domingo, febrero 18, 2007

ACIDO SULFURICO

Ácido sulfúrico

Amélie Nothomb

Editorial: Anagrama

Traductor: Sergi Pàmies

Colección: Panorama de narrativas (Num. 658)

Fecha de edición: enero de 2007

Encuadernacion: Rústica

Tamaño: 22 x 14 cm.

166 páginas

ISBN: 978-84-339-7121-0

El último grito en programas televisivos de entretenimiento se llama «Concentración». Por las calles de París se recluta a los participantes de este reality show, que serán trasladados al plató en vagones precintados como los que trasportaban a los judíos durante el exterminio nazi y, después, internados en un campo. Ante las cámaras de televisión, los prisioneros son golpeados y humillados. El clímax llega cada semana, cuando los telespectadores ejercen el televoto: desde sus casas pueden eliminar-ejecutar a uno de los participantes. Pannonique, una estudiante de gran belleza, es reclutada. Zdena, una mujer sin empleo, se enamora de ella. Una pareja fatal: la víctima y el verdugo. Cuando la audiencia tiene que votar sale a la luz el sadismo inconsciente del público que deplora el horror pero es incapaz de perderse una entrega. Una historia que sirve como crítica de un mundo brutal y crudo de hipocresía biempensante: un mundo en el que incluso la denuncia del sistema pertenece al sistema.

Amélie Nothomb es una reconocida autora belga de la que se dice que es capaz de escribir una novela al año. Desde luego si es por el tamaño no es de extrañar pues Ácido Sulfúrico tiene 165 páginas con una tamaño tipográfico mas que generoso. Así la novela se convierte en novelette o en novela corta. Y es de agradecer que la extensión no sea demasiado exigente pues para las escasas ideas que se exponen en la misma son suficientes esas páginas.

La historia habla de un concurso televisivo, un Gran Hermano “a lo bestia”, en el que los concursantes están allí para ser masacrados en un campo de concentración.

La idea puede ser considerada original, sin embargo ya hemos visto ejemplos en otros relatos, casualmente pertenecientes al género de la ciencia ficción, aunque `podemos considerar que estamos ante un libro de ciencia ficción, pues la sociología es ciencia mientras que no se demuestre lo contrario.

La novela intenta ser metáfora de la barbarie de la televisión. Nada peor que ir mas allá para sacudir conciencias que mostrar la barbarie de ejecuciones en directo. Sin embargo, si como advertencia podría funcionara, fracasa lamentablemente en varios de los postulados que desarrolla.

De momento no se explica cómo cualquier estado puede permitir que a unos ciudadanos cualquiera, capturados al azar, se les pueda recluir para participar en semejante programa. Mi suspensión de incredulidad se desvanece cuando todo pasa por mera casualidad. ¿Por qué? No se sabe. No se explica y ese defecto empieza a lastrar la narrativa. Pero yendo mas allá observamos que los protagonistas se salvan, en la figura de Pannonique, mediante un burdo artificio amoroso de lo más demagógico.

Es de suponer que la pretensión de la autora consiste en demostrar la inhumanidad de los programas de televisión que se dedican a injerirse en las vidas ajenas. Lo malo es que se fracasa en reflejar los sentimientos de esos personajes atrapados en un programa que los va asesinando. Apenas unos esbozos de motivaciones y actos son los que se muestran. Y dada la endeblez de la trama y el poco cuidado ambiente en los que se ven envueltos los personajes, me temo que la novela es insuficiente a todas luces.

Al menos es corta. En dos horas y media, duración del trayecto AVE Sevilla-Madrid, se despacha sin problemas, y después se olvida.

© Alfonso Merelo 2007

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