Como esta
sección se encuentra al final de la revista, es de suponer que ustedes habrán
ya leído el resto y sabrán quién es el Doctor Who, valga el juego de palabras
que ustedes habrán leído cientos de veces, y tendrán una cumplida referencia de
sus aventuras y avatares que han tenido la oportunidad de ver en televisión.
Pero como todo
fenómeno de masas, y este lo es al menos entre los más aficionados a la ciencia
ficción, el soporte original donde se desarrolla el fenómeno en cuestión
resulta muchas veces insuficiente para satisfacer las ansias de los fans.
Cuando se habla del fenómeno friki, se asocia siempre a los “locos por esas
cosas de espadas, del espacio o de los japoneses”. Es verdad que estas
temáticas, por su estética, son muy golosas para extender los mitos del
fenómeno más allá de sus originales soportes narrativos. Y, si me permiten el
excurso, diré que es injusto calificar de frikis a unos colectivos y a otros
no. Es indudablemente una cuestión de volumen. Cuando una manifestación de este
tipo sobrepasa un número determinado de componentes, entonces se le denomina
afición. ¿Han pensado ustedes que un aficionado a un equipo de baloncesto, de
fútbol o de baseball tienen exactamente el mismo comportamiento que cualquier
otro colectivo? Si me apuran es muchísimo peor en ocasiones porque que yo
recuerdo no se han producido altercados de importancia en congresos de Star
Trek o en eventos de manga, y si se han producido en eventos deportivos de toda
índole. Es decir ¿quién es más friki? Pero
dejando a un lado la posible violencia de estas manifestaciones, habrá que
convenir que el fenómeno fan es muy interesante en si mismo, aunque esto se
reserva a los sociólogos y no es objeto de estos artículos, por lo que me
centraré en analizar al Doctor Who en la parte que me toca, que no es otra que
la literaria.
Verán, el
personaje, el Doctor con mayúsculas, es un icono fundamentalmente en el Reino
Unido. Es además un personaje originalmente pensado para la televisión, por lo
que parte de un guión escrito que es, en parte, un texto literario con sus
particularidades como es natural. En esencia podemos decir que el personaje lo
es literariamente en la medida que los guionistas de la serie son escritores.
Es habitual, al menos en los países anglosajones, que las series de éxito
tengan su repercusión en los quioscos en forma de novelas o de tebeos, también
conocidos como cómics. Es también muy normal que las primeras novelas sean
precisamente novelizaciones de algunos de los capítulos originales. Ha ocurrido
con Star Trek, con Thunderbirds, Enano Rojo o con Galáctica. Y, es también muy habitual
que estas primeras entregas literarias corran a cargo de alguno de los
guionistas de la propia serie. Así es lógico que la primera incursión en la
novela del personaje viene de la pluma de David Whitaker uno de los primeros
guionistas de la serie.
Como decía, la
primera novela se publicó en 1965 y se tituló Dr Who in an Exciting Adventure with the Daleks, retitulada a
posteriori como Dr Who and the Daleks.
Se trataba de una adaptación del guión del segundo episodio (1963/64) titulado
Daleks, en el que hacían su primera aparición los más recurrentes personajes
del universo whovian. Whitaker se
limita a poner un poco de literatura en un guión, que no era suyo sino de Terry
Nation –conocido entre los aficionados por su serie Los siete de Blake-. El segundo libro de la serie sería Doctor Who
and the Zarbi Doctor de Bill Strutton editado en 1965 que era otro de los
guionistas de la serie. Whitaker publica otra novela, Dr Who and the Crusaders, también en 1965.
