domingo, diciembre 17, 2006

Jitanjáfora

Jitanjáfora

Sergio Parra

Precio: 15,95 €

272 págs.

Rústica

ISBN: 84-96013-28-6

Grupo Editorial AJEC





La magia no existe. Bajo este original planteamiento comienza «Jitanjáfora», una ambiciosa novela de magia contemporánea que dinamita las convenciones del género y reinventa el concepto de hechicero.

En ella, Conrado Marchale, toxicómano en fase de rehabilitación, a punto de abandonarse de nuevo al conjuro de la heroína, recibe una carta que dará un giro a su vida. Junto a Adolfo Figueredo, un obeso intelectual que siempre ha permanecido enclaustrado en su biblioteca, descubre cómo ingresar en una cofradía de hechiceros que no creen en la magia y tampoco la practican, al menos no de la forma convencional. Rodeados de otros marginados sociales, iniciarán un férreo programa académico para aprender los secretos de la magia, asistiendo a extrañas clases impartidas por preceptores que semejan freaks de circo. Porque la magia no existe. Y, sin embargo, se codearán con criaturas extraordinarias, dominarán hechizos, manejarán varitas mágicas y combatirán el Mal.

Cuando hice la reseña de Frío, la primera novela que leía de Sergio Parra, para la hibernada Atlantea me quedé intrigado y a la expectativa de ver como podría desenvolverse el autor en novelas mas largas. A fin de cuentas Frío era una “novelette” que prometía mucho pero que dejaba algunas incógnitas sobre las posibilidades para desarrollos mas extensos.

La novela que ahora nos ofrece, Jitanjáfora (un título extraño e impronunciable ya que la jitanjáfora es por definición una creación que no se dirigen a la razón, sino más bien a la sensación y a la fantasía), ha venido a confirmar mis buenas expectativas. La narrativa de Parra se muestra sólida en esta incursión en la magia que no lo es. La idea básica del argumento es tan antigua como repetida; estamos ante una historia de aprendizaje y elevación personal que no supone ninguna novedad con respecto a otras. Pero lo que es un argumento que se diría ya visto, se trasforma ingeniosamente en algo nuevo. Sí, es cierto que estamos ante un aprendizaje, que en algunos momentos recuerda a un Ender en estado salvaje (vease la escena del combate “mental”), pero éste, por medio de un cuidado retorcimiento argumental, se convierte en un juego de prestidigitación en el que desconocemos y vamos sorprendiéndonos y descubriendo pequeños retazos de la historia del personaje principal. Además de eso, y en coincidencia con los últimos tiempos de best sellers en la literatura, estamos ante una genuina sociedad secreta a nivel mundial que pretende dominar el mundo. Se pretende fabricar superhombres con la finalidad de vencer a un cierto Enemigo. Y se plantea la duda para el lector si efectivamente el ser un superhombre es bueno o todo lo contrario. El autor deja bien claro al final de la novela.

Parra se mueve bastante bien, diríase que excelentemente, en la descripción de personajes, como ya demostrara en la comentada Frío con la figura de la enfermera Ana. Aquí hay un secundario que brilla con luz propia. Adolfo Figueredo, un auténtico “ratón de biblioteca” clásico, es un excelente fresco recuperado de la novela decimonónica que, sin ir mas lejos, usa el lenguaje ampuloso y pedante que pudiera haber escrito Melville en su Bartleby, el escribiente. Figueredo es ese secundario “gracioso” que ha de acompañar al héroe clásico como side kick obligatorio. Es el perfecto contrapunto y, además, vértice del triángulo formado por él mismo, Conrado Marchale -el protagonista principal- y la extraña Umami, que se asemeja a Max Guevara en su encarnación de Jessica Alba.

La extraña escuela de “prestidigitación” o magia racional que se describe, es una sociedad muy creíble en sí misma, no porque lo pudiera ser en realidad, pero sí porque el autor nos mete de cabeza en su mundo particular que apenas tiene incoherencias. Si acaso resulta extraña la idea de que el extraer partes esenciales de un libro y mezclarlas con otras similares de otros pueden hacer más rápida la comprensión de los mismos. El universo de los magos “falsos” está cohesionado de manera muy lógica. La filosofía, la retórica, la psicología, los hechizos o las pócimas toman una apariencia totalmente natural para el lector.

Que el lector no tema quedar defraudado por un corpus brillante y un final decepcionante. He de mostrar mi asombro pues Parra consiguió despistarme totalmente con ese final sorpresivo. Es realmente una vuelta de tuerca interesantísima la que se desvela en las últimas páginas.

Pero si quieren saber cual es este final, tendrán que leer Jitanjáfora.

© Alfonso Merelo 2006

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