EL AUTOR
Alfonso
Martínez Rizo nació en Cartagena el 23 de enero de 1877, según
recoge Agustín Jaureguizar pues otros investigadores fijan su
nacimiento en la ciudad de Valencia. Fue militar del cuerpo de
Ingenieros llegando al empleo de capitán en 1905 y abandonó el
ejército en 1912 sin “derecho a pensión ni a uniforme”.
Durante la Guerra Civil formó parte como miliciano y corresponsal de
guerra de la denominada Columna Azcaso, perteneciente a la República.
En diciembre de 1936 regresa a Barcelona conde ocupa una plaza de
ingeniero en ferrocarriles. Se le dio por desaparecido y no se sabe
bien si murió en 1951 en España o en México pues las fuentes no se
ponen de acuerdo en este extremo.
Su
filiación política se correspondía al anarquismo, una de las
grandes tendencias de la época. Publicó multitud de folletos de
divulgación política y colaboró en revistas y periódicos con
artículos políticos y sociológicos.
Es
destacado dentro del movimiento anarquista por sus ideas avanzadas
sobre las ciudades campo, lo que ahora denominaríamos sostenibles.
Propugnaba la ciudad de 100.000 habitantes como media y extendida en
longitud y no en altura. Para ello concebía una eficaz red de
comunicaciones donde los vehículos pudieran deslizarse a gran
velocidad, eliminando cruces y otros accidentes que enlentecieran el
tráfico.
Su
obra de ficción es muy corta y además prácticamente desaparecida
en la actualidad. Sus títulos fueron 1945.
El advenimiento del comunismo libertario y
El amor dentro de 200 años
publicadas ambas en 1932.
Gracias al
doctor Jaureguízar hemos podido recuperar alguno de sus textos de
ficción, como el que nos ocupa en este artículo. Esta novela fue
objeto de una reedición electrónica - dirigida por Pilar Barba-
por parte de la Asociación Española de Fantasía Ciencia Ficción y
Terror en 2004.
La
primera de las obras es una utopía libertaria de las que abundaban
en la época. Se traslada a un futuro cercano la evolución de la
sociedad. Curiosamente el autor habla en esta novela de otra que
completará a la primera. Se trata de la novela que comentamos aquí,
por lo que podemos hablar, más que de una continuación, de un spin
off, en nuestra nomenclatura actual.
En
1945 Europa se ha convertido en un ente político dictatorial de
corte fascista. El paro está extendido y los obreros subsisten
ayudándose entre ellos pues no existe ningún tipo de cobertura
social. En España las cosas no van mejor. El gobierno socialista
tiene a toda la clase obrera en contra y, por medio de la
Confederación anarquista, claramente la C.N.T, se organiza una
revolución incruenta que otorga a los trabajadores todos los medios
de producción del país. Poco después se producen enfrentamientos
con las “fuerzas reaccionarias” –como la guardia civil-, aunque
pronto es sofocada esta revuelta. La instauración de esta utopía
está dificultada por los que son reacios a trabajar, a los que el
autor desprecia. Por fin se resuelve todo con el tan utilizado
recurso del sueño del protagonista. Nada ha ocurrido de verdad.
EL
AMOR DENTRO DE 200 AÑOS. (LA VIDA SEXUAL DEL FUTURO)
Mientras
que su anterior trabajo novelesco puede considerarse una utopía o
una anticipación sociológica, lo que ahora podría llamarse género
prospectivo, esta novela es puramente ciencia ficción. Contiene
muchos de los iconos de reconocimiento que la encuadran directamente
en el género.
Se
podría decir que la historia es un clásico, pues el personaje
protagonista sufre un largo sueño, criogénico que diríamos ahora,
y despierta en el siglo XXII en el que la sociedad mundial ha
evolucionado hacia unos postulados comunistas-libertarios. Los
avances tecnológicos son impresionantes, pero no se quedan atrás la
evolución del tejido social y de sus costumbres. En estos
postulados sociales es donde Martínez rizo se muestra más
contundente. El propio nombre de la novela intuye lo que el lector va
a encontrar. Las relaciones amatorias son en esos momentos descritas
como totalmente libres. Todo tipo de relaciones, homosexuales,
bisexuales o heterosexuales, son aceptadas y forman parte del día a
día, más o menos como ahora, pero con un grado de desinhibición
digna de los más reputados filmes pornográficos. No existe la
fidelidad en el gozo y cada uno puede “liarse” con cualquier otro
sin que su acción sea remotamente reprochable. Como es natural, este
“libertinaje” choca frontalmente con la educación de nuestro
protagonista, Fulgencio Chapitel de nombre, que, pese a ser un
liberal, ve que los modos y costumbres le sobrepasan, aunque más
rápido que tarde termina adaptándose a ellas. Puesto que existe un
severo control de natalidad y eugenésico, para el disfrute del sexo
se utilizan anticonceptivos inyectables que evitan los embarazos. Se
anticipa en varios años al descubrimiento de los anticonceptivos
modernos1.
