INTRODUCCIÓN
En
la historia de la ciencia ficción española se producen incursiones
en la misma por autores que nunca hubiéramos pensado. Es el caso de
Ricardo Baroja, hermano mayor del mucho más reconocido Pío Baroja.
Traemos a esta columna un análisis de una obra olvidada, o casi,
para los aficionados y no digamos para el público en general. Se
trata de la obra El Pedigree, una obra de teatro concebida como una
sátira de las teorías maltusianas.
Ricardo
Baroja nació en 1871, el 12 de enero, en la localidad de Minas de
Riotinto en la provincia de Huelva. Era hijo de un ingeniero de
minas, Serafín Baroja y Somoza, y de María del Carmen Nessi y Goñi.
Recibió los nombres de Ricardo Juan Gualberto de la Santísima
Trinidad Baroja y Nessi (los nombres compuestos parecían muy comunes
en la época). La profesión del padre hacía que la familia
estuviera siempre cambiando de ubicación. De hecho, al año
siguiente se trasladan a San Sebastián, lugar de nacimiento de su
hermano Pío. Posteriormente pasarían a residir en Madrid, Valencia
y otros lugares.
Baroja
estudia en Pamplona el bachillerato y posteriormente pasa a estudiar
en Madrid, junto con su hermano mayor, en la Escuela Politécnica
iniciando la carrera de ingeniería de minas, que abandonó al
considerarla excesiva para él. Sus interese derivan hacia las bellas
artes y comienza a estudiar en una academia de dibujo y pintura
madrileña, en la calle Escalinata. En el ínterin, con su hermano
Pío, regentan una panadería que había heredado su madre. Pero su
espíritu comercial no termina de funcionar y han de vender el
negocio a uno de los empleados.
Entra
en la escuela diplomática en 1888 y permanece allí hasta 1891 donde
recibe instrucción en diversas ramas del conocimiento. En ese año
oposita al cuerpo de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos, en el
que ingresó con un tema sobre las Cortes medievales. Es nombrado en
1894 y destinado al archivo de Cáceres. Sus continuos destinos en
diversos puntos de España le permiten contactar con diferentes
artistas y literatos de los más diversos puntos geográficos, lo que
le permite obtener una visión amplia de lo que se “cuece” en el
país. En Valencia es donde se convierte en pintor según su sobrino
Julio Caro Baroja. Colabora en la revista Alma Española como
ilustrador en la que participan la flor y nata de la literatura de la
época; Pereda, Joan Maragall, Pardo Bazán, Blasco Ibáñez,
Unamuno, Pío Baroja, los hermanos Machado, Maeztu, Azorín o Valle
Inclán. La generación del 98 en pleno pasó por allí y es de
imaginar que tuvieran contacto con la mayor parte de ellos. Cultiva
muchas formas de arte y en 1931 tiene un enfrentamiento con el
arqueólogo Pierre Paris acerca de la autenticidad de La Dama de
Elche. Sostiene, en una conferencia en el Ateneo, que es falsa y
refuta a Paris. Hace pocos años se constató que la escultura era un
fraude. En 1935 ganó el Premio Nacional de Literatura por su obra La
nao Capitana.
Murió el 12 de diciembre de 1953.
EL
PEDIGREE
Es
poco usual que la ciencia ficción se escriba en forma de teatro.
Apenas se conocen algunas obras: el libreto original de El
Anacronópete,
tal vez Cuatro
corazones con freno y marcha atrás
de Jardiel Poncela, o Sodomáquina de Carlo Fabretti.
Curiosamente,
el mismo autor contemplaba que la complejidad de la obra en tres
cuadros era imposible de representar en un teatro. En consecuencia
la obra se publica en forma de libro en 1926 a cargo de la editorial
Caro Reggio, con un prólogo laudatorio de Valle inclan, aunque
algunos fragmentos se habían publicado anteriormente en la Revista
de Occidente. La “espantosa” portada –según el propio autor-
corrió a cargo de él mismo.
