sábado, marzo 05, 2011

Literatura Satánica.

Literatura Satánica.

Es la religión, y más concretamente la judeo-cristiana, la que ha “informado” a lo largo del tiempo a toda nuestra cultura occidental de la existencia de un ser, muchos seres, que se opusieron a Dios, siendo expulsados del “paraíso” y convirtiéndose en malvados seres “oscuros” que van por el mundo haciendo todo el mal que pueden. Ese concepto de “maldad” absoluta, en contraposición a la supuesta bondad de Dios, es el que caracteriza al protagonista de este artículo.

Para hablar del demonio, o el Demonio –que no se me vaya a enfadar- habría que dedicar mucho más tiempo y espacio del que podemos disponer en esta sección; además, otros mucho mas doctos en demonología ya han escrito lo suficiente acerca de este personaje. Aquí vamos a centrarnos en reseñar algunos títulos de los que puedan resultar interesantes para los lectores.

Empezaremos con algunos de los más clásicos y en primer lugar podemos ver que en La divina Comedia Dante describe en su primera parte como es el infierno, que está compuesto de nueve círculos donde se castiga a los “pecadores” en función de su falta. Lucifer, el Diablo por definición, es un monstruo de 3 cabezas, en la que en una de las bocas de éstas se encuentra Judas, que es mordido habitualmente por el juguetón jefe demoníaco. El diablo cojuelo es una obra del siglo XVII cuyo autor es Luis Vélez de Guevara. Su protagonista es un diablo menor que sirve al hidalgo Don Cleofás Leandro Pérez Zambullo. Éste se ha hecho con la servidumbre de Cojuelo al liberarlo de una redoma donde estaba encerrado, una circunstancia muy parecida a la de los “genios” clasicos. Este diablillo debe su sobrenombre, cojuelo, a haber sido aplastado por sus hermanos demonios al comienzo de la rebelión contra Dios. La novela está dividida en “trancos”, término que se aplica a la cojera del demonio, en lugar de capítulos. No menos famosa es Fausto escrito por Goethe en 1806 y publicada originalmente en dos partes. Aunque no es el protagonista de la obra, la intervención del diablo, Mefistófeles en este caso, es fundamental para el desarrollo de la obra. Este diablo “apuesta” con Dios que es capaz de pervertir a su favorito, en este caso el Doctor Fausto. Efectivamente, Fausto hace un pacto con el diablo, que le concede acceder a sus deseos en esta vida y servirlo un vez muerto en el infierno. Naturalmente el pacto devendrá en tragedia al encapricharse Fausto de Margarete y las consecuencias de este “enamoramiento”.

Adentrándonos en el siglo veinte, la literatura demoníaca se hace más extensa y con algunos títulos que se hacen muy populares. Enrique Jardiel Poncela, que ya había fantaseado con lo divino en su imprescindible La tournée de Dios (1932), escribe la obra de teatro Las cinco advertencias de Satanás que se estrena el 20 de diciembre de 1935 y que consta de 4 actos con escenarios en Madrid y Niza. Nos encontramos ante una obra cómica, como casi todas las de este autor en la que predominan los inteligentes diálogos y la aparición en off del diablo que realiza una especie de pacto con Ramón, un engreído ególatra en palabras del mismo autor.

La semilla del diablo (1969) de Ira Levin debe su fama a la trasposición cinematográfica que efectuara Roman Plansky en el mismo año. El demonio ha de encarnarse, como hiciera Dios dos mil años antes, en humano y para ello elige a una joven llamada Rosemary Woodhouse. Terrorífica novela en la que la protagonista se ve envuelta en un ambiente conspirativo y opresivo. Uno de los grandes clásicos del subgénero demoníaco. Tampoco podríamos obviar en esta breve reseña una de las novelas que se puso de moda en los años 70 debido, una vez más, a su adaptación al cine. Se trata de El exorcista, escrita por William Peter Blatty, que si bien no tiene como protagonista estricto al diablo, si que encarna ese terror al mal encarnado, que se prodiga tanto en la literatura como en otros medios. La historia de la posesión de una adolescente, Regan, por parte de un demonio, propiciará el exorcismo que da título a la novela.

Ángel caído (1978) de William Hjortsberg es otra de las novelas adaptadas a la gran pantalla con el título de El corazón del ángel, que fue dirigida por Alan Parker en 1987. El detective Harry Angel es contratado por un caballero francés, Louis Cyphere, para localizar a un cantante famoso herido en la segunda guerra mundial. Nada es lo que parece y Lucifer actuará en beneficio propio y por medio de Ángel

El Abogado del diablo (1990) Andrew Neiderman anticipa, casi, la trama de la serie Ángel y el buffete de abogados de Wolfram & Hart. Efectivamente, un joven abogado, Kevin Taylor, es contratado en el despacho de John Milton como gran promesa. Detrás de los ademanes tranquilos y aristocráticos de Milton y de sus espectaculares éxitos legales, se esconde algo terrorífico que Taylor no tardará en descubrir.

Otro título a tener en cuenta en este breve repaso es la novela corta de Ángel Torres Quesada titulada Sombras en la eternidad. Escrita en 2001, fruto de la beca Semana Negra-Pepsi- cambia totalmente el registro al que nos tiene acostumbrado el escritor español. La trama se centra en los intentos encontrar una respuesta a un largo enfrentamiento entre el bien y el mal, que no son tan claros como parecerían. ¿Es el demonio el enemigo de la humanidad, o todo lo contrario? El contrincante de Elia Barceló se edita en 2004, aunque está escrita diez años antes. Un prestigioso actor es abandonado por su pareja y este hecho le provoca un colapso del que tarda en recuperarse un año. En el intento de recuperar a su chica, vemos que lo que parecía casual no lo es en absoluto y que fuerzas “sobrenaturales” lo están manipulando. Tengo particular afecto a una novela que publicara Pedro Jorge Romero en el último número de la desaparecida revista BEM titulada El orgullo de Dios. En un futuro lejano la guerra entre las fuerzas del bien y del mal se desarrolla en todos los frentes del universo. Las fuerzas de la Iglesia toman parte en ella, teniendo al Papa como máximo general de las fuerzas terrestres. Una muy buena space opera en la que el papel del Diablo es fundamental.

Por último reseñar una publicación reciente como es La fiesta de Orfeo de Javier Márquez y que fue publicada en 2009. La investigación de unos terribles asesinatos llevarán al inspector de Scotland Yard Andrew Carmichael a colaborar con el conocido actor Peter Cushing en la búsqueda de un filme con fama de “satánico” titulado “La fête du Monsieur Orphée”. Una novela en la que la mezcla de personajes reales del mundo de la productora británica Hammer con otros ficticios da un juego extraordinario.

Naturalmente, hay muchas más obras que podrían haber sido consideras en este breve resumen, pero entiendo que estos títulos ofrecen una variedad más que interesantes para el lector. Para acercarse al mundo de la literatura demoníaca, en la que Satán, Lucifer, Mephisto o cualquier otro nombre que quieran ponerle, hace su aparición, o es protagonista, no duden en leer cualquiera de estas propuestas. Seguro que no quedarán indiferentes.

Publicado originalmente en la revista ScifiWorld

2 comentarios:

pjorge dijo...

Gracias.

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Muchas gracias por la referencia a mi abuelo. Un cordial saludo.