Conan se ha
convertido a lo largo de sus años de vida en un icono que ha trascendido en el
tiempo de manera que ha sido conocido por no menos de tres generaciones de
lectores. El comic y el cine han tenido mucho que ver con esta difusión, y en
este número tienen ya amplias muestras de su puesta en valor en estos medios.
Pero no hay que olvidar que el personaje nació de la pluma de uno de los
escritores norteamericanos más reconocidos en las publicaciones pulp: Robert E. Howard. Fue coetáneo de
otros grandes escritores del fantástico como Lovecraftt o Clark Ashton Smith
que fueron los creadores del fantástico universo de los mitos de Cthulhu que,
como veremos, influyeron en las obras del autor.
Nunca he sido
demasiado amante de las historias de fantasía
heroica – o de espada y brujería-
que se desarrollan en universos donde existen unas leyes muy arbitrarias y con
continuas soluciones deus ex machina,
y en los que la magia realmente funciona. No soy capaz de abstraerme y
suspender mi incredulidad con este tipo de historias. Pero Conan, el bárbaro
cimmerio, es una excepción. Llegué a conocer al personaje a través de los
comics dibujados por Barry Windsor-Smith
y con guión de Roy Thomas, concretamente la historia
denominada Clavos rojos, y pronto me
enganchó el personaje y sobre todo su manera de comportarse. Para mí, una
característica interesante que resaltó sobre otras era la creencia en Crom, el
dios cimmerio, que por definición pasaba
de sus adoradores. Un auténtico dios ateo,
una increíble paradoja, que ignoraba a sus creaciones, aunque en esta
apreciación se mezclan en mis recuerdos los comics y la primera película de John
Millius.
El creador de
todo este increíble mundo de la era Hyboria, Howard, fue un escritor que en
España hubiéramos denominado de bolsilibros.
Abarcó todos los géneros que se publicaban en el pulp desde los relatos del
oeste, de detectives, deportivos o de terror, aunque fue mundialmente
reconocido por su faceta como escritor de fantasía heroica. Por los datos que
tenemos de su vida y obra, podría considerársele como perteneciente al
“fandom”, el “fandom” de la época en el que se intercambiaban cartas entre
aficionados y autores como fue el caso. Murió muy joven, a la edad de 30 años,
al suicidarse por no poder soportar la enfermedad de su madre. No pudo ver como
su personaje le trascendía y se convertía en uno de los más importantes de la
literatura popular.
El personaje
de Conan es fruto del rechazo de una historia protagonizada por el Rey Kull,
titulada, By this Axe I Rule. Howard rehízo la historia haciendo protagonista
a un nuevo personaje, el cimmerio, y situándolo varios miles de años después de
la época de Kull en esa era indefinida que él llamó Hyboria y que no se
identifica con ninguna etapa histórica real de la humanidad. La historia en la
que nació Conan se denominó The Phoenix
in the Sword. En el mundo creado para Conan, éste es un salvaje bárbaro que
vive en los reinos más civilizados de esta era. Se asemeja, en espíritu que no
en aspecto, a los bárbaros que acosaron al Imperio Romano, con poco lustre
civilizado pero con una gran fortaleza física y de espíritu.
Durante la
vida de Howard, Conan no consiguió erigirse en un personaje popular. Tuvo su
aceptación entre los lectores de género pero no fue más allá de ser
conocido por un reducido círculo de
incondicionales. Sin embargo a partir de los años 50 se comienzan a reeditar
las historias del bárbaro y otros autores, como Lin Cárter y Björn Nyberg,
retoman el personaje escribiendo relatos que se inspiran en las notas de
cuentos inconclusos del autor. En la década de 1970 Conan eclosiona con las
adaptaciones de Marvel al comic y desde ese momento se hace internacionalmente
conocido y reconocido.
En España es
la editorial Bruguera la que introduce al personaje en el año 1973, editando la
serie de Conan que había editado Lancer. Se hace con los derechos para el
mercado latino e incluso en la edición se respetan las portadas originales de
la edición norteamericana. La editorial Fórum, que editaba los comics de Conan,
decide también editar los relatos y lanza una colección de 12 volúmenes en el
año 1983. En esta colección están los relatos originales y algunos de los que
escribieran L. Sprague de Camp, Lin Carter y
Björn Nyberg basados en las notas de Howard. Martínez Roca en 1995
vuelve a lanzar una edición que contiene todos los relatos de Howard a los que
se unen otros autores como Lin Carter, L. Sprague de Camp, Robert Jordan, Karl
Edward Wagner, Andrew Offutt o el conocido autor de fantasía y ciencia ficción Poul
Anderson.
La Factoría de Ideas en el año 2000, y en su colección fantasía, publica seis
volúmenes sobre el personaje en el que sólo el primero de ellos es escrito por
Howard. Los otros cinco son autoría de Leonard Carpenter. La editorial Timún
Mas en 2004 inicia la publicación de 3 volúmenes de lujo con las historias de
Conan escritas por Howard agrupadas por años. Los tres volúmenes se agrupan en
la producción de 1932-1933 el primero, 1934 el segundo y 1935-1936 el tercero y
último de ellos. Por último, la propia Timún Mas en 2005, y bajo el epígrafe Conan el cimmerio, lanza al mercado seis
volúmenes que contienen la obra original ya editada en el formato de lujo, y
otros dos mas con relatos de Karl Edward Wagner y L. Sprague de Camp.
Este es el
resumen de la obra del personaje cimmerio en la literatura. Naturalmente hay
muchos más autores que se han acercado al pastiche cimmeriano pero sería demasiado prolijo reseñarlos a todos en este
breve espacio. Como curiosidad histórica, y se trata de un acercamiento
desmitificador al personaje, podríamos contar que un autor español, Ignacio
Romeo, dedicó parte de su producción al personaje. Relatos como Conan. Las cuarenta y veinte en bastos, Conan
el sifilítico, Conan, As de espadas o Conan el sodomita, dan una ligera
idea de hacia donde iban dirigidas los textos sobre el personaje.
Acercarse al
mundo de Conan el bárbaro es
contemplar a uno de los personajes imprescindibles de la cultura popular del
siglo XX. Un personaje que ha influido en muchos autores que no sólo han
escrito sobre él, sino que han creado otras obras que se basan en las
propuestas escritas hace casi un siglo por Robert Ervin Howart.
Publicado originalmente en la revista ScifiWorld
© Alfonso Merelo 2011-2013
© Alfonso Merelo 2011-2013
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