miércoles, abril 01, 2015

STONECRAFT, CIRCULO IMPERFECTO. VICTOR MANUEL ÁNCHEL






Stonecraft, Círculo imperfecto es la primera novela de Víctor Manuel Ánchel, un autor que se ha prodigado muy poco hasta ahora, y que fue ganador del premio Domingo Santos con un relato titulado Pasión gitana por sangre española. Ánchel es un gran conocedor de la literatura de terror y especialmente de la vampírica, pero también lo es de la novela negra. Disponiendo de estos antecedentes no es de extrañar que esta primera novela sea, fundamentalmente, un hard boiled muy clásico en la forma y una novela de acción y terror en el fondo.

Resulta realmente complicado hacer un resumen de la novela sin desvelar nada de la misma, pero lo intentaré para que no me acusen de destrozar la trama. La historia es narrada en primera persona por un personaje, detective sin licencia en homenaje tal vez a un tal Torre, llamado Frank W. Stonecraft que se dedica a la investigación privada en un extraño New York. Quédense con el nombre porque les puede dar una pista de por donde van las cosas. Vive en un despacho “infecto”, clásico para este tipo de situaciones, y, en principio, parece poseer todas las características de un personaje de los que estamos acostumbrados a ver en el cine y leer en las novelas. Pero, gozando de estas características, Frank es muy distinto porque es capaz de ver más allá de lo normal y entrar en un mundo oculto donde las cosas no son lo que parecen. Además está el hecho de que puede pasar perfectamente por jugador de la NBA. Es contratado por una vampira que ha tenido un problema muy peliagudo. Como es lógico, y aquí Ánchel se muestra como un admirador del clasicismo en la novela negra, esta clienta llevará al detective a meterse en más problemas de los que hubiera deseado.
La mezcolanza de géneros está trazada de una manera muy sutil de modo que el lector se ve inmerso en este mundo oculto, en el que existen realmente los monstruos de siempre –vampiros, hombres lobo etc. –, y le resulta de una gran coherencia interna. Ese es uno de los grandes aciertos en el desarrollo de este libro. A medida que nos vamos haciendo amigos de Frank, a través de él vamos conociendo los entresijos de este submundo de seres fantásticos. El autor muestra toda su sapiencia en el tema fantástico dando todo tipo de explicaciones sobre los mitos a los que pertenecen muchos de los personajes. Para un semi-neófito como yo en esta extensa mitología “terrorífica” ha resultado de lo más ilustrativo el pasear por el texto recibiendo esta información desconocida en su mayor parte.  
Frank resulta ser un personaje atormentado por un pasado que le ha marcado profundamente. Un pasado que se le reproduce en el presente a través de su clienta. En ese hecho se centra toda la psicología del personaje, y de la historia, que básicamente intenta redimirse de un pecado del que en realidad no tuvo culpa. Es, en definitiva, una reflexión sobre la soledad y si ésta es en ocasiones preferible a según que compañías. Para conseguir su objetivo Frank no estará sólo y otros seres no naturales le acompañarán en su cruzada. Cuando lean el libro no dejen de fijarse en Elías Meth, uno de los personajes mas interesantes, divertido, procaces y deslenguados que he leído últimamente, sobre todo si tenemos en cuenta su origen que no pienso desvelarles. 
A medida avanza el desarrollo de la historia, vamos encontrando pequeñas pistas que  completan el mundo sobrenatural, pero también nos vamos introduciendo en el New York que no conocemos, y que sólo hemos vislumbrado a través del cine. Ánchel es también, a juzgar por las descripciones pormenorizadas, un enamorado de la ciudad, y sobre todo de sus “garitos”. Naturalmente, y debido a su profesión, es un gran conocedor de la música de jazz y se permite ilustrarnos, y divertirse, con recreaciones de actuaciones imposibles en un garito inexistente. Reunir a Charles Mingus, Buddy Rich, Art Tatum, Telonius Monk y Dizzy Gillespie en una jam session es una forma de rendir homenaje a lo que el jazz representa y, probablemente, a muchos de los músicos que admira el autor.
            En todas estas descripciones detalladas y homenajes es donde puede hallarse lo poco de reprochable que puede tener esta novela. Parece dirigida a un público connoisseur que disfrutará profundamente con estas apariciones y otras referencias a elementos muy conocidos pero que exigen para disfrutarlos plenamente que el lector esté al tanto de éstas. Si el lector no es un aficionado al terror, a la ciencia ficción y al género negro, perderá parte de las riquezas de información que nos proporciona el autor. Pero esto no debería ser un problema dado que la novela está dirigida a un público que gusta de estos géneros. En este caso disfrutará al 100% de la misma, mientras que si no lo es sólo podrá apreciar el 90% y dados los tiempos de literatura caótica que estamos viviendo eso es mucho mas de lo suficiente.
            Para finalizar esta reflexión, sospecho que el autor se ha reservado algunas tramas más alrededor de Frank, puesto que el final resulta diferente a lo que yo esperaba. Mucho mas literario efectivamente, pero desconcertante por lo abrupto. Pero no teman, todo queda atado y bien atado, y al fin y al cabo el autor es el que manda y decide. La persistencia
Si se pudiera hacer una película de Círculo imperfecto, Humprey Bogart hubiera sido el actor protagonista sin dudarlo un momento, siempre y cuando hubiera al menos medido dos metros de altura.

