Concepción Perea
El nuevo sello
Fantascy ha lanzado tres títulos simultáneamente y, junto a dos autores
consagrados y anglosajones por cierto –nada menos que Bacigalupi y Meiville-,
el tercero de ellos, o el primero vaya usted a saber, corresponde a una autora
española como es Concepción Perea. Sinceramente me parece una inversión muy
valiente por parte de la editorial que apuesta por los autores de la tierra
poniéndolos en el mismo plano de igualdad que los foráneos.
La Corte de los espejos es una novela en la que yo destacaría, por encima tal vez del
corte fantástico, la aventura y la acción, con su puntito de romance.
El novum de la
novela se centra en la desmitificación, relativa, de los unvierso fantásticos.
En este universo las hadas, entre otros peronajes conocidos, no son lo que esperaríamos y las hay de todas
clases incluyendo un alto porcentaje de hadas muy “malas”. TierraLinde tiene la
Corte de los Espejos como capital y, en un retorcimiento argumental, son las
hadas las que creen que los seres humanos no existen, son personajes
inventados. Pasaron ya muchos años desde la guerra denominada de la Reina
Durmiente y la paz subsiguiente es frágil. Nicasia, la protagonista principal,
es una knocker del gremio de ingenieros, junto con Dujal, emprenderán la
investigación del asesinato de Manx, una compañera y mentora de ambos.
No soy un
asiduo a los mundos de fantasías, todos mis lectores conocen que mi
predilección es la ciencia ficción porque necesito conocer intelectualmente
como funcionan las cosas, al menos a un nivel posible. Por eso no suelo
conectar con los libros en los que las
cosas pasan porque sí y sin explicación aparente. “El mago, hada, elfo o lo que
sea, pronunció un hechizo de inmovilización y el malvado Rajuás quedó detenido
mientras se retorcía de odio” es una frase que puede ser usada en cualquier
libro que se precie, pero que a mi me resulta una bobada en su esencia por muy
bien escrita que esté -cosa que no está la que les acabo de expresar-. Para que
estos mundos “facilones” -y lo digo con todas las reservas porque naturalmente
no todos lo son y hay muchos que tienen un increíble trabajo de imaginación- me
atraigan han de tener algo diferente, algo los acerque a mi, algo que me
permita degustar sus páginas de una manera sorpresiva. En el caso de esta Corte
de los Espejos, ese elemento de acercamiento, es la cotidianidad. Los
personajes, pese a sus rarezas, se comportan, hablan,ríen o aman de manera
natural, de manera comprensible sin tanto aspaviento como en otros relatos. Sus
vidas, raras indudablemente, son perfectamente identificables y asimilables a
situaciones referenciales comunes. Si a esto le añadimos una dosis de humor y
de mala leche tenemos un texto que se adapta muy bien a mis gustos.
Como es lógico
mis gustos son míos y de nadie más por lo que coincidir o no conmigo es una
cuestión de casualidad. Por tanto mis recomendaciones son sencillamente
opiniones personales. Lo que si les puedo decir de esta novela es que mi
lectura de ella ha sido muy agradable. La estructura en capítulos cortos
produce un agilidad destacable para el lector -si te apetece puedes dejar de
leer sin problemas terminado en pocas páginas lo que en ese momento se narra y
dejar para después su reanudación-. Esta estructura parece derivar del origen
primitivo de este texto que se publicó en parte en formato pensado para un
blog. Se trata de no aburrir al lector y, evidentemente, el reto se supera con
creces.
Lectura
diferente, fresca, agradable y muy creativa. Un muy buen primer vuelo de
Concepción Perea, Nicasia para los amigos. Seguiremos sus próximos trabajos con
interés.
Publicado previamente en ScifiWorld
Publicado previamente en ScifiWorld
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