miércoles, junio 28, 2006

El sueño de la razón


El sueño de la razón
Autor: Juan Miguel Aguilera
Editorial: Minotauro
ISBN: 84-450-7596-9
352 pp.
Encuadernacion: Rústica con solapas
Precio: 18,00 €




El capricho 43 de Goya se titula El sueño de la razón produce monstruos. La nueva novela de Juan Miguel Aguilera adapta esté título acortándolo y trasformándolo para darle un nuevo significado. En este caso simbolizaría la búsqueda de la ciencia y de la explicación racional del mundo.
El protagonista de la novela, el valenciano Luis Vives, es un humanista y profundo racionalista que intenta explicar de manera científica el mundo. Un mundo convulso que, en 1516, vive una época de profundos cambios. Felipe I –El Hermoso- ha muerto y su esposa Juana de Castilla está recluida en Tordesillas debido a su “locura de amor”. En este contexto Luis Vives va a embarcar en la flota que lleva a Carlos I, hijo de Juana y Felipe, hacia España para tomar posesión del reino de Aragón y la Regencia de Castilla. En ese viaje se cruzará con Cèleste, una bruja que tiene una misión que cumplir: la magia negra está actuando y el destino del Rey, y del Mundo, está en peligro.
Aguilera nos lleva de nuevo a mundos mágicos y oníricos, como ya hiciera en Rhila, aunque esta vez centrado en Europa. La magia es más cercana a lo que conocemos y la aparición de brujos, brujas, conjurados y demonios hacen de la novela un magnífico trhiller de terror. No podemos desdeñar el espléndido marco histórico en el que se ha encuadrado la historia. La llegada de Carlos I fue el mas importante suceso para España en toda sus historia. En este marco colosal –se estaba fraguando un imperio- la historia no podía ser menos ciclópea. La lucha entre las fuerzas del bien y del mal –un maniqueismo que Aguilera usa profusamente en casi todas su obras- son encarnizadas y abarcan a una pluralidad de elementos tanto mágicos como racionales. Es muy interesante el observar como al racionalismo empírico de Vives se opone la magia de Cèleste. El pensador humanista no puede creer los sucesos que está experimentando e intenta racionalizar todo y descubrir qué está detrás de esas manifestaciones. La escena del incendio de la nao de las “prostitutas” es meridiana en ese aspecto al incidir el protagonista en una explicación racional como es la del “fuego griego”.
Por otra parte el autor nos lleva una vez mas a esos mundos de estados alterados, de universos paralelos, a los que se accede a través de las drogas mágicas. Este universo alterado es similar al que ya nos presentara en Rhila, aunque occidentalizado.
El texto funciona también como novela de aventuras al mismo nivel de interés que la parte histórica en una bien compensada alternancia entre elementos ficticios y reales. Ahí están los “cameos” de El Bosco - la portada es parte de su cuadro “La nave de los locos” o de Ignacio de Loyola. Una de las muchas virtudes de Aguilera es la de documentarse de manera exhaustiva sobre la época a tratar. El sueño de la razón es, fundamentalmente, una novela de corte seudo-histórico que, aunque está incluida en la colección Ucronía de Minotauro, no es una disgresión histórica, pues el continuum de la historia permanece incólume. La documentación y adecuación histórica hace que los personajes reales estén donde deben estar pese a las licencias que se pueda permitir con los mismos y con los añadidos de corte ficticio.
Obviamente el encuentro entre Cèleste y El Bosco nunca ocurrió, pero su verosimilitud es destacable, máxime si observamos la pintura real de este “extraño” artista. En ese contexto se puede señalar que el diálogo entre la bruja y el pintor está absolutamente justificado.
El sueño de la razón es un buen motivo para pensar que la fantasía española goza de muy buena salud y que evoluciona y mejora día a día.
(c) 2006 Alfonso Merelo

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