El
Pedigree
cuanta una particular historia del futuro de la humanidad en la línea
de las mas famosas distopías conocidas, aunque se anticipa a ellas
en muchos de sus planteamientos. Algunas de sus premisas pudieron ser
tenidas en cuenta por Aldous Huxley en su Un
Mundo Feliz
que fue publicada en 1932. Hay una idea que está presente en las dos
obras y que no es otra que el control de la procreación en la
humanidad. Baroja imagina una sociedad en la que se separa a mujeres
y hombres en edad fértil y se les empareja según conveniencias de
selección para lograr un ser perfeccionado que al que se le
denomina. el Zoroastro. Estas técnicas eugenésicas han producido
individuos de gran belleza y elevada inteligencia, carecen de aparato
digestivo, lo que prolonga “la vida” (sic) y, como en el Pon Farr
de los vulcanianos, se ha eliminado la capacidad de procrear en
cualquier momento; sólo hay una época al año de celo. Medoro, el
protagonista de la acción, tiene pensamientos atávicos e intenta
emparejarse a Eva. Sin embargo es seducido por el dinero y se
empareja con una mona, Sahara, resultado de un experimento con
hormonas humanas y que dará lugar a una descendencia de
superhombres.
La
obra se divide en 3 jornadas, actos o capítulos. En el primero se
presenta el escenario temporal, se describe la sociedad del futuro y
se dan a conocer a los protagonistas principales. En el segundo acto
Medoro intenta por todos los medios llevarse a su amada, la que por
cierto carece de habla ya que no ha sido instruida aún. El tercer
acto es el de la renuncia a su amor, a cambio de dinero –parece que
la avaricia no ha fracasado en el futuro-, y su relación con la
primate Sahara. Esta relación, según el autor, contribuirá a la
creación de una nueva raza que debería contener los principios, o
los instintos, de los animales.
Por
último, y para rematar la obra, se presenta un personaje futurista
que vive miles de años después de la acción principal. Se trata
Palutómiste L 000, 356, H sub L2. Este humano tiene unas
caracteristicas diferentes a los demás personajes; es calvo, con
lentes, sin cejas ni pestañas y cubierto por un caparazón de un
metal desconocido. Pronunciará un discurso final en el que loara los
logros de la civilización.
Baroja
insinuó que sus personajes deberían salir desnudos a escena.
Naturalmente esto habría sido imposible en la época en que se
hubiera representado. Por tanto se especifica muy detalladamente los
vestuarios de los actores. Para los jóvenes y bellos especímenes
humanos las vestimentas son muy atrevidas, muy ligeras, muy
ventiladas y realizadas con materiales naturales como plumas,
conchas, flores, pieles de animales. Si me permite la intervención,
casi se diría que anticipa la moda hippie de los años 60. Por el
contrario los elementos más maduros visten con túnicas largas y
Medoro viste, como le corresponde a su atavismo, de manera muy
parecida a la contemporánea.
En
la obra se hace una critica amable, jocosa si se quiere, de la
posible deshumanización futura de al humanidad. Se hace una
prospección anticipativa de lo que ya no le gusta al autor. Esa
progresiva perdida de valores es lo que se intenta expresar al
posible espectador con intenciones admonitorias. Los elementos de
ciencia ficción están muy claros en muchos de los pasajes. La
institución donde trascurre la acción es un complejo de
investigación donde se selecciona a las personas para su
reproducción controlada a fin de mejorar la especie. Contiene todos
los elementos fantacientíficos que se pensaban en la época:
laboratorios, arcos, redomas… Los varones y las hembras permanecen
separados en un Gineceo y un Falansterio la mayor parte del año, a
excepción de la época de celo y reproducción. Las parejas
seleccionadas permanecen 3 años en la institución y han de tener
tres hijos. A partir de ese momento se les esteriliza y pueden vivir
con quien quieran fuera de la institución.
Para
dar ambiente las estatuas que dominan la escena representan a Darwin
(la selección natural), Nietzsche (el superhombre), Metchnikoff,
(inspirador de la microbiología) y Vacher de la Pouge (la
antopología). Es tratar de hacer ver al espectador quienes son los
inspiradores de toda esta sociedad que va a la deriva, según el
autor naturalmente.
La
crítica calificó la obra de manera variada pese a que nunca llegó
a representarse. Como curiosidad comentar que el propio Pirandello se
mostró muy interesado en representar la obra. El
pedigree
fue calificado como una farsa cómica sobre las teorías eugenésicas.
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