La Luna, por ser el
astro mas cercano a nuestro planeta, siempre ha sido una clara
candidata para fantasear sobre ella. Desde el Somnium de
Kepler hasta la última novela de Ian McDonald, Luna: Luna nueva,
los escritores han utilizado nuestro satélite como escenario para
sus elucubraciones. En esta misma columna se ha hablado en otras
entregas de los viajes lunares que imaginaron varios compatriotas
nuestros. En esta ocasión volvemos una vez mas a nuestro querido
satélite a contemplarlo pero desde otra perspectiva. Si casi siempre
los terrestres hemos viajado a la Luna, en este caso es un lunícola,
o selenícola, el que efectúa un viaje a la vieja Tierra. Todo un
periplo fantástico.
EMILIO CARRERE
Emilio Carrere Moreno
nació en Madrid en 1881 y falleció en la misma ciudad en 1947. Fue
un escritor bohemio y cronista de la Villa y Corte. Quedó pronto
huérfano de madre, lo que supuso un trauma que se reflejó en
posteriores poemas y escritos. Se piensa que estudió en la Facultad
de Filosofía y Letras y, obviamente, aprendió francés, ya que fue
traductor de este idioma. Comenzó tempranamente en el teatro como
meritorio, recorriendo pueblos como “cómico de la legua”.
Siempre guardó un buen recuerdo de esta etapa. Contrajo matrimonio
muy joven, 1906, y consigue un empleo en el Tribunal de Cuentas que
combina con la bohemia de la época escribiendo en cafés y
asistiendo a tertulias por Madrid.
En palabras de Gutiérrez
Barajas: Carrere es ォpoeta,
novelista, ensayista, autor de libretos para zarzuelas, escritor de
prólogos, traductor del francés, amante de la noche y los
cafés, sempiterno bohemio en las páginas de nuestra
historia de la literatura y rey del refrito para la prensa amarilla
[…] En su faceta de novelista, depende de donde se ponga el acento,
ha sido catalogado como escritor costumbrista y madrileñista
pero, sobre todo, fue considerado por sus contemporáneos
como un apasionado de los temas de la bohemia y la miseria
matritense aunque también de las novelas sicalípticas, tan
populares en su épocaサ.
Escribió multitud de
obras de los mas diversos géneros literarios: novelas, ensayos,
artículos, teatro, poesía... Sus novelas pertenecieron también a
una multitud de géneros: aventuras, misterio, fantásticas, de
ciencia ficción e incluso una metanovela.
Fue muy popular en su
época y muy reconocido entre sus coetáneos, labrándose una
reputación sobre todo como poeta. Su obra mas conocida entre el
público quizá sea “La Torre de los Siete Jorobados” Hasta el
final de su vida mantuvo su actividad literaria, tanto que en sus
últimas colaboraciones para el periódico El Liberal escribió ォme
muero con la estilogr畴ica
en la mano...サ
EL EMBAJADOR DE LA
LUNA.
Embajador de la Luna se
publicó en el número 183 de la colección La Novela de Hoy en 1925.
La novela narra las aventuras de Selenito de la Blanca Isis, un
extraterrestre, selenita para mas señas, que aterriza en una extrña
nave cerca del pueblo imaginario de Villacapuana. El enviado de la
luna es un ser bípedo con rasgos de ave, algas como pelo y un cráneo
de cristal. Ha venido como investigador para comprender ciertos
sucesos que se han estado dando en La Tierra. Un malentendido dará
con sus huesos en la cárcel, en la que conocerá a Marcos que se
convertirá en su amigo y guía en la capital. Al final, hastiado un
poco de la sociedad de la época y porque lo van a procesar, decide
volver a su planeta.
Carrere elabora una crítica social
de aspectos que el considera superados y esta visión desde el
exterior y ajena le proporciona un marco excelente para dar al lector
su visión social. Como en otros textos de ciencia ficción, hace del
diálogo entre el extraterrestre y su amigo humano la base para
contrastar opiniones y visiones de las diferentes situaciones que se
van encontrando. Critica a la justicia, no olvidemos que está
procesado, cuando lo llevan al juzgado y encuentra a siete hombre
vestidos de negro en torno a una mesa. Comenta con Marcos:
ォ–¿Y
éstos son vuestros sabios? –preguntó a Marcos en voz baja.
–Nosotros no
concebimos la sabiduría sino bajo un bonete. Ellos educan a
nuestros hijos y nuestras mujeres, censuran los libros,
autorizan la representación de las comedias, marcan la norma
de nuestra vida moral y nos hacen llevar la vela en las procesiones.
Cada pueblo tiene su tradición –añadió persuasivo.サ
También ataca la corrupción de la
Iglesia que en voz de Marcos es calificada así: ォA
Dios lo han desacreditado las beatas a fuerza de hacer
majaderías o canalladas en su nombre. Ahora la idea de
Dios ha quedado convertida en una estampita para adornar las
puertas de ciertas gentes que se llaman de orden y religión porque
guardan algún dinero. Dios tiene soberbias mansiones, y sus grandes
sacristanes van vestidos con lujo de sátrapas, pero en los quicios
de la casa de Dios se mueren de frío los niños mendicantes.サ
Gutiérrez
Barajas sostiene que ォEstos
ejemplos forman parte del discurso regeneracionista que Carrere
mantiene a lo largo de toda la novela. Sin embargo, las
instituciones que aparecen como destinatarias de sus protestas
y reflejo de corrupción no son ninguna novedad, ya que cuando
Carrere hace crítica política o social en sus textos siempre suele
echar mano de las academias, la justicia, la iglesia o el
teatro para desahogar su malestar; lo que finalmente se traduce en
una crítica superflua, ya que no plantea alternativa o solución
alguna [...]サ
Selenito no es otra cosa
que el extranjero que visita una tierra extraña para él, por
supuesto la novela bebe de los relatos de viajes extraordinarios tan
profusos en el siglo XVII y XIX, y los contrastes costumbristas que
se producen entre dos formas de concebir el mundo y la sociedad. Tal
vez el formato de la novela, como todas las suyas publicadas en una
colección de novelas cortas, le impidiera profundizar mas en los
personajes. Realmente se limita a esbozar sus protestas por
situaciones que considera injustas que, por otra parte, se hace
reiterativo en muchas de sus otras obras.
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