RAMON PEREZ DE AYALA. SENTIMENTAL CLUB (LA REVOLUCION SENTIMENTAL)
En muchos casos la incursión de autores mainstream en el campo de la ciencia ficción es puramente anecdótico. Precisamente en este artículo se va a tratar de una de esas únicas incursiones de un autor muy conocido en el género que nos ocupa.
Ramón Pérez de Ayala es un reconocido escritor novecentista que cultivó la poesía la novela, y el ensayo. Nació en Oviedo en 1880 y murió en Madrid en 1962. Estudió en un colegio jesuita y posteriormente Derecho en la Universidad de Oviedo, donde conoce a Leopoldo Alas “Clarín” y a otros pensadores y literatos. En 1903 colabora con la revista Helios de tendencia modernista y en 1904 publica su primer libro La paz del sendero que recibe muy buenas críticas. A partir d 1904 colabora en los periódicos madrileños El Imparcial y el ABC. Mas adelnate se incorporía a otros diarios como El Heraldo, El liberal o Alma Española. En 1927 recibe el Premio Nacional de Literatura y en 1928 es nombrado Académico de la Lengua. En 1931 elabora y firma, junto a Ortega y Gasset y Marañón entre otros, el conocido manifiesto Al servicio de la República. Fue embajador en el Reino Unido en 1932 y dimitió de su cargo en 1936 descontento con la política del Frente Popular. Después de la finalización de la guerra civil continúa como funcionario en la embajada en Londres regresando a España en 1954.
La obra de Pérez de Ayala es muy experimental y en toda ella utiliza la ironía, el humor y lo bufo, siendo también muy pesimista.
SENTIMENTAL CLUB (LA REVOLUCIÓN SENTIEMENTAL)
Esta obra de teatro, en un solo acto, es la única incursión del autor en el género de la ciencia ficción. El original, con el título de Sentimental Club, se publicó en 1909 en El Cuento Semanal con ilustraciones de F. Montagut. En 1929 el autor reelabora la obra con el título de La Revolución Sentimental que se publica en La Novela de Hoy. Esta nueva versión tiene importantes modificaciones y variantes.
En un futuro lejano existe la URC, Unión República comunista, que gobierna el mundo. Los avances tecnológicos y científicos son enormes. Los transportes son aéreos, se han erradicado los sentimientos amorosos y la individualidad. La escritura ya no existe y la educación es visual y sonora. Sin embargo en este supuesto paraíso existe un grupo disidente que se reúne en un local. El grupo es comandado por Ulises y se preparan para efectuar una revolución, esta vez sentimental. Volver a recuperar esos sentimientos perdidos y entre ellos el amor como fundamental motor de las intenciones de los personajes. Como arenga Ulises “Primero fue la revolución política. Luego, la social. Le toca el turno a la sentimental. La comunidad humana se halla ya establecida en tal coherencia, que nada podrá destruirla. El individualismo ya no es peligroso. Ahora, gritemos: ¡Viva el individuo!”
Estamos ante una distopía clásica que contiene muchos de los elementos de ésta. En concreto tenemos un estado totalitario que ha conquistado el poder, una República Comunista, que ha conseguido la uniformidad entre sus ciudadanos, y un grupo de rebeldes que intentan rebelarse ante esta situación.
Los parecidos con otras distopías son notables, sobre todo si pensamos en Un Mundo Feliz de Aldous Huxley, aunque es posterior en publicación. Según los investigadores de la obra de Pérez de Ayala, muy probablemente se vio influenciado por el libro New Worlds for Old (1908) de George H. Wells, que leyó poco antes de escribir Sentimental Club. Se trataba de un ensayo no ficcional que ponía en relieve los principios socialistas que se estaban desarrollando en esa época, con los los experimentos fabianos o de las comunas.
Sentimental Club es una sátira que supone una reacción ante los textos utópicos de Wells. Ese futuro de precioso y utópico es replicado por Ayala que cree que es imposible. Ese futuro progreso “aliena, despersonaliza y la buena voluntad se convierte en una suma de infortunios cuando adquiere una estructuración política de cuño socialista” , Coletes Blanco 1996. el propio Ayala, comentaba “[...] es una patraña burlesca basada en la anticipación; escrita cuando aún no había surgido el comunismo, demuestra la absurdidad de ese régimen. Cuando ya todo está mecanizado, para librarse de la tiranía de la máquina, surge un grupo de hombres que trata de provocar la revolución sentimental.” (Entrevista de Julio Trenas)
Es interesante resaltar que Ayala utiliza recursos de la ciencia ficción para justificar su rebelión contra el poder. Uno de los conspiradores, el promotor de la revolución Parménides, inventa unos “aisladores” que permiten hablar sin que el espionaje del estado, por medio de ondas extrañas, sea eficaz. Nos muestra en dos breves líneas como el “comité” tiene tecnología para controlar lo que hablan sus ciudadanos y como se puede evadir esa tecnología con otro invento también tecnológico. Es una carrera de armamentos en toda regla.