Las
novelizaciones se detienen hasta que en 1973 el sello Target comienza la
publicación periódica de las aventuras de Who, siendo sus tres primeros títulos
de esta etapa reediciones de las novelas
de los 60. En 1974 se lanza el primer título nuevo, Doctor Who and the Auton Invasion, escrito por Terrance Dicks, que ya narra las
aventuras del tercer Doctor. En total esta editorial lanzaría 156
novelizaciones de capítulos de la serie. Otras editoriales tendrían también sus
publicaciones que sería muy largo de contar en estas líneas, pero hay que decir
que el fenómeno Who es un buen negocio editorial
Por desgracia,
o suerte, depende, no tenemos
traducciones de esos libros en español. No he encontrado ni una sola de
ellas ni aquí ni en Sudamérica. El fenómeno whovian no llegó a España en su
época, las series no se emitieron en su momento, y sólo se ha comenzado a tener
conocimiento de la misma a partir de su reentrada con el undécimo doctor en el
año 2005. Lo mismo hemos tenido suerte porque la regla general de estas novelas
a la luz de series es su baja calidad literaria. Prácticamente no he
encontrado ninguna novela que estuviera
a la altura de sus originales en televisión, y ya no me refiero exclusivamente
a Doctor Who. El tener que utilizar personajes ya creados, con unos curriculums
predeterminados por la televisión, y mantener la continuidad, lastra lo que los
autores puedan escribir sobre ellos. Todo esto llega a convertir esta
literatura en un subproducto que difícilmente supera un aprobado en el mejor de
los casos.
Sobre el Doctor Who no hay únicamente
novelizaciones de capítulos, sino aportaciones originales que no pertenecen al
universo televisivo. A partir de 2005 BBC books, una editorial de la cadena
británica que hace de Juan Palomo –hay que aprovechar el merchandising y los
ingresos de los fans sea como sea- , lanzó una serie de libros que contenían
aventuras originales del noveno Doctor y Rose. El primer título fue The Clockwise Man, y hasta 2006 el
protagonista fue este doctor para pasar al décimo, el protagonizado por David
Tennant, con el título The Stone Rose.
Por fin, en 2010 toma el relevo el undécimo Doctor, y su compañera Amy, con el
título Apollo 23.
El universo
literario whovian es inmenso. Son cientos de novelas publicadas y relatos en
los que están todos y cada uno de los Doctores, o mejor dicho las diferentes
versiones del Doctor. Además el universo se extiende con las novelas referidas
a Torchwood, el spin off de la serie, o las aventuras de Sarah Jane. En
definitiva, y si usted domina la lengua del bardo, las posibilidades para leer
las aventuras del Doctor y de sus compañeros.
En España
decía que no hay ninguna novela traducida del personaje pero si hay un ensayo
titulado La bendición de la muerte fatal,
escrito por Marcos Muñoz y Mari Nieves Gálvez. “ En éste ensayo se explora la
mitología de la muerte que ha generado y a la que se ha referido la serie a lo
largo de los años. El papel de esos mitos y leyendas, de la inmortalidad, de
los daleks, de la regeneración, de Torchwood e incluso del Más Allá. Es un
recorrido por la historia de los 11 Doctores, desde los primeros capítulos de
1963 hasta las revelaciones más recientes de "The Wedding of River Song”.
Y como ensayo
en inglés recomendar el de Russell T. Davies, famoso guionista del Doctor Who
más reciente, The Writers Tale: The Final
Chapter que es una historia muy completa de serie de la británica. Es una actualización
de una edición previa en la que se la forma de escribir del guionista, que cosas
funcionan para él y cuales no. Un repaso extenso por la creación de la serie
casi en tiempo real porque en el mismo se recopilan cientos de correos
electrónicos entre el autor y Benjamin
Cook, co-autor del libro, con sus pensamientos sobre Doctor Who.
Como resumen, lamentar que no se haya traducido nada
de las andanzas del Doctor al castellano. Seguro que entre todas las novelas
habrá alguna que pueda ser destacable, pero para ello tendremos que saber
inglés o esperar a que alguna editorial se arriesgue con sus derechos y que la
edite en español.
Publicado previamente en ScifiWorld
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