Aunque
este mundo parece el paraíso, al menos en cuanto a la moral sexual
se refiere, no es todo perfecto. Casi la mitad de sus habitantes son
anarquistas puros, o más concienciados, que rehúyen la tiranía de
las máquinas que se han apoderado de todas las parcelas de la vida
de los terrestres. Ese maquinismo ha llevado a logros excelsos, pero
han pervertido las libertades. Los ciudadanos dedican dos horas
diarias a votar asambleariamente casi sobre cualquier cuestión,
aunque sólo disponen de 5 votos afirmativos y cinco negativos cada
día. Haciendo un excurso diré que Podemos –esa formación
política tan atacada- no ha inventado nada que no se hubiera puesto
en valor anteriormente. Eso sí, la comunicación directa de los
ciudadanos con los “ordenadores centrales” se efectúa por medio
de un aparato similar a un mando a distancia –invento que le
vendría como anillo al dedo a la formación política antes
nombrada-. Los anarquistas son los que se abstienen en este tipo de
votaciones. Nuestro autor vierte en estas actitudes su querencia
acerca de anarquismo que considera el mejor de los sistemas políticos
de convivencias, superando el comunismo, quizás un paso necesario
pero nunca un fin en sí mismo.
Existe
un mecanismo corrector de cualquier tipo de desviación; es el
llamado fulminador.
Ese aparato lo llevan todos los ciudadanos y permite, cuando es
utilizado por un número crítico de personas, el desintegrar a un
ciudadano concreto concentrando múltiples rayos de luz en él. Es el
ostracismo llevado a su último extremo. Este aparato se convierte en
un arma eficaz para los ciudadanos que les permite castigar a sus
políticos o a personas indeseables.
Martínez
Rizo, como ingeniero militar que era, utiliza sus recursos
científicos para extrapolar una serie de ideas tecnológicas al
futuro. La televisión era un proyecto en su época y él la
incorpora como un elemento generalizado. La energía nuclear es la
fuente energética que se utiliza fundamentalmente. La robótica y la
informática también tienen su reflejo en el texto. Los ciudadanos
disponen en sus casas de acceso a través a la “Fotofonoteca
Central de cualquier información almacenada en ella y puede ser
reproducida en el aparato audiovisor. Si esto no es un embrión de
Internet desde luego tiene un gran parecido. Es notable la
utilización de un sistema de posicionamiento geográfico para las
“estereonaves” es un GPS primitivo:
«En
el marcador telecinésico de la estereonave señaló sucesivamentelas
cifras
correspondientes a Sevilla: primero el 0, por tratarse de Europa,
luego el 5, por tratarse de España; la región andaluza sabía que
era la 7ª; después, tratándose de la capital, tanto en la
comarca, como en el distrito y en la municipalidad, marcó tres
ceros más. »
Otros referentes a la ciencia
ficción son los autómatas, el ejército está compuesto por
soldados autómatas o los viajes espaciales. En ese futuro se ha
descubierto que Venus y Marte están habitados por seres inteligentes
y con una mayor tecnología que la terrestre. Sin embargo, Martínez
pasa de puntillas por estos extraterrestres y sólo nos perfila una
pequeña muestra de su inventiva. Si se explaya más en el tema de
los robots pero para crear un paralelismo con los soldados de su
época y la sinrazón de que éstos obedezcan cualquier orden sin
cuestionarla.
Agustín
Jaureguízar comenta:
«[…] no se puede
negar que toda la novela está impregnada de un dulce perfume
feminista. En la novela anterior, 1945, dedica ya un capítulo
al desnudismo y la homosexualidad en Montjuïc, intitulado Libídine,
donde adelanta que los residuos del pudor convencional burgués
desaparecerán al desaparecer el capitalismo. Estaba preocupado por
el tema, pues dedicó a él un librito Traficantes de carne de
mujer, y un folleto de título elucidatorio, Sexualismo: la
prostitución es el efecto más repugnante del capitalismo.»
La eugenesia ha
conseguido una raza más bella y uniforme, sin enfermedades ni taras.
Pero esto no convence a todos y los anarquistas puros se rebelan
primeramente destruyendo las máquinas de votar y después pasan a
una violenta revolución, en la que participa nuestro protagonista.
Al final la sociedad echa abajo el maquinismo tiránico y queda
instaurada una utopía anarquista.
1
La noretisterona,
compuesto activo del primer anticonceptivo oral, se sintetiza en
1951 y se comercializa como píldora poco después.
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