lunes, marzo 02, 2015

BATTLE ROYALE





BATTLE ROYALE  
Koushun Takami
En España conocimos Battle Royale por medio de la película que dirigió Kinji Fukasaku en 2000. Esa película fue impactante para muchos espectadores por la “crudeza” del planteamiento que desarrollaba. En ella veíamos una lucha a muerte entre estudiantes de bachillerato japoneses que competían simplemente para sobrevivir. Pocos de los espectadores conocían que en su origen la película era una novela que triunfó en Japón  un par de años antes. Los aficionados españoles al género hemos tenido que esperar 15 años para tener acceso al texto original ya traducido. Planeta, en su colección Booket, ha lanzado esta pieza de culto hace un par de meses al mercado español.
Takami desarrolla su novela en un mundo alternativo, el de la República del Gran Oriente Asiático en el que un sistema dictatorial y opresivo avasalla al ciudadano cercenando sus libertades individuales y colectivas. Entre las formas represivas que el estado ejerce, existe una muy curiosa para reprimir a la juventud que consiste en un programa, denominado Battle Royale, que enfrenta a los alumnos de una clase entre ellos (son 50 clases las seleccionadas cada año). Estos alumnos deberán luchar a muerte pues de no hacerlo morirán por medio de un collar explosivo que les es implantado.  Loa alumnos son adolescente pertenecientes al último año de instituto.
La historia particular de la novela se centra en los 42 alumnos del instituto de la localidad de Shiroiwa que son secuestrados y trasladados a una isla para participar en el brutal juego.  Cada uno de ellos tiene una historia detrás y se comporta de manera muy diferente en sus intentos de sobrevivir. Hay alumnos que colaboran, los hay traidores, asesinos despiadados y brutales, amantes que se suicidan juntos; en definitiva una amplia panoplia de caracteres y reacciones a esta situación que, en apariencia, es normal para todos, ya que se tiene amplio conocimiento de ella. Pero ese conocimiento no impide que llegado el momento los estudiantes no reaccionen con resignación sino con rebeldía y oposición, que es precisamente lo que quiere evitar el gobierno.
Se ha hecho referencia a que estamos ante una reelaboración de la magistral El señor de las moscas –William Golding- , pero aunque pueda tener alguna reminiscencia con ella, la base  sin embargo es diferente ya que en el primer caso los niños desarrollan una sociedad a partir de su abandono sin ninguna regla y premisa. Battle Royale se caracteriza por el intento del estado de reglamentarlo todo, incluyendo este juego de muerte. Los alumnos tienen que obedecer estas reglas o morir en el intento. Los límites de desarrollo moral que puedan tener en este juego de muerte son mínimos. No se pude salir, al menos en un principio, de este círculo mortal. Si no matas, pese a los reparos morales que se tengan, está meridianamente claro que serás una víctima. Esto produce múltiples cambios de comportamiento entre los estudiantes. Como en toda sociedad los individuos son éticamente diferentes. En la novela tenemos la ventaja, por cuestiones de tiempo, con respecto a la película, de que podemos observar –mediante flash back- a cada uno de los personajes, o al menos a los más representativos en la trama, sus vivencias y sus comportamientos fuera de la isla. En ese aspecto la novela es mucho más completa que la película, aunque esta última es capaz de reflejar de manera muy conveniente, y convincente, lo que Takami quiere expresar. Como premisa argumental destaca la intención del autor de desacreditar, por medio de la exageración, la práctica de la individualidad extrema que se produce en sociedades como la japonesa o la norteamericana. Sólo la solidaridad entre las personas nos salvará de la catástrofe. Idea que parece destinada, precisamente, a los acontecimientos que estamos viviendo actualmente, donde la insolidaridad de unos pocos hace quebrar la buena convivencia de todos. Será por eso que nos están ganando como ocurre en la novela con el estado opresivo. Tómese esta novela como un aviso de lo que podría estar por llegar. No, claro que no sería una batalla entre jóvenes, pero si posiblemente muchas de las prácticas de control que se  ven plasmadas en el libro. Avisados están.

Publicado previamente en ScifiWorld