en 1900, Vidas sombrías, con el que obtiene un relativo éxito de público y crítica, como la de Unamuno, Azorín o Galdós. Fue periodista en el norte de África, aunque prefiere el clima del norte. En 1936, después del golpe de estado de Franco, se refugia en Francia huyendo de las “represalias” republicanas. Se establece en Francia y vuelve varias veces durante la guerra a las zonas dominadas por los franquistas donde escribe artículos en contra de la República y de los políticos republicanos. Muchas de sus obras son temáticamente adscritas al País Vasco y sus costumbres y modo de hacer y vivir.


LA REPUBLICA DEL AÑO 8 Y LA INTERVENCIÓN DEL AÑO 12

“Con la muerte de Sagasta, el Partido Liberal, como antes el conservador al morir Cánovas, quedó sin orientación y sin plan”. Así da comienzo Baroja su relato La República del año ocho. Su ficción periodística parte de la premisa real de la muerte de Práxedes Mateo Sagasta unos meses antes debida a una infección pulmonar. Con este acontecimiento se pergeña una historia de un futuro posible pero improbable. La prospección a futuro de un escenario realmente novedoso es lo que hace a este relato merecedor de crédito y análisis. En el artículo, o relato más bien, se utilizan algunos de los tics del género, aunque aplicado casi exclusivamente a la política. La sociedad resultante de estas opciones políticas es tratada de puntillas sin profundizar en lo más mínimo.

Lo que nos trae a considerar este artículo como ficción prospectiva es su manera de narrar la historia futura. En esta narrativa Baroja usa los recursos de la ciencia ficción más comunes y reconocibles. Realmente esta haciendo un relato de ciencia ficción, está manipulando la historia o mejor dicho inventándola, pero utilizando una prospección futura plausible y basada en lo que la historia le proporciona hasta el momento. Sus profundos conocimientos de la política nacional son utilizados para imaginar un futuro de España.

El artículo-relato se publica el 20 de diciembre de 1903 en el periódico Alma Española. Según se cuenta en el mismo, la inestabilidad del gobierno lleva a unas elecciones generales en 1906 que demuestran que la mayoría de los españoles, “masa neutra” la denomina, son republicanas. Pese a los esfuerzos de los conservadores de Canalejas, los partidos republicanos obtienen 50 diputados, con lo que se acaba con el bipartidismo sucesorio de liberales y conservadores. Los republicanos sólo obstaculizan al gobierno y este dimite. En 1907 los monárquicos sólo piensan que la salvación de España está en un golpe de estado –cosa que sucedería realmente con la dictadura de Primo de Rivera-. En el país hay una gran agitación: carlistas y anarquistas intentan su particular revuelta.
Aprovechando la inestabilidad del gobierno Francia invade Fez y las cábilas de Abackzen toman Melilla y pasan a cuchillo a todos sus habitantes. En algunas ciudades se rebelan sus guarniciones como en Cádiz o Zaragoza. Las nuevas elecciones traen más inestabilidad y el estado se hace ingobernable, pero ya es una República al poder elaborarse una Constitución –nada se dice sobre el destino del rey-. En 1912 se produce un golpe de estado en el que el general Weyler declara el estado de sitio y se propone pacificar España por las armas. Francia posiciona su flota frente a Barcelona y Mahón y la escuadra inglesa hace lo propio en Cádiz y Arosa.

Aquí acaba el relato, no muy grato desde luego, para continuar con una soflama de Baroja hacia lo que considera peligroso. Cree que España irá a la deriva y se producirá ese caos. Su solución es muy clara y así la expresa “…una Dictadura inteligente. Eso es lo que se necesita aquí y ahora”.

Es evidente el sesgo ideológico de Baroja aunque eso no nos debe importar a la hora de analizar su texto. El escritor utiliza lo que, más adelante se denominó ciencia ficción admonitoria. A través de los recursos literarios plantea un escenario diatópico imposible para el lector. La sucesión de calamidades en España, muy bien hiladas por cierto, producen ese efecto contrario en el lector que rehúye la posibilidad de que un escenario republicano sea conveniente o siquiera deseable. Una técnica empleada por los escritores de ciencia ficción desde sus comienzos y en todas sus temáticas, desde la ecología, hasta el miedo a la tecnología pasando por las sociedades distópicas clásicas. Y este relato es una distopía de las mas clásicas aunque trascurra en un tiempo próximo a su escritura, apenas 9 años en el futuro.

En realidad, como todos los distópicos, el autor intenta advertir a sus lectores de la posibilidad de vivir en una sociedad de ese tipo, que se aproxima mucho a la anarquía violenta. España era en esa época una nación muy inestable con una gran lacra que la atenazaba como fue la de la pérdida de las colonias de ultramar –además del inmovilismo, la falta de educación y el caciquismo que imperaba en casi todo el país-. No hay que olvidar que Baroja pertenece a la Generación del 98 y este movimiento se caracterizó sobre todo por le pesimismo en la posibilidad de que España pudiera salir adelante y mejorar. Es este el caso del relato que trasluce una falta de fe absoluta en el pueblo español, al que se describe como incapaz de ponerse de acuerdo ante un destino común. Tomen ustedes nota de lo que se pensaba en 1903 y lo que se está pensando en la actualidad. Curioso paralelismo.

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