La literatura de H.P. Lovecraft en España.
En este número que tienen entre manos, otros
compañeros de pluma habrán hablado seguramente ya por activa y pasiva de la
vida de Howard Philips Lovecraft y de su obra. Poco podría añadir yo a lo que
ya se ha contado aquí, pero si que puedo, y eso es lo que me dispongo hacer, comentar
la literatura del autor de Providence desde el punto de vista de un lector
común, que es lo que soy ni mas ni menos.
Yo conocí a Lovecraft, su literatura quiero decir, en
mi etapa de la Universidad,
la primera, la de estudiante no la de ahora que también es universitaria por
motivos laborales, y por medio de la editorial Alianza que en su colección
libro de bolsillo, colección imprescindible en el mundo editorial español,
ofreció a sus lectores en un grueso volumen titulado Los mitos de Cthulhu. La portada era de color verdoso y en su
portada ya se decía que los relatos eran de Lovecraft y otros. ¡Y qué otros!
Robert Bloch, Henry Kuttner, Robert E. Howard, Arthur Machen, Ambrose Bierce,
Ramsey Campbell, Lord Dunsany, Hazel Heald, Robert W. Chambers, Algernon
Blackwood, Clark Ashton Smith, August Derleth, Juan Perucho o Frank Belknap
Long Jr. La excelente
recopilación fue obra del fallecido Rafael Llopis, un estudioso de la obra de
Lovecraft, que realizó un gran trabajo agrupando en tres partes diferenciadas
los relatos del volumen. En la primera
se hacía un repaso sobre los autores que influyeron en Lovecraft, desde Lord
Dunsany hasta Algernon Blackwood. En estos los relatos hay elementos que serían
clave para el desarrollo de los Mitos;
las ciudades perdidas, los seres extraños de otras dimensiones o el
extraordinario Wéndigo de las leyendas canadienses. En la segunda parte
disfrutamos del más interesante corpus de los mitos de la mano de su creador y
de sus seguidores y amigos del Círculo de
Lovecraft. Frank Belknap Long, Robert E. Howard, Clark Ashton Smith, Hazel
Heald, Henry Kuttner y Robert Bloch son los autores, además de Lovecraft, de
los relatos más inquietantes y que van dando forma y completando el universo
terrorífico ideado por el escritor. Aunque está ausente de la selección el
relato que da origen al nombre de los mitos, La llamada de Cthulhu, hay
otros que permiten tener una visión de conjunto de esos dioses primigenios y
sus seguidores. La última parte consta de relatos escritos tras la muerte de
Lovecraft y son los que menos interés tienen, aunque no son desdeñables.
Como ya es notorio y conocido, no soy un fan acérrimo
del género de terror y mi inclinación genérica se decanta mucho más hacia la
ciencia ficción que a la fantasía en general. Pero Lovecraft consiguió
acercarme a estos mitos que son fundamentalmente relatos de terror. Lo que
ocurre es que para mi supuso encontrarme con un terror diferente. Me fascinó la
ambientación; lugares remotos, parajes colosales y pueblos perdidos en los que
pasaban cosas horrorosas. Esos ambientes estaban en otros relatos, pero en
estos se les daba un viso de verosimilitud. Por ejemplo, se daba el caso que
esos seres infernales y extraños eran conocidos por las autoridades, y éstas tomaban
medidas contra ellos –en un relato se habla del ataque de un submarino a
ciertos lugares de la costa donde ocurrían cosas extrañas-. Me gustaba que los
supuestos dioses primigenios fueran en realidad entidades extraterrestres
–aunque esto fue mas desarrollado por Derleth cuando creó a los Dioses Arquetípicos enemigos de los Primigenios- y que se les podía enfrentar de una manera
científica, aunque el desenlace era generalmente desalentador. Es un terror en
el que la ciencia tiene algo que decir, supongo que de ahí viene mi querencia
hacia este autor. En su única novela larga En
las montañas de la locura, la temática entra de lleno en la ciencia
ficción. La expedición de la Universidad Miskatonic,
que efectúa una expedición geológica en la Antártida, descubre unas impresionantes montañas
en las que encuentra una ciudad perdida y milenaria. Allí encuentran un fósil,
en forma de barril con un anillo en forma de estrella en la parte superior.
Este fósil es el cuerpo de una raza extraterrestre que colonizó la Tierra mucho antes de que
la raza humana existiera. Eran los Elders
Ones, Los Primeros, los Primigenios o los Primordiales como se ha traducido
posteriormente al castellano. La raza de los primeros dejó un testamento en
forma de grabados en la ciudad megalítica que descubre la expedición. Los
científicos descubren la realidad de la Tierra en épocas pasadas y cómo se creó la
humanidad. Es evidentemente un argumento clarísimamente inmerso en la mas
canóniga ciencia ficción, que además retoma toda la serie de mitos de las
sociedades teosóficas de la época en las que se creía en estas civilizaciones
desaparecidas y precursoras de la humanidad actual.
La cosmogonía particular de los Mitos de Cthulhu desarrolló muchos dioses y seres con menos empaque a lo
largo de toda su historia literaria. A ese dios que reina en el fondo del mar le acompañaron Nyarlathotep mensajero de los dioses, Azathoth, el dios loco, Shub-Niggurath
entre otros. Pero también este universo se sustenta en otras creaciones como es
el conocidísimo Necronomicón, creado
en la ficción por el árabe loco Abdul
Alhazred. Allí están las claves para invocar a los primigenios y a sus
servidores y los conocimientos más arcanos del mundo. Ese libro, y otros mas
inventados, van siendo utilizados recurrentemente por los diversos autores para
apuntalar una coherencia en el universo lovecraftiano.
Continuando con la edición española de Lovecraft,
Alianza Editorial se lanzó a editar mas títulos de Lovecraft, y pudimos así
gozar de El caso de Charles Dexter Ward, En la noche de los
tiempos, Dagón, El horror de Dunwich y otros muchos relatos recopilados en
antologías de la editorial, que combinaban al autor con otros seguidores y
continuadores de los mitos. La extinta Bruguera
también editó varios volúmenes de los relatos de los mitos.
Lovecraft ha sido muy bien tratado en general por las
editoriales, y a lo largo de estos años han sido muchas las ediciones que se
han prodigado en España. El autor es indudable que tiene tirón y que eso se
conoce y respeta en el mundo editorial. Las últimas ediciones de Valdemar sobre
los mitos son las mas completas e interesantes del mercado.
No puedo despedir este breve repaso como lector a los
mitos, sin reiterar una vez más mi asombro por los mundos tan coherentes, a
pesar de su rareza intrínseca, que creara Lovecraft. Sus relatos son
absorbentes, tremendos, sorprendentes, y ¡créanme! dan mucho miedo. Me despido hasta
el mes que viene dejándoles con el comienzo de una invocación a Cthulhu:
Ph´nglui
mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn, que quiere decir mas o menos En la ciudad de R´lyeh, el difunto Cthulhu espera soñando.
No lo invoquen en vano, no vaya ser que
le de por aparecer.
Publicado originalmente en la revista ScifiWorld
© Alfonso Merelo 2011-2013
© Alfonso Merelo 2011-2013
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